En un show de tres horas y media, con buen despliegue escénico y frente a un mar de casi setenta mil personas, la banda de El Palomar presentó “Máquina De Sangre”, su nuevo disco. Aunque la noche terminó siendo positiva, hubo varios problemas técnicos que dejaron con bronca a más de uno.
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Era sin dudas el ritual piojoso más multitudinario desde la formación de la banda en 1988. Casi setenta mil almas se habían apoderado de un River Plate que desbordaba pasión. Pero si bien todos saltaron y alentaron hasta el final, el show sufrió momentos de varios problemas técnicos, lo cual frenó la energía de la gente y dejó con ganas a más de uno.
Las enormes filas para ingresar habían comenzado a las 15 hs., cuando el sol todavía pegaba con la misma intensidad que en el Desierto del Sahara. Los alrededores del estadio estaban colmados de jóvenes marca topper de lona sucias-remera de los piojos-transpiración, que, o se ubicaban al final de las largas colas, o buscaban un buen lugar para meterse de apuro. Por suerte no hubo problemas, tampoco hubo policías, y lo cierto es que cuando la banda de El Palomar salió casi de repente para tocar “Motumbo”, todavía seguía ingresando público.
Durante la primera mitad del espectáculo sonaron temas de todas las épocas. Desde los más viejos y siempre coreados como “Desde lejos no se ve”, “Ay ay ay”, “Tan solo” y “Maradó”, hasta los nuevos, pertenecientes a “Máquina De Sangre”, el disco que sirvió de excusa para convocar a tanta gente. Justamente de esta última producción discográfica llegó “Amor de perros” y con él MIMI MAURA, la cantante puertorriqueña que cada día se acerca más al rock. CIRO –alucinado por el sueño hecho realidad y por otros condimentos- entonó luego “Dientes de cordero”, canción que refleja la inestabilidad del país, mientras en la pantalla gigante ubicada sobre el escenario, se proyectaban las duras imágenes sobre el 19 y 20 de diciembre de dos veranos atrás.
¡Qué problema! ¿No?
Hasta ese entonces las cosas funcionaban bien. El estadio se caía abajo con cada tema y todo era ovacionado en señal de aceptación. Sin embargo, cuando la agrupación se dispuso a tocar una seguidilla de canciones del nuevo álbum, surgieron los inconvenientes. Entre “Fantasma” y “Guadalupe” pasaron varios minutos en el medio, algunos acoples y bastantes silbidos, e inclusive hubo que esperar un tiempo considerable para poder apreciar el gran estreno de la noche. Ese estreno fue el video de “Como Alí”,, que sonó realmente bajo y solo pudo ser disfrutado en plenitud cuando LOS PIOJOS lo interpretaron tras el clip, aún intentando superar varios defectos.
De todas formas la gente, en su mayoría dispuesta a aceptar los problemas que nacían en el camino, no dejó de festejar y entendió el esfuerzo que realizaron muchas personas para que el show viera la luz. Es verdad, hubo muchos comentarios negativos en la lenta peregrinación de retorno, pero la sensación general fue de entendimiento.
Finale
No faltó el momento ideal para la emoción, con encendedores generalizados por todo River, gracias a la voz de MICKY RODRIGUEZ en “Fijate”, y la de CIRO en la desgarradora “Muy despacito” y en “Canción de cuna”, con violín incluido y junto a los hijos de los músicos, quienes hicieron un coro plagado de ternura.
Luego, empezaron los amagues del fin, aunque la banda terminó tocando casi una hora más. Desfilaron los dos últimos de “Máquina De Sangre” –diez fueron en total los que sonaron de dicha placa-, “Sudestada” y “Al desierto”, y también llegaron los clásicos ideales para el pogo como “Chac tu chac” –con PABLO GUERRA, ex piojo, en la viola-, “Llévatelo”, “Vine hasta aquí”, “Zapato de gamuza azul” y el final definitivo con “El balneario de los doctores crotos”, tema que contó con murgas de distintos barrios como invitadas.
Mientras sonaba “Finale”, los cinco integrantes hacían la mítica lectura de las banderas presentes, aunque no de todas, ya que la cantidad superaba todo intento humano. Y por último, la noche concluyó con varios minutos de incesantes fuegos artificiales.
“Nos acostumbraron a llenar Arpegios, nos acostumbraron a llenar Obras, tocamos en Atlanta, en el Luna Park, y ahora ¿nos van a acostumbrar a llenar River?”, preguntó CIRO a su gente. Solo el tiempo lo dirá...
LOS PIOJOS pudieron. Llenaron el estadio más grande de Argentina, endulzaron el oído de los presentes con potentes solos de armónica, teclados y guitarra, presentaron un disco y aprendieron a lidiar con imprevistos.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
Los dos músicos -de larga trayectoria en el rock nacional- y un ensamble polifónico se presentarán el viernes 19 de diciembre en el teatro Gran Rex, por primera vez juntos en Capital Federal.
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Muchos son los músicos que desde los comienzos de nuestro rock reman y reman sobre una balsa que no naufragó. Ellos son los que, sólo con algunos acordes y mucha pasión, han desplegado un abanico de posibilidades artísticas en Argentina. ¿Quién olvidará las bandas por las que ha pasado CHARLY GARCIA, o la mágica lírica del "FLACO" SPINETTA, o la solvencia de PEDRO AZNAR, o la incorruptible voz de DAVID LEBON? Es justamente esa generación de rockeros la que sigue sorprendiendo al viejo y nuevo público con regalos cada vez más descabellados.
Un buen ejemplo es el show que darán LEBON y AZNAR en el Teatro Gran Rex. La cita será el viernes 19 de diciembre e incluirá, como particularidad, un ensamble polifónico. La ocasional agrupación planea repetir el éxito logrado en 2001, cuando la idea fue puesta en marcha en Mendoza, junto con la Filarmónica Provincial.
En exclusivo para EL ACOPLE, DAVID LEBON habló sobre el show del día 19 y dijo: "Creo que la gente se merece lo mejor y eso es lo que trataré de hacer".
Las entradas están desde $15 y ya pueden adquirirse directamente en el Gran Rex (corrientes 857) todos los días de 10 a 22hs.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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Muchos son los músicos que desde los comienzos de nuestro rock reman y reman sobre una balsa que no naufragó. Ellos son los que, sólo con algunos acordes y mucha pasión, han desplegado un abanico de posibilidades artísticas en Argentina. ¿Quién olvidará las bandas por las que ha pasado CHARLY GARCIA, o la mágica lírica del "FLACO" SPINETTA, o la solvencia de PEDRO AZNAR, o la incorruptible voz de DAVID LEBON? Es justamente esa generación de rockeros la que sigue sorprendiendo al viejo y nuevo público con regalos cada vez más descabellados.
Un buen ejemplo es el show que darán LEBON y AZNAR en el Teatro Gran Rex. La cita será el viernes 19 de diciembre e incluirá, como particularidad, un ensamble polifónico. La ocasional agrupación planea repetir el éxito logrado en 2001, cuando la idea fue puesta en marcha en Mendoza, junto con la Filarmónica Provincial.
En exclusivo para EL ACOPLE, DAVID LEBON habló sobre el show del día 19 y dijo: "Creo que la gente se merece lo mejor y eso es lo que trataré de hacer".
Las entradas están desde $15 y ya pueden adquirirse directamente en el Gran Rex (corrientes 857) todos los días de 10 a 22hs.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
MIGUEL BOTAFOGO, uno de los maestros del blues argentino, cerró el año con una presentación solvente en el Nd/Ateneo. El término de un 2003 “inmensamente positivo”, según él mismo aclaró, que deja el camino listo para la grabación de su nuevo material discográfico.
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¿Vendrá del cosmos? Puede ser esa la única explicación que solvente su fijación con la temática. Un agradecimiento, un chiste, una canción, y luego algún delirio sobre el cosmos. Nadie lo sabe con certeza, pero sólo de ese reducto inimaginable para la mente humana puede haber salido alguien con tantas habilidades. ¿Sino de dónde? ¿Eh?
Lo cierto es que MIGUEL VILANOVA (alias “BOTAFOGO”, según PAPPO), salió al escenario con varias fijaciones más en su cabeza. No sólo intentar explicar el misterio del cosmos, sino también concluir un año “inmensamente positivo”, como él mismo declaró a EL ACOPLE luego de sudar por dos horas en el Nd/Ateneo. “Me siento muy honrado, porque en un país que tiene tantos grandes guitarristas, que me vengan a ver a mí es realmente algo muy lindo”, dejó en claro mientras la humildad parecía ponerlo colorado.
La historia ya es conocida. Un viejo blusero que, sentado en su pequeña silla, deleita el oído de los presentes a base de zapadas que se entremezclan con canciones ya conocidas. Sin embargo, lo establecido se disipaba gracias a la creatividad siempre inconforme de BOTAFOGO. A lo largo del show, MIGUEL fue añadiendo uno a uno distintos músicos a escena, logrando que el nivel artístico de la velada fuera ascendiendo a ritmo vertiginoso, con una espontaneidad y frescura merecedoras de los aplausos.
Poco a poco, y tema tras tema, la banda se fue completando primero con SERGIO ARIAS (bajo), luego CHESTER CASTELANI (batería), GUSTAVO LOZANO (teclados –se ganó una verdadera ovación por su solo-), OMAR RAMIREZ (teclados) y DANTE MEDINA (saxo). Y si algo demostró BOTAFOGO, fue ser un buen “5” en la cancha: cada canción tenía como protagonista principal a un determinado instrumento, pero tarde o temprano todo recaía sobre el blues-man, que levantaba la cabeza y punteaba con precisión.
Gente va, gente viene
La propuesta fue muy aceptada por todos, y continuó durante el resto del espectáculo. FABRICIO (armónica) y SANTIAGO (trombón) llegaron para hacer, junto con los otros seis músicos, la archi-conocida “Little red rooster”. Después, llegaron nada más y nada menos que SARCOFAGO y ROY (viola y bata, respectivamente) de LOS RATONES PARANOICOS para ponerle música a la improvisación parlante que esbozó BOTAFOGO.
Los invitados iban y venían, subían y bajaban, se quedaban en un rincón y escuchaban atentamente. Las combinaciones de músicos fueron incontables, pero todas dejaban frutos para no olvidar. Como “I want to be loved” (de WILLY DIXON) que contó, como condimento especial para la ocasión, con dos baterías (la segunda: ANDRÉS VILANOVA, de CARAJO, hijo de quien todos iban a ver). Recién cuando promediaba la noche, después de un rock and roll, una mágica zapada que rozó lo folklórico para desembocar en otro blues de WILLY DIXON y del “Blues para Argentina” de BOTAFOGO, llegaron algunas nuevas conjeturas sobre el cosmos.
MIGUEL VILANOVA se despedía de un año glorioso en el que volvió a girar por el mundo con invitados de talla grande. Una vez afuera, mientras se abrazaba con el público que lo esperaba, y firmaba algunos autógrafos, comenta de manera alegre: “El año que viene tiene que salir el nuevo disco que ya empezamos a grabar, y que lo va a producir mi hijo”. Un músico más que se despide del 2003, y que, a pesar del infaltable cansancio físico y mental que todos tienen de vez en cuando, resultó positivo y dejó preparado el terreno para uno todavía mejor.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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¿Vendrá del cosmos? Puede ser esa la única explicación que solvente su fijación con la temática. Un agradecimiento, un chiste, una canción, y luego algún delirio sobre el cosmos. Nadie lo sabe con certeza, pero sólo de ese reducto inimaginable para la mente humana puede haber salido alguien con tantas habilidades. ¿Sino de dónde? ¿Eh?
Lo cierto es que MIGUEL VILANOVA (alias “BOTAFOGO”, según PAPPO), salió al escenario con varias fijaciones más en su cabeza. No sólo intentar explicar el misterio del cosmos, sino también concluir un año “inmensamente positivo”, como él mismo declaró a EL ACOPLE luego de sudar por dos horas en el Nd/Ateneo. “Me siento muy honrado, porque en un país que tiene tantos grandes guitarristas, que me vengan a ver a mí es realmente algo muy lindo”, dejó en claro mientras la humildad parecía ponerlo colorado.
La historia ya es conocida. Un viejo blusero que, sentado en su pequeña silla, deleita el oído de los presentes a base de zapadas que se entremezclan con canciones ya conocidas. Sin embargo, lo establecido se disipaba gracias a la creatividad siempre inconforme de BOTAFOGO. A lo largo del show, MIGUEL fue añadiendo uno a uno distintos músicos a escena, logrando que el nivel artístico de la velada fuera ascendiendo a ritmo vertiginoso, con una espontaneidad y frescura merecedoras de los aplausos.
Poco a poco, y tema tras tema, la banda se fue completando primero con SERGIO ARIAS (bajo), luego CHESTER CASTELANI (batería), GUSTAVO LOZANO (teclados –se ganó una verdadera ovación por su solo-), OMAR RAMIREZ (teclados) y DANTE MEDINA (saxo). Y si algo demostró BOTAFOGO, fue ser un buen “5” en la cancha: cada canción tenía como protagonista principal a un determinado instrumento, pero tarde o temprano todo recaía sobre el blues-man, que levantaba la cabeza y punteaba con precisión.
Gente va, gente viene
La propuesta fue muy aceptada por todos, y continuó durante el resto del espectáculo. FABRICIO (armónica) y SANTIAGO (trombón) llegaron para hacer, junto con los otros seis músicos, la archi-conocida “Little red rooster”. Después, llegaron nada más y nada menos que SARCOFAGO y ROY (viola y bata, respectivamente) de LOS RATONES PARANOICOS para ponerle música a la improvisación parlante que esbozó BOTAFOGO.
Los invitados iban y venían, subían y bajaban, se quedaban en un rincón y escuchaban atentamente. Las combinaciones de músicos fueron incontables, pero todas dejaban frutos para no olvidar. Como “I want to be loved” (de WILLY DIXON) que contó, como condimento especial para la ocasión, con dos baterías (la segunda: ANDRÉS VILANOVA, de CARAJO, hijo de quien todos iban a ver). Recién cuando promediaba la noche, después de un rock and roll, una mágica zapada que rozó lo folklórico para desembocar en otro blues de WILLY DIXON y del “Blues para Argentina” de BOTAFOGO, llegaron algunas nuevas conjeturas sobre el cosmos.
MIGUEL VILANOVA se despedía de un año glorioso en el que volvió a girar por el mundo con invitados de talla grande. Una vez afuera, mientras se abrazaba con el público que lo esperaba, y firmaba algunos autógrafos, comenta de manera alegre: “El año que viene tiene que salir el nuevo disco que ya empezamos a grabar, y que lo va a producir mi hijo”. Un músico más que se despide del 2003, y que, a pesar del infaltable cansancio físico y mental que todos tienen de vez en cuando, resultó positivo y dejó preparado el terreno para uno todavía mejor.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
Mientras preparan nuevo disco, VIA VARELA sigue creciendo y afianzándose a los escenarios porteños. Aquí, la aventura de “volver a debutar” en el mítico Cemento (19/10), y de tocar en Hangar (28/11) por tercera vez en el año.
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(PUBLICADA EN EL SITIO WEB OFICIAL DE VIA VARELA: http://www.viavarela.com/nota3.php)
La imagen era digna de una postal. LIMÓN dejaba paralizados a los presentes con su voz desgarradora y la impactante presencia que demuestra durante los shows, DANIEL DÍAZ deshacía la viola en un poderoso solo, JUAN MANUEL QUIROZ se aferraba al bajo tocando y saltando con gran categoría, y DIEGO LEROUX desparramaba sudor de su frente al tiempo que golpeaba su bata con precisión suiza. Era “Cielo gris”, un clásico de VIA VARELA, que retumbaba sin parar por las rockeras paredes de Cemento.
Un momento algo especial por varios motivos. Primero, porque la agrupación había debutado diez años atrás en el mismo lugar, aunque con otra formación. Por lo tanto, se trataba de un nuevo “volver a empezar”, cargado de compromiso musical y esperanza de renacer en el under porteño. Y segundo, porque fueron justamente los integrantes de VIA VARELA los que levantaron al difícil público metalero que aguardaba la salida de MAD.
La otra cita sucedió en Hangar, un lugar en Liniers que ya está acostumbrado a la visita de la banda. Durante 2003, se habían presentado junto a CIENFUEGOS, PEZ y NATAS (15/3), luego con LAS MANOS DE FILIPPI (30/4), y ahora tocaba el turno con EL SOLDADO.
Como ya lo vienen haciendo, aprovecharon para presentar su naciente música a distintos tipos de espectadores. Así sonaron canciones como “No es que lloro”, “Caminero”, “Che Manolo” y “Subís, bajás”, entre otros, todos posibles integrantes del nuevo material discográfico que VIA VARELA planea editar en los primeros meses de 2004, y que contará con sorpresas interesantes. Una vez más descendían del escenario solvencia y virtuosismo, componentes ciento por ciento necesarios para superar con éxito los problemas que nunca faltan.
Se acerca fin de año. El término de 365 días en los que la agrupación supo madurar en todos los sentidos, componer, tocar e iniciar el largo camino de hormiga para hacerse conocer. El árbitro ya tocó el silbato, la pelota está girando, y puede dirigirse directamente hacia el arco...
Nacho Girón. Especial para ViaVarela.com
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(PUBLICADA EN EL SITIO WEB OFICIAL DE VIA VARELA: http://www.viavarela.com/nota3.php)
La imagen era digna de una postal. LIMÓN dejaba paralizados a los presentes con su voz desgarradora y la impactante presencia que demuestra durante los shows, DANIEL DÍAZ deshacía la viola en un poderoso solo, JUAN MANUEL QUIROZ se aferraba al bajo tocando y saltando con gran categoría, y DIEGO LEROUX desparramaba sudor de su frente al tiempo que golpeaba su bata con precisión suiza. Era “Cielo gris”, un clásico de VIA VARELA, que retumbaba sin parar por las rockeras paredes de Cemento.
Un momento algo especial por varios motivos. Primero, porque la agrupación había debutado diez años atrás en el mismo lugar, aunque con otra formación. Por lo tanto, se trataba de un nuevo “volver a empezar”, cargado de compromiso musical y esperanza de renacer en el under porteño. Y segundo, porque fueron justamente los integrantes de VIA VARELA los que levantaron al difícil público metalero que aguardaba la salida de MAD.
La otra cita sucedió en Hangar, un lugar en Liniers que ya está acostumbrado a la visita de la banda. Durante 2003, se habían presentado junto a CIENFUEGOS, PEZ y NATAS (15/3), luego con LAS MANOS DE FILIPPI (30/4), y ahora tocaba el turno con EL SOLDADO.
Como ya lo vienen haciendo, aprovecharon para presentar su naciente música a distintos tipos de espectadores. Así sonaron canciones como “No es que lloro”, “Caminero”, “Che Manolo” y “Subís, bajás”, entre otros, todos posibles integrantes del nuevo material discográfico que VIA VARELA planea editar en los primeros meses de 2004, y que contará con sorpresas interesantes. Una vez más descendían del escenario solvencia y virtuosismo, componentes ciento por ciento necesarios para superar con éxito los problemas que nunca faltan.
Se acerca fin de año. El término de 365 días en los que la agrupación supo madurar en todos los sentidos, componer, tocar e iniciar el largo camino de hormiga para hacerse conocer. El árbitro ya tocó el silbato, la pelota está girando, y puede dirigirse directamente hacia el arco...
Nacho Girón. Especial para ViaVarela.com
En una noche que resultó más fría de lo que el pronóstico anunciaba, el calor humano superó todas las barreras y venció. Dentro de El Teatro, reinaba la alegría, el pogo y el festejo, como en las dos veces anteriores. Esta vez KAPANGA reunía a su fiel hinchada con motivo de un formal “cierre de año”, el cual representó un gran crecimiento a nivel convocatoria, una increíble maduración a nivel grupal y varias sólidas presentaciones en distintos puntos del país.
Como ya viene sucediendo desde hace un tiempo, el largo repertorio incluyó temas que recorrieron sus cuatro trabajos discográficos, desde “A 15cm de la realidad”, hasta “Botánika”, el más reciente. El show contó incluso con algunas perlas perdidas, como el caso de “Amor pulpo”, que había sido tocado solamente una vez en vivo. Además, la banda oriunda del barrio de Quilmes, supo mechar con precisión clínica los clásicos infaltables con aquellos temas que no lograron entrar en la vorágine del sistema comercial.
Los calurosos invitados elevaron la calidad de la presentación: se acercaban uno a uno, se abrazaban con MONO, MAIKEL, BALDE, PRÍNCIPE y MAFFIA, gritaban o cantaban, desparramaban euforia y volvían a observar el show como uno mas del montón. El primer turno fue para EDUARDO SCHMIDTH y PABLO ROMERO, de la creciente ARBOL, quienes llegaron, siempre con sus caras felices, para intentar entonar “La taberna” (PABLITO ni siquiera sabía la letra, pero la diversión no estuvo ausente). En cambio, a la hora de “Angus Young” (una excelente parodia a los muchachos de AC/DC), fue WALTER MESA, de ORCAS, el encargado de desgarrar su voz frente a la tumultuosa hinchada que no paraba de apretujarse. Por último, apareció en escena FERNANDO “CARUCHA” PODESTÁ, de NATIVO, para cantar junto al MONO un tema ideal para descontrolarse “Demasiado”.
MAIKEL, el flamante violero que fue aplaudido como nunca, se animó a puntear en varias ocasiones, y hasta incursionó en solos y zapadas de ritmos que no son usuales escuchar en KAPANGA (¡alguna vez el MONO reconoció que la banda podría definirse como una justa fusión entre CARLOS “LA MONA” JIMENEZ e IRON MAIDEN!). “Labios”, “Cecator, el borracho” (mezclada con “Stir it up” de BOB MARLEY), “Mate a mi madre”, “Amor secreto” y “Por el camino”, fueron de lo más prolijo y festejado del recital, aunque todavía faltaban algunas sorpresas para los bises.
Después de “El bailarín asesino” (esta vez sin DARGELOS) los músicos comenzaron a interpretar, como habitualmente lo hacen, algunos tramos de canciones inolvidables de bandas inolvidables. “Es nuestro pequeño homenaje”, aclaraba MONO después de “Should i stay or should i go” (THE CLASH), “Un poco de amor francés” (PATRICIO REY Y SUS REDONDITOS DE RICOTA) y “Smeel like teen spirit” (NIRVANA).
MAIKEL ya había volado desde el escenario para llegar directamente hacia el público. Otra vez arriba, despeinado y con menos ropa, hacía la reverencia final junto a sus compañeros, por última vez en el glorioso 2003. En los próximos meses iniciarán una larga gira por Europa, en donde también aprovecharán para preparar material para el próximo disco, que podría salir a mediados del año que viene. Mientras tanto los kapangueros tendrán que conformarse con saber que su banda predilecta ya está en una senda que lleva inexorablemente al fortalecimiento.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Como ya viene sucediendo desde hace un tiempo, el largo repertorio incluyó temas que recorrieron sus cuatro trabajos discográficos, desde “A 15cm de la realidad”, hasta “Botánika”, el más reciente. El show contó incluso con algunas perlas perdidas, como el caso de “Amor pulpo”, que había sido tocado solamente una vez en vivo. Además, la banda oriunda del barrio de Quilmes, supo mechar con precisión clínica los clásicos infaltables con aquellos temas que no lograron entrar en la vorágine del sistema comercial.
Los calurosos invitados elevaron la calidad de la presentación: se acercaban uno a uno, se abrazaban con MONO, MAIKEL, BALDE, PRÍNCIPE y MAFFIA, gritaban o cantaban, desparramaban euforia y volvían a observar el show como uno mas del montón. El primer turno fue para EDUARDO SCHMIDTH y PABLO ROMERO, de la creciente ARBOL, quienes llegaron, siempre con sus caras felices, para intentar entonar “La taberna” (PABLITO ni siquiera sabía la letra, pero la diversión no estuvo ausente). En cambio, a la hora de “Angus Young” (una excelente parodia a los muchachos de AC/DC), fue WALTER MESA, de ORCAS, el encargado de desgarrar su voz frente a la tumultuosa hinchada que no paraba de apretujarse. Por último, apareció en escena FERNANDO “CARUCHA” PODESTÁ, de NATIVO, para cantar junto al MONO un tema ideal para descontrolarse “Demasiado”.
MAIKEL, el flamante violero que fue aplaudido como nunca, se animó a puntear en varias ocasiones, y hasta incursionó en solos y zapadas de ritmos que no son usuales escuchar en KAPANGA (¡alguna vez el MONO reconoció que la banda podría definirse como una justa fusión entre CARLOS “LA MONA” JIMENEZ e IRON MAIDEN!). “Labios”, “Cecator, el borracho” (mezclada con “Stir it up” de BOB MARLEY), “Mate a mi madre”, “Amor secreto” y “Por el camino”, fueron de lo más prolijo y festejado del recital, aunque todavía faltaban algunas sorpresas para los bises.
Después de “El bailarín asesino” (esta vez sin DARGELOS) los músicos comenzaron a interpretar, como habitualmente lo hacen, algunos tramos de canciones inolvidables de bandas inolvidables. “Es nuestro pequeño homenaje”, aclaraba MONO después de “Should i stay or should i go” (THE CLASH), “Un poco de amor francés” (PATRICIO REY Y SUS REDONDITOS DE RICOTA) y “Smeel like teen spirit” (NIRVANA).
MAIKEL ya había volado desde el escenario para llegar directamente hacia el público. Otra vez arriba, despeinado y con menos ropa, hacía la reverencia final junto a sus compañeros, por última vez en el glorioso 2003. En los próximos meses iniciarán una larga gira por Europa, en donde también aprovecharán para preparar material para el próximo disco, que podría salir a mediados del año que viene. Mientras tanto los kapangueros tendrán que conformarse con saber que su banda predilecta ya está en una senda que lleva inexorablemente al fortalecimiento.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
LA RUSA, una sólida agrupación del barrio de Floresta, presentó en el ASBURY PARK su segundo disco “Pura Sangre”. Después de cinco meses sin recitales, también aprovechó para tocar temas viejos y clásicos de todos los tiempos, resultando así una noche con interesantes condimentos. EZENZIA fueron los invitados de honor.
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Un sudado, excitado y emocionado jóven llamado DIEGO BEISERMAN, todavía intentando recuperar la respiración luego de un show de más de dos horas, afirma: ”Esta noche la viví a full, fue realmente mejor de lo que esperábamos... la convocatoria nos asombró”, y agrega con una sonrisa que recorre de punta a punta su enorme boca estilo MICK JAGGER: ”La banda de alguna manera está alcanzando la madurez, eso se refleja en el escenario y por eso esperamos seguir por este mismo camino”.
DIEGO, hijo de DANIEL BEISERMAN (bajista y uno de los principales compositores de MEMPHIS LA BLUSERA), se encarga del instrumento base y de regalar su voz a la gente que, recital tras recital, le demuestra su aguante. Junto con ARIEL DEDOVICH (armónica), MATIAS SALOMON (guitarra), DAMIAN CASANOVA (batería), y JUAN MIGONE (teclados), forman una banda que sabe mezclar en la dosis justa tanto blues como rock and roll: LA RUSA.
La noche había empezado post-medianoche con los cinco integrantes de EZENZIA, quienes se dedicaron a mostrar su rock a los que iban ingresando lentamente al ASBURY PARK. Durante el segundo tema, “El viaje”, mientras una mujer hacía malabares con fuego frente al escenario, era notorio que aún eran pocos los presentes. En cambio, llegando al final del espectáculo, “Mejor no hablar de ciertas cosas” (de SUMO) fue la ocasión ideal para darse que cuenta que el lugar se había llenado completamente.
A puro sentimiento
A pesar de haber nacido allá por 1995, LA RUSA tiene tan sólo dos discos en su haber. El primero fue “Cueste Lo Que Cueste”, reconocido por su solvencia y calificado como un debut muy prometedor. El segundo, “Pura Sangre”, era el disco que se iba a presentar esa misma noche. Por eso la tensión, la emoción y las ganas de regalar nueva música a los oídos de los presentes fluía por la piel de cada uno de los rusos.
Fue un show largo que empezó con bengalas, sudor y pogo de la mano del estreno “Cristal”. De ahí en más, sonarían los temas del nuevo cd, como “Torino”, “Mi negra”, “Algo bueno” y “Pólvora”, todos escuchados con atención devota. Aunque quizás, uno de los más aceptados haya sido “Angel”, hermosa canción lenta que trajo un poco de calma entre tanta euforia.
La verdadera energía y el auténtico aguante llegaron con los temas viejos y algunos clásicos de clásicos. Así, “Autopista hacia retiro”, “La pícara princesa” “Rocanroleame otra vez” y “Little Queenie” (de CHUCK BERRY), entre tantos otros, lograron que el ambiente se condense en una cálida caldera de marca rusa.
Las cuatro de la mañana podría significar en otro tipo de público la señal para partir hacia los respectivos hogares, pero para éste (acostumbrado a largas zapadas bluseras y habituado a escuchar hasta la mañana discos de solistas y agrupaciones tan transnocheras como los ROLLING STONES, KINKS, MUDDY WATERS, JAMES COTTON o JIMI HENDRIX) cuanto más tarde parece ser mejor para disfrutar de la música.
Por eso, sin cesar de saltar y gritar, los presentes pedían y pedían que “Cueste lo que cueste”, para conseguir unos “Dulces sueños”, necesitaban un tema especial para el cierre. Esos que levantan los ánimos hasta niveles sobrenaturales, que se archivan rápidamente en el corazón de quienes los escuchan y que son reclamados siempre por la masa. Ese tema, ideal para un final a puro trapo, fue “Nunca se acaba” (nunca se acaba / la banda quiere rock & roll), el cual pareció ser un rezo popular proveniente del escenario y que incluyó un excelente solo de teclado y de armónica para redondear la velada.
Sin más que alegría y satisfacción, los integrantes de LA RUSA se desarmaban en un fuertísimo abrazo con el público. La noche había resultado redonda, y DIEGO lo dejó bien en claro: “Fue una linda presentación del disco y estamos muy optimistas con respecto al futuro, porque si bien la banda todavía no tocó el techo, sé que todo esto da para más y eso de a poquito se va notando”.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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Un sudado, excitado y emocionado jóven llamado DIEGO BEISERMAN, todavía intentando recuperar la respiración luego de un show de más de dos horas, afirma: ”Esta noche la viví a full, fue realmente mejor de lo que esperábamos... la convocatoria nos asombró”, y agrega con una sonrisa que recorre de punta a punta su enorme boca estilo MICK JAGGER: ”La banda de alguna manera está alcanzando la madurez, eso se refleja en el escenario y por eso esperamos seguir por este mismo camino”.
DIEGO, hijo de DANIEL BEISERMAN (bajista y uno de los principales compositores de MEMPHIS LA BLUSERA), se encarga del instrumento base y de regalar su voz a la gente que, recital tras recital, le demuestra su aguante. Junto con ARIEL DEDOVICH (armónica), MATIAS SALOMON (guitarra), DAMIAN CASANOVA (batería), y JUAN MIGONE (teclados), forman una banda que sabe mezclar en la dosis justa tanto blues como rock and roll: LA RUSA.
La noche había empezado post-medianoche con los cinco integrantes de EZENZIA, quienes se dedicaron a mostrar su rock a los que iban ingresando lentamente al ASBURY PARK. Durante el segundo tema, “El viaje”, mientras una mujer hacía malabares con fuego frente al escenario, era notorio que aún eran pocos los presentes. En cambio, llegando al final del espectáculo, “Mejor no hablar de ciertas cosas” (de SUMO) fue la ocasión ideal para darse que cuenta que el lugar se había llenado completamente.
A puro sentimiento
A pesar de haber nacido allá por 1995, LA RUSA tiene tan sólo dos discos en su haber. El primero fue “Cueste Lo Que Cueste”, reconocido por su solvencia y calificado como un debut muy prometedor. El segundo, “Pura Sangre”, era el disco que se iba a presentar esa misma noche. Por eso la tensión, la emoción y las ganas de regalar nueva música a los oídos de los presentes fluía por la piel de cada uno de los rusos.
Fue un show largo que empezó con bengalas, sudor y pogo de la mano del estreno “Cristal”. De ahí en más, sonarían los temas del nuevo cd, como “Torino”, “Mi negra”, “Algo bueno” y “Pólvora”, todos escuchados con atención devota. Aunque quizás, uno de los más aceptados haya sido “Angel”, hermosa canción lenta que trajo un poco de calma entre tanta euforia.
La verdadera energía y el auténtico aguante llegaron con los temas viejos y algunos clásicos de clásicos. Así, “Autopista hacia retiro”, “La pícara princesa” “Rocanroleame otra vez” y “Little Queenie” (de CHUCK BERRY), entre tantos otros, lograron que el ambiente se condense en una cálida caldera de marca rusa.
Las cuatro de la mañana podría significar en otro tipo de público la señal para partir hacia los respectivos hogares, pero para éste (acostumbrado a largas zapadas bluseras y habituado a escuchar hasta la mañana discos de solistas y agrupaciones tan transnocheras como los ROLLING STONES, KINKS, MUDDY WATERS, JAMES COTTON o JIMI HENDRIX) cuanto más tarde parece ser mejor para disfrutar de la música.
Por eso, sin cesar de saltar y gritar, los presentes pedían y pedían que “Cueste lo que cueste”, para conseguir unos “Dulces sueños”, necesitaban un tema especial para el cierre. Esos que levantan los ánimos hasta niveles sobrenaturales, que se archivan rápidamente en el corazón de quienes los escuchan y que son reclamados siempre por la masa. Ese tema, ideal para un final a puro trapo, fue “Nunca se acaba” (nunca se acaba / la banda quiere rock & roll), el cual pareció ser un rezo popular proveniente del escenario y que incluyó un excelente solo de teclado y de armónica para redondear la velada.
Sin más que alegría y satisfacción, los integrantes de LA RUSA se desarmaban en un fuertísimo abrazo con el público. La noche había resultado redonda, y DIEGO lo dejó bien en claro: “Fue una linda presentación del disco y estamos muy optimistas con respecto al futuro, porque si bien la banda todavía no tocó el techo, sé que todo esto da para más y eso de a poquito se va notando”.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
“Pensamos en la masividad porque creemos en lo que hacemos”
Ellos decidieron, desde 1993, “lanzar todo”. Lanzar todo su potencial musical y creativo para plasmarlo en una banda que irradia potencia desde cualquier lado que se la mire. A punto de lanzar su primer videoclip, nominados recientemente por MTV y en tratativas para tocar en River con... ¡METALLICA! la banda parece estar tranquila pero atenta a una posible avalancha de éxitos.
TOTUS TOSS, la jugosa propuesta basada en rock potente integrada por DIAGO BERTA (voz), LISARDO ÁLVAREZ (guitarra), JULIO MUÑOZ (bajo) y MARCELO BARAJ (batería), habló (terraza, sol y cerveza de por medio) sobre su comienzo, su consolidación como grupo, el disco y las ganas de ser grandes.
(Generación Músicos) ¿En qué fueron modificando a la banda los distintos cambios de formación?
(Marcelo) Yo te puedo contar desde mi entrada a TOTUS. Después de eso el único cambio fue que también llegó Julio (Muñoz), que empezó a tocar con nosotros enseguida que se fue el anterior bajista. A partir de nuestra incorporación se ordenó el grupo. Ellos venían de trabajar de una forma muy desordenada en el sentido musical y organizativo. Pero de a poco empezamos a grabar el primer demo, los primeros videos, giras, etc. Con la llegada de Julio hubo un cambio relacionado con la música, como por ejemplo darle más bola a las voces, concentrarse más en los arreglos o afirmar los temas en los ensayos. Y todavía seguimos en eso.
(Julio) Yo andaba buscando gente pero nos conocimos y se armó una química especial que arrancó y no paró de ascender. Noto que en todo este tiempo empezamos a tener bastantes logros musicales y organizativos. Además hay gente que labura de onda la parte del sonido o de la asistencia, y eso ayuda. Por suerte se está creando algo sólido.
(Lisardo) Para mí el cambio fue radical. Por suerte fuimos evolucionando rápido. Es constante el avance, pero sobre todo cuando entró Marcelo las cosas cambiaron totalmente. Con Julio pasó exactamente lo mismo. Esos cambios también nos van transformando a los demás integrantes.
(Generación Músicos) ¿Cómo fue evolucionando el sonido de la banda a través del tiempo?
(Marcelo) A mí me gustaba TOTUS TOSS antes de estar adentro. Al principio me habían mostrado discos de unos demos, pero estaba todo mal tocado, también porque ellos eran muy chicos. Es que en la música todos los días vas aprendiendo algo nuevo, vas ganando experiencia. Yo hace veinte años que toco pero hace tres que estoy con esta banda y te puedo decir que aprendí muchísimo. También me ayudó el hecho de estar acompañado por gente que piensa igual en lo musical.
(Julio) Hay una coincidencia de muchos factores y gracias a eso se logró un sonido “personal” y “sólido”. Es un trabajo que lo estamos haciendo despacito pero va llegando a donde nosotros queremos.
(Generación Músicos) ¿Qué los incentiva a tocar?
(Marcelo) Yo por ejemplo toco en otros grupos, y eso en cierta forma me lo tomo como un trabajo. Pero acá me pasan otras cosas, que además nos impulsan a rompernos el orto, ensayar mucho, trabajar.
(Julio) Un incentivo son las ganas de superarse tocando y buscando un sonido más personal y potente.
(Generación Músicos) ¿Cuál es la diferencia entre tomar a la música como un trabajo o como un sentimiento?
(Marcelo) Cuando trabajás de músico, vas y haces lo que te dicen que tenés que hacer. En cambio, en un grupo haces lo que vos sentís, demostrás lo que a vos te pasa con la música. Ya me pasó varias veces eso, por ejemplo cuando estuve en CATUPECU MACHU: un grupo de gente que se junta a tocar y termina creando un estilo, un sonido particular. En TOTUS TOSS sucede lo mismo, porque cada uno siente las cosas de una forma y le va aportando matices nuevos al grupo.
(Generación Músicos) ¿Cómo es el contacto que tienen con la gente que los sigue?
(Marcelo) Re grosso. Hubo personas que vinieron con un “TOTUS TOSS” tatuado en el cuerpo para toda la vida, por ejemplo. Son cosas muy fuertes. Pero más allá de eso hay mucha buena onda entre nosotros y el público. Aparte es buena gente la que viene a vernos; es como el público ideal. A veces voy a ver a otros grupos de rock y me doy cuenta que no me identifico mucho con la gente que los aguanta.
(Generación Músicos) Pero, ¿influye la actitud que tenga cada banda? ¿O es sólo cuestión de suerte tener un público copado?
(Julio) No sé bien cómo es, porque nosotros hacemos las cosas inconscientemente. No decimos “vamos a sonar de tal forma para que venga tal gente”, nada más hacemos lo que sentimos, lo que nos pasa por el corazón, por la cabeza, y después se acerca la gente que se siente bien con esa música.
(Marcelo) Siempre les digo a mis alumnos que uno cuando toca refleja en el sonido el estado de ánimo que tenés en el momento. Cualquier cosa que hagas sin pensarla o sin sentirla seguro que no va a estar buena. Por eso, hay que demostrar lo que la banda siente y el público lo aceptará de mejor manera, o no. El chabón que vino con el tatuaje lo hizo porque nosotros cuatro le transmitimos algo.
(Generación Músicos) ¿Escuchan historias o anécdotas de sus seguidores? Debe estar bueno cuando se quiebra esa barrera entre escenario y público.
(Lisardo) A mí me flasheó cuando conocí a ese pibe tatuado. Yo estaba re en pedo pero cuando vi eso se me fue todo y de la sorpresa me fui a mi casa. Fue increíble ver nuestro nombre en el cuerpo de una persona que ni siquiera forma parte de la banda.
(Generación Músicos) ¿En qué los enriquece y favorece el contacto con otras agrupaciones?
(Lisardo) Fue una etapa que sobre todo vivimos al principio. Nos juntábamos varias bandas y todos armábamos un mismo concierto, o a veces organizábamos fiestas. Ahora tocamos con otros grupos pero la mayoría de las cosas las manejamos nosotros, a no ser que nos inviten al interior. Acá en Capital ya casi no lo hacemos porque eso implica empezar a relegar criterios como la puesta en escena y el sonido.
(Marcelo) Uno de los mejores shows en los que yo toqué con TOTUS TOSS fue en The Roxy... y tocamos solos. Me acuerdo que terminamos de probar sonido y al rato me impresioné de ver todo como lo habíamos dejado. Porque cuando compartís escenario con varias agrupaciones después encontrás todo al revés y terminas disfrutando menos el show.
(Generación Músicos) ¿Cómo es TOTUS TOSS de gira?
(Lisardo) Se disfruta a full. Siempre digo que no entiendo a los “grupos grandes” que se quejan de girar porque terminan cansados. Los integrantes de esos grupos no cargan equipos, no tienen que hacer nada: bajan del avión, llegan al hotel, hacen notas, van para un estadio repleto de gente avivándolos, vuelven al hotel, duermen, y después dicen que están quemados o que la gira los mató. ¡Qué hijos de p...! Nosotros estuvimos de viaje quince días comiendo papas, cebolla y zanahorias, cuando volví me operé de hemorroides, ¿entendés? (risas). En resumen, nosotros lo aprovechamos al mango. Y mirá que cargamos, armamos los equipos, tocamos, desarmamos, pero estamos re felices.
(Generación Músicos) ¿Van viendo los frutos cuado vuelven a los mismos lugares por donde giraron?
(Lisardo) Sí, los frutos se ven. Hay mucha gente de la provincia que nos va reconociendo. Además, al estar tanto tiempo juntos aprovechamos para componer.
(Generación Músicos) ¿Y cómo fue la grabación de su primer disco, “Inflamable Alma”?
(Lisardo) ¡Qué capítulo eh! ¡Vamos a un corte! (risas). Fue un proceso largo porque tuvimos un montón de problemas. ¡Contále de lo del disco rígido! (señala a Marcelo Baraj)
(Marcelo) Hubo un problema con el disco rígido de la computadora en donde teníamos grabado todo nuestro material. Lo quisieron arreglar, lo mandaron a Estados Unidos, allá no lo pudieron solucionar, pero finalmente lo agarró una especie de hacker de acá y lo recuperó. Después de ese episodio fuimos a laburar a otro estudio, cambiamos de técnico, entró a la banda Julio, nos fuimos de gira.
(Lisardo) Teníamos diez millones de cosas para hacer y entre esas estaba el disco que también era re importante. Pero terminamos demorando porque no teníamos mucho apuro; las canciones son tan frescas que hasta las escuchás hoy día y parecen actuales. El trabajo en sí fue madurando cada vez más. Igual me acuerdo que al final teníamos una ansiedad de locos por sacarlo a la luz.
(Generación Músicos) ¿Sintieron y sienten la aceptación de la gente que lo escuchó?
(Lisardo) Nosotros somos un grupo que se está haciendo de abajo, paso por paso y escalonadamente. Se fue aceptando lo que hicimos, inclusive de a poquito va viniendo más gente a vernos y se interesa en lo que hacemos.
(Generación Músicos) ¿Cuáles son sus futuros proyectos?
(Julio) Yo estoy por tener un pibe... (risas).
(Lisardo) Ahora estamos componiendo. Pero la primicia es que hace unos días terminamos de filmar el video de “Mal de ojos”, en Uruguay. Se va a estrenar en una semana o quince días. También hay bastantes fechas a confirmar y de a poquito vamos preparando cosas para el segundo disco.
(Marcelo) Estamos viendo de tocar en el Quilmes Rock, en Cosquín y en San pedro que este año se hace de vuelta.
(Lisardo) Además vamos a empezar a ensayar todos los días porque sentimos que el grupo lo necesita, nos va a hacer bien. Otra cosa positiva es la nominación que nos dio MTV, lo cual tuvo bastante prensa. Y lo último es si sale o no lo de METALLICA (si señores, podrían llegar a ser soportes de METALLICA, ¡chupate esa mandarina!). Recién hable con Trujillo (risas) y hay buena onda.
(Generación Músicos) ¿Piensan en la masividad?
(Lisardo) ¡Claro que pensamos en la masividad! ¡Totalmente! El que se sube arriba de un escenario y dice que no le gusta que lo miren está mintiendo. Pensamos en la masividad porque creemos en lo que hacemos y nos parece que está tan bueno que queremos que todo el mundo lo conozca. Es en ése sentido que nos queremos hacer más conocidos, pero no para “salvarnos”. Te lo aclaro porque millones de bandas piensan así.
(Marcelo) La idea es que nuestra propuesta explote ahora.
Entrevista: Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Ellos decidieron, desde 1993, “lanzar todo”. Lanzar todo su potencial musical y creativo para plasmarlo en una banda que irradia potencia desde cualquier lado que se la mire. A punto de lanzar su primer videoclip, nominados recientemente por MTV y en tratativas para tocar en River con... ¡METALLICA! la banda parece estar tranquila pero atenta a una posible avalancha de éxitos.
TOTUS TOSS, la jugosa propuesta basada en rock potente integrada por DIAGO BERTA (voz), LISARDO ÁLVAREZ (guitarra), JULIO MUÑOZ (bajo) y MARCELO BARAJ (batería), habló (terraza, sol y cerveza de por medio) sobre su comienzo, su consolidación como grupo, el disco y las ganas de ser grandes.
(Generación Músicos) ¿En qué fueron modificando a la banda los distintos cambios de formación?
(Marcelo) Yo te puedo contar desde mi entrada a TOTUS. Después de eso el único cambio fue que también llegó Julio (Muñoz), que empezó a tocar con nosotros enseguida que se fue el anterior bajista. A partir de nuestra incorporación se ordenó el grupo. Ellos venían de trabajar de una forma muy desordenada en el sentido musical y organizativo. Pero de a poco empezamos a grabar el primer demo, los primeros videos, giras, etc. Con la llegada de Julio hubo un cambio relacionado con la música, como por ejemplo darle más bola a las voces, concentrarse más en los arreglos o afirmar los temas en los ensayos. Y todavía seguimos en eso.
(Julio) Yo andaba buscando gente pero nos conocimos y se armó una química especial que arrancó y no paró de ascender. Noto que en todo este tiempo empezamos a tener bastantes logros musicales y organizativos. Además hay gente que labura de onda la parte del sonido o de la asistencia, y eso ayuda. Por suerte se está creando algo sólido.
(Lisardo) Para mí el cambio fue radical. Por suerte fuimos evolucionando rápido. Es constante el avance, pero sobre todo cuando entró Marcelo las cosas cambiaron totalmente. Con Julio pasó exactamente lo mismo. Esos cambios también nos van transformando a los demás integrantes.
(Generación Músicos) ¿Cómo fue evolucionando el sonido de la banda a través del tiempo?
(Marcelo) A mí me gustaba TOTUS TOSS antes de estar adentro. Al principio me habían mostrado discos de unos demos, pero estaba todo mal tocado, también porque ellos eran muy chicos. Es que en la música todos los días vas aprendiendo algo nuevo, vas ganando experiencia. Yo hace veinte años que toco pero hace tres que estoy con esta banda y te puedo decir que aprendí muchísimo. También me ayudó el hecho de estar acompañado por gente que piensa igual en lo musical.
(Julio) Hay una coincidencia de muchos factores y gracias a eso se logró un sonido “personal” y “sólido”. Es un trabajo que lo estamos haciendo despacito pero va llegando a donde nosotros queremos.
(Generación Músicos) ¿Qué los incentiva a tocar?
(Marcelo) Yo por ejemplo toco en otros grupos, y eso en cierta forma me lo tomo como un trabajo. Pero acá me pasan otras cosas, que además nos impulsan a rompernos el orto, ensayar mucho, trabajar.
(Julio) Un incentivo son las ganas de superarse tocando y buscando un sonido más personal y potente.
(Generación Músicos) ¿Cuál es la diferencia entre tomar a la música como un trabajo o como un sentimiento?
(Marcelo) Cuando trabajás de músico, vas y haces lo que te dicen que tenés que hacer. En cambio, en un grupo haces lo que vos sentís, demostrás lo que a vos te pasa con la música. Ya me pasó varias veces eso, por ejemplo cuando estuve en CATUPECU MACHU: un grupo de gente que se junta a tocar y termina creando un estilo, un sonido particular. En TOTUS TOSS sucede lo mismo, porque cada uno siente las cosas de una forma y le va aportando matices nuevos al grupo.
(Generación Músicos) ¿Cómo es el contacto que tienen con la gente que los sigue?
(Marcelo) Re grosso. Hubo personas que vinieron con un “TOTUS TOSS” tatuado en el cuerpo para toda la vida, por ejemplo. Son cosas muy fuertes. Pero más allá de eso hay mucha buena onda entre nosotros y el público. Aparte es buena gente la que viene a vernos; es como el público ideal. A veces voy a ver a otros grupos de rock y me doy cuenta que no me identifico mucho con la gente que los aguanta.
(Generación Músicos) Pero, ¿influye la actitud que tenga cada banda? ¿O es sólo cuestión de suerte tener un público copado?
(Julio) No sé bien cómo es, porque nosotros hacemos las cosas inconscientemente. No decimos “vamos a sonar de tal forma para que venga tal gente”, nada más hacemos lo que sentimos, lo que nos pasa por el corazón, por la cabeza, y después se acerca la gente que se siente bien con esa música.
(Marcelo) Siempre les digo a mis alumnos que uno cuando toca refleja en el sonido el estado de ánimo que tenés en el momento. Cualquier cosa que hagas sin pensarla o sin sentirla seguro que no va a estar buena. Por eso, hay que demostrar lo que la banda siente y el público lo aceptará de mejor manera, o no. El chabón que vino con el tatuaje lo hizo porque nosotros cuatro le transmitimos algo.
(Generación Músicos) ¿Escuchan historias o anécdotas de sus seguidores? Debe estar bueno cuando se quiebra esa barrera entre escenario y público.
(Lisardo) A mí me flasheó cuando conocí a ese pibe tatuado. Yo estaba re en pedo pero cuando vi eso se me fue todo y de la sorpresa me fui a mi casa. Fue increíble ver nuestro nombre en el cuerpo de una persona que ni siquiera forma parte de la banda.
(Generación Músicos) ¿En qué los enriquece y favorece el contacto con otras agrupaciones?
(Lisardo) Fue una etapa que sobre todo vivimos al principio. Nos juntábamos varias bandas y todos armábamos un mismo concierto, o a veces organizábamos fiestas. Ahora tocamos con otros grupos pero la mayoría de las cosas las manejamos nosotros, a no ser que nos inviten al interior. Acá en Capital ya casi no lo hacemos porque eso implica empezar a relegar criterios como la puesta en escena y el sonido.
(Marcelo) Uno de los mejores shows en los que yo toqué con TOTUS TOSS fue en The Roxy... y tocamos solos. Me acuerdo que terminamos de probar sonido y al rato me impresioné de ver todo como lo habíamos dejado. Porque cuando compartís escenario con varias agrupaciones después encontrás todo al revés y terminas disfrutando menos el show.
(Generación Músicos) ¿Cómo es TOTUS TOSS de gira?
(Lisardo) Se disfruta a full. Siempre digo que no entiendo a los “grupos grandes” que se quejan de girar porque terminan cansados. Los integrantes de esos grupos no cargan equipos, no tienen que hacer nada: bajan del avión, llegan al hotel, hacen notas, van para un estadio repleto de gente avivándolos, vuelven al hotel, duermen, y después dicen que están quemados o que la gira los mató. ¡Qué hijos de p...! Nosotros estuvimos de viaje quince días comiendo papas, cebolla y zanahorias, cuando volví me operé de hemorroides, ¿entendés? (risas). En resumen, nosotros lo aprovechamos al mango. Y mirá que cargamos, armamos los equipos, tocamos, desarmamos, pero estamos re felices.
(Generación Músicos) ¿Van viendo los frutos cuado vuelven a los mismos lugares por donde giraron?
(Lisardo) Sí, los frutos se ven. Hay mucha gente de la provincia que nos va reconociendo. Además, al estar tanto tiempo juntos aprovechamos para componer.
(Generación Músicos) ¿Y cómo fue la grabación de su primer disco, “Inflamable Alma”?
(Lisardo) ¡Qué capítulo eh! ¡Vamos a un corte! (risas). Fue un proceso largo porque tuvimos un montón de problemas. ¡Contále de lo del disco rígido! (señala a Marcelo Baraj)
(Marcelo) Hubo un problema con el disco rígido de la computadora en donde teníamos grabado todo nuestro material. Lo quisieron arreglar, lo mandaron a Estados Unidos, allá no lo pudieron solucionar, pero finalmente lo agarró una especie de hacker de acá y lo recuperó. Después de ese episodio fuimos a laburar a otro estudio, cambiamos de técnico, entró a la banda Julio, nos fuimos de gira.
(Lisardo) Teníamos diez millones de cosas para hacer y entre esas estaba el disco que también era re importante. Pero terminamos demorando porque no teníamos mucho apuro; las canciones son tan frescas que hasta las escuchás hoy día y parecen actuales. El trabajo en sí fue madurando cada vez más. Igual me acuerdo que al final teníamos una ansiedad de locos por sacarlo a la luz.
(Generación Músicos) ¿Sintieron y sienten la aceptación de la gente que lo escuchó?
(Lisardo) Nosotros somos un grupo que se está haciendo de abajo, paso por paso y escalonadamente. Se fue aceptando lo que hicimos, inclusive de a poquito va viniendo más gente a vernos y se interesa en lo que hacemos.
(Generación Músicos) ¿Cuáles son sus futuros proyectos?
(Julio) Yo estoy por tener un pibe... (risas).
(Lisardo) Ahora estamos componiendo. Pero la primicia es que hace unos días terminamos de filmar el video de “Mal de ojos”, en Uruguay. Se va a estrenar en una semana o quince días. También hay bastantes fechas a confirmar y de a poquito vamos preparando cosas para el segundo disco.
(Marcelo) Estamos viendo de tocar en el Quilmes Rock, en Cosquín y en San pedro que este año se hace de vuelta.
(Lisardo) Además vamos a empezar a ensayar todos los días porque sentimos que el grupo lo necesita, nos va a hacer bien. Otra cosa positiva es la nominación que nos dio MTV, lo cual tuvo bastante prensa. Y lo último es si sale o no lo de METALLICA (si señores, podrían llegar a ser soportes de METALLICA, ¡chupate esa mandarina!). Recién hable con Trujillo (risas) y hay buena onda.
(Generación Músicos) ¿Piensan en la masividad?
(Lisardo) ¡Claro que pensamos en la masividad! ¡Totalmente! El que se sube arriba de un escenario y dice que no le gusta que lo miren está mintiendo. Pensamos en la masividad porque creemos en lo que hacemos y nos parece que está tan bueno que queremos que todo el mundo lo conozca. Es en ése sentido que nos queremos hacer más conocidos, pero no para “salvarnos”. Te lo aclaro porque millones de bandas piensan así.
(Marcelo) La idea es que nuestra propuesta explote ahora.
Entrevista: Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Fue una excelente elección. Si total, ellos lo acompañaron toda su vida y fueron los que lo impulsaron a cambiar sus estructuradas bases musicales por algo más acorde a sus necesidades. En definitiva, los BEATLES hicieron de él una persona "madura", aunque sea, en cuanto a música respecta. Entonces, qué mejor manera de abrir el espectáculo armado para festejar los 52 años de CHARLY GARCÍA, que con el nunca mejor elegido "Birthday", perteneciente a la inolvidable agrupación británica.
La espera había sido larga -el show estaba programado para las diez de la noche y terminó empezando dos horas después- pero todos los que colmaban El Teatro seguían firmes en su dulce espera. Luego de recibir a todo tipo de personalidades en su departamento de Palermo, de codearse con Susana Giménez y de llegar tranquilamente en limusina a Federico Lacroze y Alvarez Thomas, CHARLY estaba preparado para dar un potente recital, a su manera.
Nadie suponía que el brillante músico sólo terminaría interpretando ¡catorce! temas, interrumpidos en el medio por un largo intervalo. Alternando constantemente en teclado y guitarra, CHARLY tocó en la primera parte diez canciones casi sin respiro, entre las que se destacaron "Cerca de la revolución", "I´m not in love", "Llorando en el espejo" y la siempre emocionante "Seminare". Justo antes de la pausa, llegó "Demoliendo Hoteles" para romper todo: primero fue un teclado el que se reventó contra el suelo y finalmente la viola, previos golpes contra los amplificadores, terminó siendo arrojada al público que se la disputó a las trompadas durante un largo rato.
CHARLY volvió a escena para regalar otros temas de su extensa discografía, pero aprovechó para presentar algunos de su tan esperada nueva placa, Rock And Roll Yo, que ya se encuentra a la venta. La canción que da nombre al disco y "El amor es lo que el amor necesita" fueron los que arrancaron más aplausos en el día del cumpleaños del maestro GARCÍA. Gran parte de la potencia y energía del show se debió a la banda chilena que acompaña a CHARLY desde hace más de dos años y a HILDA LIZARAZU, quien secundó al cumpleañero a la perfección.
El striptease ya era un hecho, la ropa del músico que marcó y sigue marcando una trayectoria en Argentina, volaba por los aires. Los apretados calzoncillos eran lo único que cubrían a CARLOS ALBERTO GARCÍA LANGE a la hora de retirarse del escenario, tras haber tocado tan solo una hora. Lo que parecía ser un nuevo intervalo se diluyó rápidamente y se convirtió en el final de una noche larga que podría haber rendido muchísimo mejor.
Nadie estaba serio ni disconforme en los alrededores de El Teatro porque "el aguante" es así. CHARLY festejó a su manera: hizo lo que quiso pero trajo pieles de gallina, euforias generalizadas y actitudes say no more. Es verdad, tocó poco, se retrasó, supo perder el ritmo y volver a encontrarlo, supo gritar, descontrolarse y romper sus propios instrumentos... pero son lujos que solamente algunos genios pueden darse a los 52 años.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
La espera había sido larga -el show estaba programado para las diez de la noche y terminó empezando dos horas después- pero todos los que colmaban El Teatro seguían firmes en su dulce espera. Luego de recibir a todo tipo de personalidades en su departamento de Palermo, de codearse con Susana Giménez y de llegar tranquilamente en limusina a Federico Lacroze y Alvarez Thomas, CHARLY estaba preparado para dar un potente recital, a su manera.
Nadie suponía que el brillante músico sólo terminaría interpretando ¡catorce! temas, interrumpidos en el medio por un largo intervalo. Alternando constantemente en teclado y guitarra, CHARLY tocó en la primera parte diez canciones casi sin respiro, entre las que se destacaron "Cerca de la revolución", "I´m not in love", "Llorando en el espejo" y la siempre emocionante "Seminare". Justo antes de la pausa, llegó "Demoliendo Hoteles" para romper todo: primero fue un teclado el que se reventó contra el suelo y finalmente la viola, previos golpes contra los amplificadores, terminó siendo arrojada al público que se la disputó a las trompadas durante un largo rato.
CHARLY volvió a escena para regalar otros temas de su extensa discografía, pero aprovechó para presentar algunos de su tan esperada nueva placa, Rock And Roll Yo, que ya se encuentra a la venta. La canción que da nombre al disco y "El amor es lo que el amor necesita" fueron los que arrancaron más aplausos en el día del cumpleaños del maestro GARCÍA. Gran parte de la potencia y energía del show se debió a la banda chilena que acompaña a CHARLY desde hace más de dos años y a HILDA LIZARAZU, quien secundó al cumpleañero a la perfección.
El striptease ya era un hecho, la ropa del músico que marcó y sigue marcando una trayectoria en Argentina, volaba por los aires. Los apretados calzoncillos eran lo único que cubrían a CARLOS ALBERTO GARCÍA LANGE a la hora de retirarse del escenario, tras haber tocado tan solo una hora. Lo que parecía ser un nuevo intervalo se diluyó rápidamente y se convirtió en el final de una noche larga que podría haber rendido muchísimo mejor.
Nadie estaba serio ni disconforme en los alrededores de El Teatro porque "el aguante" es así. CHARLY festejó a su manera: hizo lo que quiso pero trajo pieles de gallina, euforias generalizadas y actitudes say no more. Es verdad, tocó poco, se retrasó, supo perder el ritmo y volver a encontrarlo, supo gritar, descontrolarse y romper sus propios instrumentos... pero son lujos que solamente algunos genios pueden darse a los 52 años.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
El ex FUN PEOPLE desbordó el local de San Telmo y demostró de forma contundente su inigualable poderío. Una noche a puro mosh, donde el escenario fue la casa ideal para cientos de personas que no pararon de disfrutar... y ¡volar por los aires!
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Cucarachas. Son sensibles a la luz, aunque muchas especies prefieren la oscuridad y permanecer ocultas durante el día. Pueden llegar a ser miles en los oscuros lugares donde pasan la mayor parte de su tiempo. En esos antros, donde por cierto se sienten muy cómodas, es usual que anden unas sobre otras, aplastándose y formando continuamente una apretujada convivencia.
Tienen mala fama porque se reproducen con rapidez, ensucian, tienen un olor desagradable y son difíciles de erradicar, pero son ciento por ciento inofensivas.
Diez y media de la noche en La Trastienda. Miles de humanos vestidos de las formas y colores más extraños que tal vez existan, se presionan unos con otros intentando llegar al escenario. Vuelan por los aires, aúllan, se desmayan en cantos desenfrenados, compactan sus cuerpos al son de los acordes.
Una verdadera plaga que colma el enorme lugar. Dicen que suelen reproducirse con cierta facilidad, que irradian un olor poco común (al menos en los recitales) y que jamás van a dejar de seguir a su banda favorita, pero son ciento por ciento inofensivos. Así es la gente de BOOM BOOM KID.
El show está bien si no te rindes
Los jóvenes, poseedores de pearcings, crestas, polleras o pantalones anchos según el sexo, medias coloridas y mochilas desgastadas, iniciaron una noche llenísima de pogo y mosh con el tema que da nombre a la única placa del grupo: “Okey dokey”.
De principio a fin, NEKRO RODRÍGUEZ (cantante y líder natural) supo demostrar el poderío de su garganta, tanto en la excitación más voraz como en la melodía más dulce.
Además, la banda dejó contentos a todos gracias a una nutrida lista que mezcló, en la dosis justa, temas de BOOM BOOM KID y de la intermitente FUN PEOPLE. Ésta última, también encabezada por NEKRO, viene alimentando el país con hardcore desde la década del noventa. A partir de 2001 sólo se presenta esporádicamente pero sin dejar de arrastrar a cientos de incondicionales seguidores.
El cóctel de canciones resultó fulminante. Los músicos enseñaban que “En esos días” en los que uno se siente mal y no hay “Razones” para seguir adelante, la única “Medicina” es luchar contra todo... porque la vida está bien “Si no te rindes”.
Mientras tanto, los espectadores colmaban el escenario y cantaban con el micrófono. Luego, sonreían y saltaban felices al mar de muchedumbre.
El show está bien si tiene de todo
Ése era el clima festivo en el local de San Telmo. Hubo tiempo para viejos recuerdos, como “Leave me alone”, “Badman” y “Run away”. Pero no faltaron los éxitos maduros y recientes como “Fácil venir”, “Brick by brick”, “Anabelle”, “Kitty” y “I do”.
Caso aparte fue “My girl”, un cover de THE TEMPTATIONS que hasta hace poco nadie conocía, y que actualmente emociona y descontrola a la vez. Tampoco podían quedarse afuera algunos temas nuevos para redondear un domingo alucinante. Por eso no fueron ni uno ni dos los estrenos, sino tres, de los cuales “Silencio” fue el más aplaudido.
Después de “Masticar” los últimos bocados de la noche, los músicos desaparecieron algunos minutos, aunque el rezo de los pibes los hizo salir rápidamente. “Pei pa koa”, interpretado solo por NEKRO y su viola, fue el último momento de paz. Todos habían disfrutado hasta reventar y se acercaba el final; qué mejor despedida que “Du du”, un tema power que está en un simple editado por el cuarteto en el 2001.
Fin de un domingo con todo. A las pocas horas habrá que ir a estudiar o trabajar. No importa, con buena y potente música hay pilas para la semana completa. BOOM BOOM KID cumplió; tuvo una convocatoria que muchos envidiarían, sonó muy aceitado a pesar de la gente que inundaba cada hueco y no dejó dudas de su ascendente rumbo por un lugar que no es fácil transitar.
Para tener en cuenta, el viernes se los podrá ver en la Unión Ferroviaria (Morón) y el sábado en La Plata. Se recomienda elongar antes del show...
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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Cucarachas. Son sensibles a la luz, aunque muchas especies prefieren la oscuridad y permanecer ocultas durante el día. Pueden llegar a ser miles en los oscuros lugares donde pasan la mayor parte de su tiempo. En esos antros, donde por cierto se sienten muy cómodas, es usual que anden unas sobre otras, aplastándose y formando continuamente una apretujada convivencia.
Tienen mala fama porque se reproducen con rapidez, ensucian, tienen un olor desagradable y son difíciles de erradicar, pero son ciento por ciento inofensivas.
Diez y media de la noche en La Trastienda. Miles de humanos vestidos de las formas y colores más extraños que tal vez existan, se presionan unos con otros intentando llegar al escenario. Vuelan por los aires, aúllan, se desmayan en cantos desenfrenados, compactan sus cuerpos al son de los acordes.
Una verdadera plaga que colma el enorme lugar. Dicen que suelen reproducirse con cierta facilidad, que irradian un olor poco común (al menos en los recitales) y que jamás van a dejar de seguir a su banda favorita, pero son ciento por ciento inofensivos. Así es la gente de BOOM BOOM KID.
El show está bien si no te rindes
Los jóvenes, poseedores de pearcings, crestas, polleras o pantalones anchos según el sexo, medias coloridas y mochilas desgastadas, iniciaron una noche llenísima de pogo y mosh con el tema que da nombre a la única placa del grupo: “Okey dokey”.
De principio a fin, NEKRO RODRÍGUEZ (cantante y líder natural) supo demostrar el poderío de su garganta, tanto en la excitación más voraz como en la melodía más dulce.
Además, la banda dejó contentos a todos gracias a una nutrida lista que mezcló, en la dosis justa, temas de BOOM BOOM KID y de la intermitente FUN PEOPLE. Ésta última, también encabezada por NEKRO, viene alimentando el país con hardcore desde la década del noventa. A partir de 2001 sólo se presenta esporádicamente pero sin dejar de arrastrar a cientos de incondicionales seguidores.
El cóctel de canciones resultó fulminante. Los músicos enseñaban que “En esos días” en los que uno se siente mal y no hay “Razones” para seguir adelante, la única “Medicina” es luchar contra todo... porque la vida está bien “Si no te rindes”.
Mientras tanto, los espectadores colmaban el escenario y cantaban con el micrófono. Luego, sonreían y saltaban felices al mar de muchedumbre.
El show está bien si tiene de todo
Ése era el clima festivo en el local de San Telmo. Hubo tiempo para viejos recuerdos, como “Leave me alone”, “Badman” y “Run away”. Pero no faltaron los éxitos maduros y recientes como “Fácil venir”, “Brick by brick”, “Anabelle”, “Kitty” y “I do”.
Caso aparte fue “My girl”, un cover de THE TEMPTATIONS que hasta hace poco nadie conocía, y que actualmente emociona y descontrola a la vez. Tampoco podían quedarse afuera algunos temas nuevos para redondear un domingo alucinante. Por eso no fueron ni uno ni dos los estrenos, sino tres, de los cuales “Silencio” fue el más aplaudido.
Después de “Masticar” los últimos bocados de la noche, los músicos desaparecieron algunos minutos, aunque el rezo de los pibes los hizo salir rápidamente. “Pei pa koa”, interpretado solo por NEKRO y su viola, fue el último momento de paz. Todos habían disfrutado hasta reventar y se acercaba el final; qué mejor despedida que “Du du”, un tema power que está en un simple editado por el cuarteto en el 2001.
Fin de un domingo con todo. A las pocas horas habrá que ir a estudiar o trabajar. No importa, con buena y potente música hay pilas para la semana completa. BOOM BOOM KID cumplió; tuvo una convocatoria que muchos envidiarían, sonó muy aceitado a pesar de la gente que inundaba cada hueco y no dejó dudas de su ascendente rumbo por un lugar que no es fácil transitar.
Para tener en cuenta, el viernes se los podrá ver en la Unión Ferroviaria (Morón) y el sábado en La Plata. Se recomienda elongar antes del show...
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
DAVID LEBON, uno de los músicos más legendarios de la escena argentina, llenó durante todo el fin de semana el Teatro Nd/Ateneo. Fue la ocasión ideal para presentar su último material discográfico y rememorar viejos clásicos. Sonido preciso, emoción y mucho talento en una sola velada.
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Lejos han quedado agrupaciones como PAPPO´S BLUES, LA PESADA DEL ROCK AND ROLL, COLOR HUMANO, PESCADO RABIOSO, POLIFEMO, e inclusive la tan mágica SERU GIRAN. Atrás en el tiempo se han ahogado experiencias de vida que son envidiadas por cualquier ser terrestre.
También ha desaparecido el rubio chillón en los largos pelos, apareciendo en su lugar las canas dignas de un hombre de 51 años con tanta experiencia sobre la espalda que es difícil de creer.
Sí, se trata de DAVID LEBON, ése que después de todo lo que vivió en media década de existencia retorna al contacto directo con la gente y disfruta con pasión lo que hace.
Pasadas las doce de la noche, “Damela en re” resulta ser el elegido para abrir la velada ochentosa en pleno siglo XXI. Es en el primer tema que el punteo desenfrenado de LEBON ya no resiste más en su guitarra y deja escaparse con toda la furia junta.
A partir de allí, arrancaría una serie de temas (con brillante sonido en todos los instrumentos) que se centraron en la última placa del músico, "Yo Lo Soné", gracias a los que se pudo demostrar de manera concreta la energía y calidad que sigue teniendo su envidiable voz.
Gritos agudos, manos que agarran sus cabezas y alguna que otra lágrima son la introducción de “San Francisco y el lobo”, primer cover de la noche. La gente se copa y canta, DAVID los mira y sonríe: “en mi vida fueron pasando muchas cosas pero ustedes son los que siempre están”. ¡Snif, snif!
Siguen los rock pesados y dejan entreverse, después, algunas baladas e incluso influencias bluseras en canciones que no se cansan de sonar, como “Copado por el diablo”.
El punto más alto del recital no había llegado, pero pronto iba a ingresar al escenario: el violero HECTOR STARC, estrella de la mítica agrupación AQUELARRE. HECTOR, con su indudable capacidad de improvisación, ofreció largos y movidos solos en “Sueltate rock and roll”, “Oye Dios” y “No confíes en tu suerte”. Con su ritmo vertiginoso dejó sobre el ND/ATENEO un momento im-pre-sio-nan-te, y para no olvidar jamás.
Tal vez por inercia, tal vez por emoción, las cabezas de los jovatos presentes no pararon de moverse en ningún momento. Y los jóvenes nunca dejaron de gritar. Ni siquiera cuando, luego de diecinueve temas, DAVID LEBON se retiró para volver... con todo.
En su interpretación típicamente aguda, “El tiempo es veloz” arrancó lágrimas. Pero faltaba más. “Noche de perros”, de SERU, también hizo lo suyo, sobre todo gracias al fredless que hacía acordar al irremplazable PEDRO AZNAR y a la acertada guitarra del nuevo invitado DIEGO MIZRAHI. ¿Faltaba más? Sólo la última perlita, “Seminare”, cantada a dúo con la gente, con quien DAVID tiene un trato familiar; haciendo caso a la afirmación, levanta la mirada y suelta un “los amo con toda mi alma”.
“El mejor regalo que me pueden hacer, es que el 29 y 30 llenen El Ateneo, inviten a todos, los voy a emborrachar de amor y música”, decía LEBON en un enorme cartel de su página web oficial días antes de sus destacados shows.
Los deseos fueron órdenes para el heterogéneo público, que no sólo rebalsó las localidades sino que también cantó de principio a fin y se emocionó con uno de los pilares vivientes de nuestro rock.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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Lejos han quedado agrupaciones como PAPPO´S BLUES, LA PESADA DEL ROCK AND ROLL, COLOR HUMANO, PESCADO RABIOSO, POLIFEMO, e inclusive la tan mágica SERU GIRAN. Atrás en el tiempo se han ahogado experiencias de vida que son envidiadas por cualquier ser terrestre.
También ha desaparecido el rubio chillón en los largos pelos, apareciendo en su lugar las canas dignas de un hombre de 51 años con tanta experiencia sobre la espalda que es difícil de creer.
Sí, se trata de DAVID LEBON, ése que después de todo lo que vivió en media década de existencia retorna al contacto directo con la gente y disfruta con pasión lo que hace.
Pasadas las doce de la noche, “Damela en re” resulta ser el elegido para abrir la velada ochentosa en pleno siglo XXI. Es en el primer tema que el punteo desenfrenado de LEBON ya no resiste más en su guitarra y deja escaparse con toda la furia junta.
A partir de allí, arrancaría una serie de temas (con brillante sonido en todos los instrumentos) que se centraron en la última placa del músico, "Yo Lo Soné", gracias a los que se pudo demostrar de manera concreta la energía y calidad que sigue teniendo su envidiable voz.
Gritos agudos, manos que agarran sus cabezas y alguna que otra lágrima son la introducción de “San Francisco y el lobo”, primer cover de la noche. La gente se copa y canta, DAVID los mira y sonríe: “en mi vida fueron pasando muchas cosas pero ustedes son los que siempre están”. ¡Snif, snif!
Siguen los rock pesados y dejan entreverse, después, algunas baladas e incluso influencias bluseras en canciones que no se cansan de sonar, como “Copado por el diablo”.
El punto más alto del recital no había llegado, pero pronto iba a ingresar al escenario: el violero HECTOR STARC, estrella de la mítica agrupación AQUELARRE. HECTOR, con su indudable capacidad de improvisación, ofreció largos y movidos solos en “Sueltate rock and roll”, “Oye Dios” y “No confíes en tu suerte”. Con su ritmo vertiginoso dejó sobre el ND/ATENEO un momento im-pre-sio-nan-te, y para no olvidar jamás.
Tal vez por inercia, tal vez por emoción, las cabezas de los jovatos presentes no pararon de moverse en ningún momento. Y los jóvenes nunca dejaron de gritar. Ni siquiera cuando, luego de diecinueve temas, DAVID LEBON se retiró para volver... con todo.
En su interpretación típicamente aguda, “El tiempo es veloz” arrancó lágrimas. Pero faltaba más. “Noche de perros”, de SERU, también hizo lo suyo, sobre todo gracias al fredless que hacía acordar al irremplazable PEDRO AZNAR y a la acertada guitarra del nuevo invitado DIEGO MIZRAHI. ¿Faltaba más? Sólo la última perlita, “Seminare”, cantada a dúo con la gente, con quien DAVID tiene un trato familiar; haciendo caso a la afirmación, levanta la mirada y suelta un “los amo con toda mi alma”.
“El mejor regalo que me pueden hacer, es que el 29 y 30 llenen El Ateneo, inviten a todos, los voy a emborrachar de amor y música”, decía LEBON en un enorme cartel de su página web oficial días antes de sus destacados shows.
Los deseos fueron órdenes para el heterogéneo público, que no sólo rebalsó las localidades sino que también cantó de principio a fin y se emocionó con uno de los pilares vivientes de nuestro rock.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
"Vine a todos los últimos Obras y la única diferencia que encuentro con el resto es que antes tocaron un poco más, pero me parece bárbaro que hagan shows seguido y que hagan distintos temas en cada uno", dice Juan, de Zárate, todavía recuperando la respiración, después de un recital con más de treinta canciones que repasaron las distintas etapas de la banda.
Otra noche, otra fecha; mismos sentimientos eufóricos por parte de los dos lados, músicos y seguidores. Tal vez la piel intuya un poco más de frío, pero la historia, sin importarle ningún factor, marca que LAS PELOTAS están esperando el milagro por cuarta vez en el Templo del Rock. Igual de potente es el sonido e igual de leal es la gente que casi sin parar corea los primeros regalos de la velada: "Desaparecido", "Combate" y "Día feliz". Idéntica también es la deslumbrante escenografía que se asemeja al arte de tapa de su último cd, e incluye cinco pantallas para comodidad de los espectadores.
ALEJANDRO SOKOL aparece inesperadamente vestido de negro, con campera de cuero y lentes para el sol, refutando con todo el humor la afirmación de un periodista de Clarín que creyó estar entrevistando al "músico menos glamoroso de Argentina". ¡Je!
En otro comentario post-show, Carla, de Ramos Mejía, le dice a GENERACIÓN MÚSICOS que "me emocioné un montón, hubo partes en las que hasta se me puso la piel de gallina". Y claro, momentos para el llanto no faltaron. Un mini set en versión acústica por donde pasaron temas como "Sombras" y "Río gris" logró sacar lágrimas a unos cuantos, y "Abejas", con coros que hicieron acordar al "The great gig in the sky" de PINK FLOYD, terminó de aflojar hasta los corazones más duros.
"Es la primera vez que vengo a ver a LAS PELOTAS y me sorprendieron mucho, además, todo lo que prometieron lo cumplieron y eso es buenísimo", cuenta Fernando, de Wilde, mientras dobla con pasividad su debutante bandera.
Van más de dos horas de una lista completa y cuidadosamente seleccionada por los fans a través de la página web del grupo. Ya pasaron himnos como "Bombachitas rosas", "Hawai", "Si supieras" y hasta "Esperando el milagro", pogueado hasta reventar y con bengalas de agradecimiento. Cada uno deja sobre el camino sentimientos de esos que no aparecen fácil, y menos en éstos tiempos.
Ahora, SOKOL pide disculpas porque ya no queda tiempo. "Nos están sacando, así que no se pongan mal y sepan disculparnos", aclara. Pero por supuesto, no se iban a ir sin antes brindar las dos últimas perlitas, "Nunca me des las espalda" y el archiconocido "Shine", que bastaron para dejar a todos contentos hacia su camino de regreso.
Tomás, de Liniers, no deja escapar su oportunidad y grita al pasar, "lástima que lo cortaron de golpe, pero igual estuvo excelente desde el principio hasta el final". Y no logra controlar su bestia interior: "aguante LAS PELOTAS, loco".
Sí, aguante. Mucho aguante, no sólo en lo que fue la última fecha en Obras Sanitarias (al menos por algún tiempo), sino también en las presentaciones anteriores, que no dejaron dudas sobre el sano fortalecimiento que está viviendo una de las agrupaciones rockeras más grandes del país.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Otra noche, otra fecha; mismos sentimientos eufóricos por parte de los dos lados, músicos y seguidores. Tal vez la piel intuya un poco más de frío, pero la historia, sin importarle ningún factor, marca que LAS PELOTAS están esperando el milagro por cuarta vez en el Templo del Rock. Igual de potente es el sonido e igual de leal es la gente que casi sin parar corea los primeros regalos de la velada: "Desaparecido", "Combate" y "Día feliz". Idéntica también es la deslumbrante escenografía que se asemeja al arte de tapa de su último cd, e incluye cinco pantallas para comodidad de los espectadores.
ALEJANDRO SOKOL aparece inesperadamente vestido de negro, con campera de cuero y lentes para el sol, refutando con todo el humor la afirmación de un periodista de Clarín que creyó estar entrevistando al "músico menos glamoroso de Argentina". ¡Je!
En otro comentario post-show, Carla, de Ramos Mejía, le dice a GENERACIÓN MÚSICOS que "me emocioné un montón, hubo partes en las que hasta se me puso la piel de gallina". Y claro, momentos para el llanto no faltaron. Un mini set en versión acústica por donde pasaron temas como "Sombras" y "Río gris" logró sacar lágrimas a unos cuantos, y "Abejas", con coros que hicieron acordar al "The great gig in the sky" de PINK FLOYD, terminó de aflojar hasta los corazones más duros.
"Es la primera vez que vengo a ver a LAS PELOTAS y me sorprendieron mucho, además, todo lo que prometieron lo cumplieron y eso es buenísimo", cuenta Fernando, de Wilde, mientras dobla con pasividad su debutante bandera.
Van más de dos horas de una lista completa y cuidadosamente seleccionada por los fans a través de la página web del grupo. Ya pasaron himnos como "Bombachitas rosas", "Hawai", "Si supieras" y hasta "Esperando el milagro", pogueado hasta reventar y con bengalas de agradecimiento. Cada uno deja sobre el camino sentimientos de esos que no aparecen fácil, y menos en éstos tiempos.
Ahora, SOKOL pide disculpas porque ya no queda tiempo. "Nos están sacando, así que no se pongan mal y sepan disculparnos", aclara. Pero por supuesto, no se iban a ir sin antes brindar las dos últimas perlitas, "Nunca me des las espalda" y el archiconocido "Shine", que bastaron para dejar a todos contentos hacia su camino de regreso.
Tomás, de Liniers, no deja escapar su oportunidad y grita al pasar, "lástima que lo cortaron de golpe, pero igual estuvo excelente desde el principio hasta el final". Y no logra controlar su bestia interior: "aguante LAS PELOTAS, loco".
Sí, aguante. Mucho aguante, no sólo en lo que fue la última fecha en Obras Sanitarias (al menos por algún tiempo), sino también en las presentaciones anteriores, que no dejaron dudas sobre el sano fortalecimiento que está viviendo una de las agrupaciones rockeras más grandes del país.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
“Somos una banda que si se repite se aburre”
Muchas personas pasan con cierta urgencia por la puerta de un céntrico hotel porteño. Ellos no saben que en su interior se encuentran en plena ronda de prensa nada más y nada menos que LOS SUPER RATONES. El motivo de la ardua jornada de entrevistas es la presentación de su octavo disco "Urgente".
MARIO BARASSI (voz líder y guitarra), FERNANDO BLANCO (bajo) y PERSON (batería), desplomados en un cómodo sillón, sin urgencias y a punto de partir hacia España charlaron con EL ACOPLE sobre su presente lleno de rupturas a nivel musical. Sin embargo, quedó tiempo suficiente para que los muchachos de Mar del Plata recorrieran temas tan diversos como su pasado lleno de éxitos y obstáculos, su relación con JUANCHI BALEIRON, la piratería y el rol de los artistas frente a la crisis actual del país.
¡ALERTA! ¡ESTO ES URGENTE!
(El Acople) ¿Cómo caracterizarían su nuevo disco?
(Person) Se define por el nombre: urgente. Eso implica un montón de cosas como la necesidad de sacar lo que tenemos adentro. El disco transmite mucha energía y desde la primera a la última canción y en tan solo treinta siete minutos te podés dar cuenta que hay una urgencia de plasmar muchas ideas; eso hizo que los temas sean más concisos.
(Mario) Yo creo que innova en el sentido de que a la gente le mostramos una faceta de la banda que no teníamos tan explotada en discos anteriores. Osea, la onda ya venía existiendo en temas más viejos como “Cornalitos fritos”, pero lo enfatizamos. Y también enfatizamos en lo enérgico y en lo crudo.
(El Acople) ¿Cumplieron sus expectativas con respecto a “Urgente”?
(Mario) El tipo de disco se fue dando en la medida que iban surgiendo las canciones.
(Person) Hicimos como cuarenta temas y a partir de ahí le dimos un curso determinado al compact, de acuerdo a la sensación que queríamos mostrar como grupo. Por eso finalmente quedaron trece temas. Había otro tipo de composiciones también, pero nos pusimos en sintonía para elegir qué era lo mejor.
(El Acople) Tardaron tres años en sacar este último trabajo y lo grabaron en un mes, ¿cómo fue esa etapa tan rápida?
(Person) Buenísima. Estuvo coherente con el concepto del disco: fue a toda urgencia. Grabar abarca una parte compositiva, artística o bohemia y una parte técnica que, en un punto, se puede llegar a tornar tediosa. El concepto de este disco fue grabar y que quedara así como viniera...eso hizo que las cosas sean más fáciles. Se pasó volando, fue muy interesante.
(El Acople) Es el tercer disco que graban con Juanchi Baleirón, ¿cómo es trabajar con el?
(Mario) Conectamos muy bien. Él sabe interpretar exactamente hacia dónde queremos ir con las canciones. Además como hicimos varias cosas juntos ya prácticamente no tenemos que hablar porque sabe cómo sacar lo mejor de nosotros. Es bárbaro crecer con un productor como Juanchi.
(El Acople) ¿Qué fue lo que aprendieron de su trabajo?
(Mario) Muchas cosas porque es un excelente guitarrista del cual se puede aprender todo el tiempo. A nivel producción es excelente, conoce muy bien las herramientas para llevar adelante un proyecto y eso hace facilitar todo a la hora de definir las cosas.
LA VORÁGINE
(El Acople) ¿Sintieron algún tipo de presión ya sea comercial, del público, o propia, a la hora de preparar un nuevo disco, después de uno tan exitoso como fue “Mancha Registrada”?
(Mario) No, porque en ése sentido pesó mucho la experiencia que tenemos como banda. A la hora de componer o de meternos en la sala de ensayo fue externo todo ese tema de las presiones que uno pueda llegar a tener. Es natural, cuando componemos, tratamos de hacer la mejor canción y nada más.
(Person) Para mí es un alivio tener un disco como “Mancha Registrada”, porque ya nos sacamos de encima el tema de hacer un éxito. A partir de ahí, estamos capacitados para seguir con otras cosas distintas.
(Mario) Además somos una banda que si se repite se aburre. De hecho en el cd anterior los temas eran muy distintos a lo que veníamos haciendo. Por eso antes hablaba de facetas; son características que surgen naturalmente y que queremos demostrar en un momento particular. Todo el análisis sobre el éxito es posterior.
(El Acople) ¿Se sintieron excedidos en algún momento durante la vorágine de masividad nacida gracias a “Mancha Registrada”?
(Mario) Lo tomamos con tranquilidad. Lo que pasa es que habíamos pasado por eso también con los primeros discos; tuvimos una sobre-exposición que fue más difícil de manejar porque no teníamos experiencia y honestamente éramos muy chicos. Pero hoy por hoy nos concentramos más en lo que tenemos adelante y cuidamos lo que queremos mostrar como agrupación.
(Fernando) Lo que estuvo bueno es que “Mancha...” se hizo popular antes de que lo tomara todo el mundo y se hiciera mega-popular.
(El Acople) En una nota, Ataque 77 dijo que se arrepentían de que un tema de ellos haya sido cortina de un programa de televisión... ¿a ustedes los perjudicó que “Cómo estamos hoy” haya sido tan usado en todos los medios?
(Fernando) Creo que no: todo se hizo con nuestro consentimiento porque nos parecía que no estaba mal. Podría haber estado en millones de otros lugares en los que sí nos hubiera perjudicado. Pero esas son consecuencias de tener un tema popular y no renegamos del asunto.
(El Acople) ¿Piensan que les va volver a pasar esto de meter un tema tan aceptado por todos?
(Person) La posibilidad siempre está, es cíclico, no hay manera de controlarlo. Laburar como laburamos siempre hace que estemos tranquilos y si un tema funciona a nivel popular es sólo una consecuencia. Es magia que hace más agradable nuestro trabajo y que nos permite estar siempre atrás de una buena canción, aunque no sea popular, porque eso depende de muchos factores... y lo importante es que no los estamos persiguiendo.
MISCELÁNEAS: DISCOGRÁFICAS, LOS RUMBOS Y LA TEMIDA PIRATERÍA
(El Acople) ¿Fue una necesidad buscar un sonido más propio y experimentar a lo largo de su carrera?
(Person) Al principio empezás buscando. Pero con el tiempo se va adquiriendo un sonido propio que después vas puliendo hasta lograr lo que realmente se quiere. Creo que éste último disco nos encuentra descubriendo el brillo de ése pulido del que te hablo. Más allá del sonido que hayamos logrado ahora, por lo cierto bastante power, siempre está nuestra esencia en el formato de las canciones y de las melodías.
(El Acople) ¿ Cómo los trataron las discográficas en las diferentes etapas de su carrera?
(Person) La primera etapa fue una cagada. La segunda bien porque estamos laburando como se debe.
(Mario) Una discográfica es un socio. De alguna manera, forma parte en todo el camino y tiene que tirar para el mismo lado donde uno va. Cuando no funciona como socio es cuando se vienen los problemas.
(Fernando) Lo que creo es que hay discográficas buenas y malas. Podés encontrar discográficas que no saben trabajar, productores que están dormidos en sus escritorios o gente que te roba plata. Y de repente también podés encontrar compañías que hacen bien su trabajo. Antes nosotros hacíamos lo que queríamos, y con eso conseguimos que, por ejemplo, la gente de la primera discográfica no nos apoyara, no nos diera publicidad o nos vendiera mal. Por eso comenzamos a laburar de otra manera, pasamos por periodos de crisis, crecimos, nos levantamos... empezamos a trabajar con EMI y ahora sentimos que tenemos una madurez importante y que podemos tomar bien nuestras propias decisiones y sentir que ellos nos apoyan.
(El Acople) ¿Y nunca pensaron trabajar de forma independiente?
(Fernando) Si es posible laburar con una compañía con la que nos sentimos cómodos, preferimos hacerlo. Nosotros tenemos un cierto control de todas las posiciones pero ellos son los que las llevan a cabo, aunque les hacemos un seguimiento. Así no perdés tiempo para estar componiendo temas. Me da mucha risa cuando veo campañas de periodistas que hablan de los músicos independientes o defienden la independencia. ¿Por qué no van ellos a escribir un fanzine o editan un diario? Justamente, los que más promueven eso no son los que lo hacen. Y también muchos músicos que se jactan de ser independientes se mueren por estar en una compañía. Habrá otros que no. En resumen, a nosotros nos gusta trabajar en equipo. Nos gusta trabajar con un productor que interprete lo que queremos. Nos gusta una compañía que sepa y vaya a lo que nosotros pretendemoss. Es nuestra forma de ver las cosas.
(El Acople) ¿Qué opinan de la música en Internet y de la piratería?
(Mario) La piratería está mal de por sí. Hay distintas aristas que podes comparar: en algún momento se daba que te comprabas un disco y para que no se te raye con la púa, lo grababas en cassette para escucharlo. Desde ese punto de vista era hasta "artístico". El problemas es cuando vos comprás un disco para grabarlo, regrabarlo y venderlo. Ahí estás cagando a mucha gente y ya no tiene nada que ver con lo artístico. Ése es el negocio de la piratería en sí. Para mí Internet es interesante como muestrario, es tan interesante como lo es una biblioteca para un autor. En ese sentido, todo el abanico de posibilidades está bueno para descubrir bandas y demás.
(Fernando) Es un tema que entra en un contexto social complicado. Lo ideal sería que todos tuviésemos la posibilidad de comprarnos la cantidad de discos que quisiéramos. Hoy por hoy, estamos en una situación difícil porque los discos están muy caros. Mucha gente no puede comprarse un disco original, entonces, se lo copian... de hecho, yo tengo algunos copiados. Lo que no veo bien es que haya gente que esté vendiendo discos en la calle o en los parques, porque ahí es donde se establece una mafia o un comercio paralelo. Esas mafias organizadas ganan plata, joden a la compañía que te financió el disco y que se arriesgó al negocio, que sale a venderlo, que paga los impuestos. La parte organizada de la piratería la vemos muy mal.
(El Acople) ¿Se pueden bajar los precios de los discos?
(Fernando) Las compañías hacen lo que pueden. Ahora están sacando un sistema que hace más complicado el copiado. Igualmente no se puede competir contra la piratería. Pero bajar el precio del cd es otro tema: nosotros tratamos de pelear con la compañía para que lo pusieran a un precio más bajo, aunque también, a veces, depende mucho de la disquería.
(El Acople) ¿Se sintieron limitados económicamente por parte de la compañía a la hora de hacer “Urgente”?
(Fernando) No sentimos la limitación porque justo tuvimos la suerte de que quisimos hacer un disco austero. Coincidió con el impulso artístico de que queríamos grabarlo rápido, fuerte, urgente, con un sonido más frontal, más directo. Si hubiésemos querido desarrollarlo más, por ahí nos hubiésemos encontrado con el inconveniente.
(El Acople) ¿Qué sienten al ver que su disco, que con tanto laburo hicieron, se pueda conseguir en un parque a cinco mangos?
(Fernando) Nos da bronca que se estén llevando la plata unos tipos que laburan copiando compacts y que se llenan de guita sin pagar al Estado lo que corresponde. Entonces perjudican a la compañía, a la banda y al Estado, en el sentido de que es el que se tiene que organizar para tratar de armar un país como la gente, tratar que todos paguemos impuestos y que se destinen a la educación, a la salud pública... entonces estamos viviendo una crisis de años donde todos tenemos la enorme responsabilidad de tratar de cambiar esto.
(Mario) Lisa y llanamente es un robo. Es el usufructo del laburo de otro.
(El Acople) ¿Qué lugar ocupan como artistas en el marco de la crisis cultural que atraviesa el país?
(Fernando) La música, en algún sentido, forma parte de un entretenimiento y concientiza. También el rock forma y tiene una responsabilidad con su historia misma de cumplir algún rol social. Si bien nuestras letras no son de denuncia muy directa, creo que a veces pintan un panorama que te hace tomar conciencia de algunas cosas. Si vamos a algo más concreto, creo que hemos intentado poner nuestro granito de arena, por ejemplo, con la Gira Universitaria. Es una gira que la hacemos a pulmón, que la armamos nosotros y con la que, de alguna manera, tratamos de hacernos eco de algunas luchas. Al hablar de esa gira con la prensa ponemos un punto de atención en la educación como un valor y una problemática importante. Si hoy tuviésemos educación tal vez, no habría gente que compre el disco a cinco pesos. Es una de las patas de la mesa que haría que todos estuviésemos mejor.
AL FINAL... TODO ES URGENTE!
(El Acople) Como banda, ¿qué es lo urgente?
(Mario) Mostrar esta faceta nueva que, de alguna manera, tampoco es tan nueva ya que venía sugerida hasta en discos anteriores. Lo importante es volcar toda esa energía al escenario. Tratar de mostrarlo en la mayor cantidad de lugares posibles. Nos parece también urgente la reedición de esta propuesta universitaria, que sería la número tres. Básicamente eso: mostrar el disco y mostrar éste momento y ésta energía que tenemos para trasmitir.
(El Acople) ¿Van a presentar el cd en el exterior?
(Mario) Si, de hecho, ahora tenemos una gira de pocos shows para el fin del verano europeo, después vamos a volver y tratar de hacer esa gira universitaria. Hay otra propuesta para tocar en Estados Unidos y Puerto Rico. Y en noviembre vamos presentar oficialmente el disco acá en Argentina (15/11/2003). Por suerte tenemos una agenda bastante completa.
(El Acople) ¿Cómo piensan que se va a adaptar el mensaje de su disco en otras realidades mundiales?
(Fernando) La idea musical es bastante universal. Nosotros empezamos como fanas de los Beatles, que cantaban en inglés y cuando escuchábamos las canciones no sabíamos, tal vez, lo que querían decir. Pero creo que el mensaje está y va más allá del país, más allá de latitudes...
Entrevista: Nacho Girón y Luciana Acuña Elías (Redacción de El Acople)
Muchas personas pasan con cierta urgencia por la puerta de un céntrico hotel porteño. Ellos no saben que en su interior se encuentran en plena ronda de prensa nada más y nada menos que LOS SUPER RATONES. El motivo de la ardua jornada de entrevistas es la presentación de su octavo disco "Urgente".
MARIO BARASSI (voz líder y guitarra), FERNANDO BLANCO (bajo) y PERSON (batería), desplomados en un cómodo sillón, sin urgencias y a punto de partir hacia España charlaron con EL ACOPLE sobre su presente lleno de rupturas a nivel musical. Sin embargo, quedó tiempo suficiente para que los muchachos de Mar del Plata recorrieran temas tan diversos como su pasado lleno de éxitos y obstáculos, su relación con JUANCHI BALEIRON, la piratería y el rol de los artistas frente a la crisis actual del país.
¡ALERTA! ¡ESTO ES URGENTE!
(El Acople) ¿Cómo caracterizarían su nuevo disco?
(Person) Se define por el nombre: urgente. Eso implica un montón de cosas como la necesidad de sacar lo que tenemos adentro. El disco transmite mucha energía y desde la primera a la última canción y en tan solo treinta siete minutos te podés dar cuenta que hay una urgencia de plasmar muchas ideas; eso hizo que los temas sean más concisos.
(Mario) Yo creo que innova en el sentido de que a la gente le mostramos una faceta de la banda que no teníamos tan explotada en discos anteriores. Osea, la onda ya venía existiendo en temas más viejos como “Cornalitos fritos”, pero lo enfatizamos. Y también enfatizamos en lo enérgico y en lo crudo.
(El Acople) ¿Cumplieron sus expectativas con respecto a “Urgente”?
(Mario) El tipo de disco se fue dando en la medida que iban surgiendo las canciones.
(Person) Hicimos como cuarenta temas y a partir de ahí le dimos un curso determinado al compact, de acuerdo a la sensación que queríamos mostrar como grupo. Por eso finalmente quedaron trece temas. Había otro tipo de composiciones también, pero nos pusimos en sintonía para elegir qué era lo mejor.
(El Acople) Tardaron tres años en sacar este último trabajo y lo grabaron en un mes, ¿cómo fue esa etapa tan rápida?
(Person) Buenísima. Estuvo coherente con el concepto del disco: fue a toda urgencia. Grabar abarca una parte compositiva, artística o bohemia y una parte técnica que, en un punto, se puede llegar a tornar tediosa. El concepto de este disco fue grabar y que quedara así como viniera...eso hizo que las cosas sean más fáciles. Se pasó volando, fue muy interesante.
(El Acople) Es el tercer disco que graban con Juanchi Baleirón, ¿cómo es trabajar con el?
(Mario) Conectamos muy bien. Él sabe interpretar exactamente hacia dónde queremos ir con las canciones. Además como hicimos varias cosas juntos ya prácticamente no tenemos que hablar porque sabe cómo sacar lo mejor de nosotros. Es bárbaro crecer con un productor como Juanchi.
(El Acople) ¿Qué fue lo que aprendieron de su trabajo?
(Mario) Muchas cosas porque es un excelente guitarrista del cual se puede aprender todo el tiempo. A nivel producción es excelente, conoce muy bien las herramientas para llevar adelante un proyecto y eso hace facilitar todo a la hora de definir las cosas.
LA VORÁGINE
(El Acople) ¿Sintieron algún tipo de presión ya sea comercial, del público, o propia, a la hora de preparar un nuevo disco, después de uno tan exitoso como fue “Mancha Registrada”?
(Mario) No, porque en ése sentido pesó mucho la experiencia que tenemos como banda. A la hora de componer o de meternos en la sala de ensayo fue externo todo ese tema de las presiones que uno pueda llegar a tener. Es natural, cuando componemos, tratamos de hacer la mejor canción y nada más.
(Person) Para mí es un alivio tener un disco como “Mancha Registrada”, porque ya nos sacamos de encima el tema de hacer un éxito. A partir de ahí, estamos capacitados para seguir con otras cosas distintas.
(Mario) Además somos una banda que si se repite se aburre. De hecho en el cd anterior los temas eran muy distintos a lo que veníamos haciendo. Por eso antes hablaba de facetas; son características que surgen naturalmente y que queremos demostrar en un momento particular. Todo el análisis sobre el éxito es posterior.
(El Acople) ¿Se sintieron excedidos en algún momento durante la vorágine de masividad nacida gracias a “Mancha Registrada”?
(Mario) Lo tomamos con tranquilidad. Lo que pasa es que habíamos pasado por eso también con los primeros discos; tuvimos una sobre-exposición que fue más difícil de manejar porque no teníamos experiencia y honestamente éramos muy chicos. Pero hoy por hoy nos concentramos más en lo que tenemos adelante y cuidamos lo que queremos mostrar como agrupación.
(Fernando) Lo que estuvo bueno es que “Mancha...” se hizo popular antes de que lo tomara todo el mundo y se hiciera mega-popular.
(El Acople) En una nota, Ataque 77 dijo que se arrepentían de que un tema de ellos haya sido cortina de un programa de televisión... ¿a ustedes los perjudicó que “Cómo estamos hoy” haya sido tan usado en todos los medios?
(Fernando) Creo que no: todo se hizo con nuestro consentimiento porque nos parecía que no estaba mal. Podría haber estado en millones de otros lugares en los que sí nos hubiera perjudicado. Pero esas son consecuencias de tener un tema popular y no renegamos del asunto.
(El Acople) ¿Piensan que les va volver a pasar esto de meter un tema tan aceptado por todos?
(Person) La posibilidad siempre está, es cíclico, no hay manera de controlarlo. Laburar como laburamos siempre hace que estemos tranquilos y si un tema funciona a nivel popular es sólo una consecuencia. Es magia que hace más agradable nuestro trabajo y que nos permite estar siempre atrás de una buena canción, aunque no sea popular, porque eso depende de muchos factores... y lo importante es que no los estamos persiguiendo.
MISCELÁNEAS: DISCOGRÁFICAS, LOS RUMBOS Y LA TEMIDA PIRATERÍA
(El Acople) ¿Fue una necesidad buscar un sonido más propio y experimentar a lo largo de su carrera?
(Person) Al principio empezás buscando. Pero con el tiempo se va adquiriendo un sonido propio que después vas puliendo hasta lograr lo que realmente se quiere. Creo que éste último disco nos encuentra descubriendo el brillo de ése pulido del que te hablo. Más allá del sonido que hayamos logrado ahora, por lo cierto bastante power, siempre está nuestra esencia en el formato de las canciones y de las melodías.
(El Acople) ¿ Cómo los trataron las discográficas en las diferentes etapas de su carrera?
(Person) La primera etapa fue una cagada. La segunda bien porque estamos laburando como se debe.
(Mario) Una discográfica es un socio. De alguna manera, forma parte en todo el camino y tiene que tirar para el mismo lado donde uno va. Cuando no funciona como socio es cuando se vienen los problemas.
(Fernando) Lo que creo es que hay discográficas buenas y malas. Podés encontrar discográficas que no saben trabajar, productores que están dormidos en sus escritorios o gente que te roba plata. Y de repente también podés encontrar compañías que hacen bien su trabajo. Antes nosotros hacíamos lo que queríamos, y con eso conseguimos que, por ejemplo, la gente de la primera discográfica no nos apoyara, no nos diera publicidad o nos vendiera mal. Por eso comenzamos a laburar de otra manera, pasamos por periodos de crisis, crecimos, nos levantamos... empezamos a trabajar con EMI y ahora sentimos que tenemos una madurez importante y que podemos tomar bien nuestras propias decisiones y sentir que ellos nos apoyan.
(El Acople) ¿Y nunca pensaron trabajar de forma independiente?
(Fernando) Si es posible laburar con una compañía con la que nos sentimos cómodos, preferimos hacerlo. Nosotros tenemos un cierto control de todas las posiciones pero ellos son los que las llevan a cabo, aunque les hacemos un seguimiento. Así no perdés tiempo para estar componiendo temas. Me da mucha risa cuando veo campañas de periodistas que hablan de los músicos independientes o defienden la independencia. ¿Por qué no van ellos a escribir un fanzine o editan un diario? Justamente, los que más promueven eso no son los que lo hacen. Y también muchos músicos que se jactan de ser independientes se mueren por estar en una compañía. Habrá otros que no. En resumen, a nosotros nos gusta trabajar en equipo. Nos gusta trabajar con un productor que interprete lo que queremos. Nos gusta una compañía que sepa y vaya a lo que nosotros pretendemoss. Es nuestra forma de ver las cosas.
(El Acople) ¿Qué opinan de la música en Internet y de la piratería?
(Mario) La piratería está mal de por sí. Hay distintas aristas que podes comparar: en algún momento se daba que te comprabas un disco y para que no se te raye con la púa, lo grababas en cassette para escucharlo. Desde ese punto de vista era hasta "artístico". El problemas es cuando vos comprás un disco para grabarlo, regrabarlo y venderlo. Ahí estás cagando a mucha gente y ya no tiene nada que ver con lo artístico. Ése es el negocio de la piratería en sí. Para mí Internet es interesante como muestrario, es tan interesante como lo es una biblioteca para un autor. En ese sentido, todo el abanico de posibilidades está bueno para descubrir bandas y demás.
(Fernando) Es un tema que entra en un contexto social complicado. Lo ideal sería que todos tuviésemos la posibilidad de comprarnos la cantidad de discos que quisiéramos. Hoy por hoy, estamos en una situación difícil porque los discos están muy caros. Mucha gente no puede comprarse un disco original, entonces, se lo copian... de hecho, yo tengo algunos copiados. Lo que no veo bien es que haya gente que esté vendiendo discos en la calle o en los parques, porque ahí es donde se establece una mafia o un comercio paralelo. Esas mafias organizadas ganan plata, joden a la compañía que te financió el disco y que se arriesgó al negocio, que sale a venderlo, que paga los impuestos. La parte organizada de la piratería la vemos muy mal.
(El Acople) ¿Se pueden bajar los precios de los discos?
(Fernando) Las compañías hacen lo que pueden. Ahora están sacando un sistema que hace más complicado el copiado. Igualmente no se puede competir contra la piratería. Pero bajar el precio del cd es otro tema: nosotros tratamos de pelear con la compañía para que lo pusieran a un precio más bajo, aunque también, a veces, depende mucho de la disquería.
(El Acople) ¿Se sintieron limitados económicamente por parte de la compañía a la hora de hacer “Urgente”?
(Fernando) No sentimos la limitación porque justo tuvimos la suerte de que quisimos hacer un disco austero. Coincidió con el impulso artístico de que queríamos grabarlo rápido, fuerte, urgente, con un sonido más frontal, más directo. Si hubiésemos querido desarrollarlo más, por ahí nos hubiésemos encontrado con el inconveniente.
(El Acople) ¿Qué sienten al ver que su disco, que con tanto laburo hicieron, se pueda conseguir en un parque a cinco mangos?
(Fernando) Nos da bronca que se estén llevando la plata unos tipos que laburan copiando compacts y que se llenan de guita sin pagar al Estado lo que corresponde. Entonces perjudican a la compañía, a la banda y al Estado, en el sentido de que es el que se tiene que organizar para tratar de armar un país como la gente, tratar que todos paguemos impuestos y que se destinen a la educación, a la salud pública... entonces estamos viviendo una crisis de años donde todos tenemos la enorme responsabilidad de tratar de cambiar esto.
(Mario) Lisa y llanamente es un robo. Es el usufructo del laburo de otro.
(El Acople) ¿Qué lugar ocupan como artistas en el marco de la crisis cultural que atraviesa el país?
(Fernando) La música, en algún sentido, forma parte de un entretenimiento y concientiza. También el rock forma y tiene una responsabilidad con su historia misma de cumplir algún rol social. Si bien nuestras letras no son de denuncia muy directa, creo que a veces pintan un panorama que te hace tomar conciencia de algunas cosas. Si vamos a algo más concreto, creo que hemos intentado poner nuestro granito de arena, por ejemplo, con la Gira Universitaria. Es una gira que la hacemos a pulmón, que la armamos nosotros y con la que, de alguna manera, tratamos de hacernos eco de algunas luchas. Al hablar de esa gira con la prensa ponemos un punto de atención en la educación como un valor y una problemática importante. Si hoy tuviésemos educación tal vez, no habría gente que compre el disco a cinco pesos. Es una de las patas de la mesa que haría que todos estuviésemos mejor.
AL FINAL... TODO ES URGENTE!
(El Acople) Como banda, ¿qué es lo urgente?
(Mario) Mostrar esta faceta nueva que, de alguna manera, tampoco es tan nueva ya que venía sugerida hasta en discos anteriores. Lo importante es volcar toda esa energía al escenario. Tratar de mostrarlo en la mayor cantidad de lugares posibles. Nos parece también urgente la reedición de esta propuesta universitaria, que sería la número tres. Básicamente eso: mostrar el disco y mostrar éste momento y ésta energía que tenemos para trasmitir.
(El Acople) ¿Van a presentar el cd en el exterior?
(Mario) Si, de hecho, ahora tenemos una gira de pocos shows para el fin del verano europeo, después vamos a volver y tratar de hacer esa gira universitaria. Hay otra propuesta para tocar en Estados Unidos y Puerto Rico. Y en noviembre vamos presentar oficialmente el disco acá en Argentina (15/11/2003). Por suerte tenemos una agenda bastante completa.
(El Acople) ¿Cómo piensan que se va a adaptar el mensaje de su disco en otras realidades mundiales?
(Fernando) La idea musical es bastante universal. Nosotros empezamos como fanas de los Beatles, que cantaban en inglés y cuando escuchábamos las canciones no sabíamos, tal vez, lo que querían decir. Pero creo que el mensaje está y va más allá del país, más allá de latitudes...
Entrevista: Nacho Girón y Luciana Acuña Elías (Redacción de El Acople)
La enorme cantidad de jóvenes vestidos con colores chillones y gorros a lo Marquesi, y las numerosas familias presentes para disfrutar una noche de reggae en plena Capital Federal, entraron automáticamente en una larga carcajada luego de anunciarse por parlantes que estaba prohibido fumar adentro del estadio. ¡Ja! Y no era lo único distinto en un Luna Park que se armó como si fuera un enorme teatro; el gran hall (¡con escaleras incluidas!) situado en el centro del lugar, llevaba a los que habían pagado plateas a sus correspondientes butacas mientras en el fondo, bien al fondo, la gente que había abonado populares intentaba ubicarse para ver de la mejor manera.
Ante la explícita prohibición al pogo, todos se conformaron saltando sobre sus asientos o empujando con precaución al vecino mientras sonaba la incontenible "No me pares", que dio el puntapié inicial al último show de la larga tanda del pájaro multicolor en el mítico estadio porteño.
Poder de evolución deben tener LOS PERICOS, que arrancaron con un sonido digno de una lata de duraznos, y terminaron con máxima potencia haciendo retumbar cada instrumento en el oído de los seguidores, estuvieran donde estuvieran.
Poder de selección, ¿por qué no?, al mechar a lo largo de su presentación clásicos de todas las épocas que hicieron estallar a picos eufóricos los cantos de la gente. Así sonaron "Párate y mira", "Nada que perder" (con Juanchi Baleirón moviendo su cabeza como poseído), "Runaway", "Mistyc love" (que incluyó un agradable arreglo final con el tema de CHARLY GARCÍA, "Yendo de la cama al living"), "Torito", "La hiena" y "Jamaica reggae", entre muchos otros.
Entre hit y hit, la banda que a partir de 1987 desató una verdadera fiebre del reggae en Argentina, fue regalando canciones de su último trabajo Desde Cero. Ya sea durante "Bajo la lluvia", "Complicado y aturdido" o "Babel", no importaba, BAHIANO caminaba de punta a punta del enorme escenario agitando a la gente y generando un ambiente más familiar.
Poder de creatividad también lograron LOS PERICOS, llegando a través de la simpleza a crear momentos únicos. Como cuando ingresó de invitado en medio de una interminable ovación, el talentoso RICARDO MOLLO, quien punteó como sólo él sabe en "Mi flor". El violero de DIVIDIDOS participó también del momento más alto de la noche, una zapada con base funk-reggae que mutó en jazz para finalmente terminar con otro deleite por parte de MOLLO. Creatividad, también presente en "Su galán", en la que los músicos intercambiaron instrumentos y roles, o cuando JUANCHI y el BAHIANO hicieron una versión acústica, muy aceptada, de "Waitin´".
Poder de transformación, sin duda alguna, cambiando de manera rápida el escenario en un pequeño bar; amontonados y con banquetas, hicieron versiones íntimas de temas como "Cerca de mí" y "Pupilas lejanas".
Y si a todo eso le faltaba algo, el poder de cierre coronó la velada. BAHIANO golpeaba su pandereta en "Hace lo que quieras", y caminaba entre la gente en "Eu vi chegar", al tiempo que el ambiente se hacía más intenso y la energía fluía de cada alma. Después de la presentación de los integrantes, "Casi nunca lo ves" logró sobrepasar el nivel de adrenalina que se había vivido hasta el momento.
¿Se van, no se van? La realidad era que la gente coreaba aunque el telón ya estaba cerrado. "Los pericos, es un sentimiento, no puedo parar" o "una más y no jodemos más" lograron que la agrupación saliera para despedirse con todo un arsenal. "Movida rastafari", "El ritual de la banana" y... "Home sweet home" redondearon una actuación que comenzó desde cero y se ganó una calificación muy aceptable.
Muchos años han pasado desde aquel 10 de junio del año 1994, fecha del primer show de LOS PERICOS en el Luna. En esa ocasión, teloneando a los noruegos A-HA, parecía imposible llegar a tocar algún día en ese mismo lugar, pero presentando un disco y demostrando el poderío de una banda que se hizo de abajo. Los tiempos cambiaron, y el sueño está hecho realidad.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Ante la explícita prohibición al pogo, todos se conformaron saltando sobre sus asientos o empujando con precaución al vecino mientras sonaba la incontenible "No me pares", que dio el puntapié inicial al último show de la larga tanda del pájaro multicolor en el mítico estadio porteño.
Poder de evolución deben tener LOS PERICOS, que arrancaron con un sonido digno de una lata de duraznos, y terminaron con máxima potencia haciendo retumbar cada instrumento en el oído de los seguidores, estuvieran donde estuvieran.
Poder de selección, ¿por qué no?, al mechar a lo largo de su presentación clásicos de todas las épocas que hicieron estallar a picos eufóricos los cantos de la gente. Así sonaron "Párate y mira", "Nada que perder" (con Juanchi Baleirón moviendo su cabeza como poseído), "Runaway", "Mistyc love" (que incluyó un agradable arreglo final con el tema de CHARLY GARCÍA, "Yendo de la cama al living"), "Torito", "La hiena" y "Jamaica reggae", entre muchos otros.
Entre hit y hit, la banda que a partir de 1987 desató una verdadera fiebre del reggae en Argentina, fue regalando canciones de su último trabajo Desde Cero. Ya sea durante "Bajo la lluvia", "Complicado y aturdido" o "Babel", no importaba, BAHIANO caminaba de punta a punta del enorme escenario agitando a la gente y generando un ambiente más familiar.
Poder de creatividad también lograron LOS PERICOS, llegando a través de la simpleza a crear momentos únicos. Como cuando ingresó de invitado en medio de una interminable ovación, el talentoso RICARDO MOLLO, quien punteó como sólo él sabe en "Mi flor". El violero de DIVIDIDOS participó también del momento más alto de la noche, una zapada con base funk-reggae que mutó en jazz para finalmente terminar con otro deleite por parte de MOLLO. Creatividad, también presente en "Su galán", en la que los músicos intercambiaron instrumentos y roles, o cuando JUANCHI y el BAHIANO hicieron una versión acústica, muy aceptada, de "Waitin´".
Poder de transformación, sin duda alguna, cambiando de manera rápida el escenario en un pequeño bar; amontonados y con banquetas, hicieron versiones íntimas de temas como "Cerca de mí" y "Pupilas lejanas".
Y si a todo eso le faltaba algo, el poder de cierre coronó la velada. BAHIANO golpeaba su pandereta en "Hace lo que quieras", y caminaba entre la gente en "Eu vi chegar", al tiempo que el ambiente se hacía más intenso y la energía fluía de cada alma. Después de la presentación de los integrantes, "Casi nunca lo ves" logró sobrepasar el nivel de adrenalina que se había vivido hasta el momento.
¿Se van, no se van? La realidad era que la gente coreaba aunque el telón ya estaba cerrado. "Los pericos, es un sentimiento, no puedo parar" o "una más y no jodemos más" lograron que la agrupación saliera para despedirse con todo un arsenal. "Movida rastafari", "El ritual de la banana" y... "Home sweet home" redondearon una actuación que comenzó desde cero y se ganó una calificación muy aceptable.
Muchos años han pasado desde aquel 10 de junio del año 1994, fecha del primer show de LOS PERICOS en el Luna. En esa ocasión, teloneando a los noruegos A-HA, parecía imposible llegar a tocar algún día en ese mismo lugar, pero presentando un disco y demostrando el poderío de una banda que se hizo de abajo. Los tiempos cambiaron, y el sueño está hecho realidad.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
El real tributo a Pink Floyd en Argentina
"A veces termina el show y vemos que muchos están como transportados", sentencia con cara de sorprendido en su propia casa Ariel Moscatelli, encargado de voz y teclados. "Hay gente que viene después de escucharme en THE GREAT GIG IN THE SKY y me dice `me hiciste llorar´... es increíble que pasen esas cosas... todavía no lo puedo creer", agrega Valeria García, una de las coristas.
El trasfondo de sentimientos tan profundos es nada más y nada menos que la legendaria agrupación británica PINK FLOYD, que deslumbra a todo aquel que los haya oído o visto, gracias a su genialidad, potencia, complejidad musical y psicodelia. UMMAGUMMA, es una banda argentina que desde 1998 les hace un excelente tributo, no sólo por la brillantez de sus once integrantes, sino también por la lograda puesta en escena, la precisión de su sonido y la calidad que demuestran en cada sala llena de manos aplaudiendo. Frente a esta difícil tarea, los obstáculos son infinitos y los caminos por recorrer, muchos. Por eso, sin titubeos demostraron tener las ideas claras y un futuro muy promisorio por delante...
EPISODIO I (PRESENTE Y FUTURO)
(Generación Músicos) Cuando nació la idea de hacer UmmagummA, ¿no pensaron que era una meta demasiado arriesgada?
(Ariel) La idea fue mía y del ex baterista (Ernesto Mariotti), pero no fue algo muy premeditado. Yo venía de varias bandas y estaba harto de tocar muy cada tanto en pubs donde iban solamente mis amigos. Encima había muchas diferencias musicales con los integrantes, no había un idea en común. Entonces como con Ernesto somos fanáticos de PINK FLOYD, decidimos empezar a juntar músicos que también les gustara lo mismo y estuvieran en esa sintonía. El primer paso fue hacer una lista con los temas que podríamos llegar a interpretar, y también empezar a armar la banda como aparece en P.U.L.S.E. De a poco juntamos la gente y nos sorprendió que en menos de dos meses teníamos toda la formación y ya hacíamos THE DARK SIDE OF THE MOON completo y algunos temas sueltos. Así nomás decidimos salir a tocar, y en agosto de 1998 hicimos el primer show en la Sala Cátulo Castillo. En ese recital metimos 170 personas, una cifra que no nos esperábamos para nada y que nos sirvió económicamente para empezar a bancarnos. Pero lo loco es que todo nació más que nada para poder hacer temas propios, aunque con el tiempo las cosas fueron cambiando. También algo muy importante fue que la idea desde el principio nunca fue repartirse la guita entre nosotros, sino empezar a invertir para ir aumentando el nivel de los shows.
(Valeria) En el segundo recital, que fue en Acatraz, era la primera vez que estábamos sobre un escenario grande y nos sentíamos bastante distantes, demasiado frío el ambiente. Pero esas experiencias fueron sirviendo para madurar como banda.
(Generación Músicos) Me imagino que fue difícil la búsqueda de los músicos...
(Ariel) Lo que hicimos fue poner avisos en los clasificados de Segundamano y así empezamos a conocer gente. Al final, la mayor parte de los integrantes cayeron por ese lado. Era simple, nos juntábamos en mi casa, probábamos a ver qué onda el músico, y si andaba le dábamos para adelante. Fue todo medio increíble.
(Valeria) Tampoco fue un casting. Si más o menos tocaba, le gustaba FLOYD y tenía buena onda: listo.
(Ariel) Como decía antes, al principio la idea no era llegar a ser lo que es hoy UMMAGUMMA, la cosa era largarse a hacer temas propios. Lo que pasa que crecimos tanto show tras show que lo otro siempre quedó relegado.
(Generación Músicos) ¿A qué atribuyen la gran respuesta del público a pesar de la poca difusión que le dan a sus shows?
(Ariel) UMMAGUMMA creció gracias al "boca en boca". El principal factor fue ése, porque hasta hace un tiempo veníamos con el mismo estilo de publicidad, que nunca fueron grandes cosas. Hacíamos algunos avisos en el Si! de Clarín, y después pegábamos algunos carteles blanco y negro en la calle. De a poco fuimos tomando mails y teléfonos de la gente que nos venía a ver, cosa que en ese momento no muchos hacían.
(Valeria) Al principio íbamos a un locutorio y llamábamos como a 300 personas, una por una, para invitarlas al show.
(Ariel) Todas esas cosas les gustaron a la gente, es como que tenían contacto directo con la banda. Así quebramos una barrera importante, porque es muy loco que el grupo que fuiste a ver te llame para invitarte a sus recitales. Ahora, el "boca en boca" continúa porque nos siguen llegando mails de personas que vienen por primera vez y quedan fascinadas, y poco a poco van trayendo más gente.
(Generación Músicos) ¿Cómo es la preparación de un recital de UmmagummA?
(Ariel) Es un laburo grande que ya lo venimos mecanizando. Lo primero que hacemos es plantearnos una fecha para tocar, lo cual siempre es un quilombo. Después, definimos qué tipo de show queremos dar, si hacemos un disco completo o no, si hacemos temas de todas las épocas o si tocamos una época específica, por ejemplo. Pero igualmente hay una base de canciones que generalmente están.
(Generación Músicos) ¿La pantalla, el sonido cuadrafónico y los láser cuándo aparecieron?
(Ariel) Se fueron dando de a poco. Por ejemplo el tema de la pantalla surgió en los primeros shows en The Cavern, pero era cuadrada. Con el tiempo fuimos comprando cosas, gracias a la suerte de que un poco antes de la devaluación cambiamos a dólares todo el dinero que habíamos juntado. Entonces mandamos a hacer la pantalla redonda, y nos gustó mucho porque quedó re Floyd. Creo que ese cambio fue uno de los aspectos que más impactó. Así fueron naciendo nuevas cosas, porque nosotros todo el tiempo tiramos ideas sobre lo que hacen ellos, y después vemos cómo logramos llevarlas a cabo. Ahora, más recientemente, nos preguntamos "¿qué nos falta?", y decidimos implementar el tema de los láser, en donde el problema es que son carísimos. Igual le estamos dando para adelante y lo vamos a presentar el 8 de noviembre en el Auditorio Belgrano, en un show que también va a tener sonido cuadrafónico.
(Generación Músicos) O sea, la caracterización "Pink Floyd" se fue dando como un proceso...
(Ariel) Iban saliendo las ocurrencias y nos la fuimos jugando. Es todo un trabajo hacer cosas así porque nunca sabes cómo pueden salir ya que no tenemos posibilidad de probarlas antes de los recitales.
(Valeria) El problema ahora es que todo sale mucha plata, y entra en juego conseguir sponsors para seguir creciendo, ya no rinde el fondo que tenemos.
(Ariel) Los shows muy grandes nos súper estresan porque hay que estar pendientes de todo. Nosotros nos encargamos de armar el sonido, montar las luces, preparar cada detalle, desarmar las cosas cuando terminamos de tocar, subirlas a un flete y trasladar los instrumentos a la sala. Sabemos que podemos crecer mucho todavía, pero con ayuda.
(Generación Músicos) ¿Qué es lo más positivo que rescatan de todas sus experiencias?
(Ariel) Lo que más rescato es el reconocimiento de la gente. Nunca pensamos meter más de mil personas en un teatro y que al final se paren todos a ovacionarnos. Es algo muy lindo.
(Valeria) También rescatamos que mantenemos el espíritu de Floyd. A pesar de muchos cambios en la formación de nuestra banda siempre se mantuvo intacta la idea de ellos.
(Generación Músicos) Frente a una tarea tan difícil, ¿tienen presentes cuáles son sus limitaciones musicales?
(Ariel) Lo que más nos cuesta es la época de THE DIVISIÓN BELL y P.U.L.S.E, porque tienen un sonido muy laburado en estudio, muy limpio, profesional y con muchas computadoras y samplers. Aparte usan un montón de instrumentos y lograr ése sonido es complicado. En realidad se pueden tocar, pero lo difícil es que suenen.
(Valeria) Sin embargo de a poco vamos evolucionando con respecto a eso. Desde el año pasado está Tomás Tyrrel que es el operador de sonido, porque era necesario tener un operador fijo que sepa qué y cómo tocamos. La idea es que Tomás vaya conociendo el detalle de cada tema que hacemos, y cuando eso pase tal vez sí podamos tocar lo que ahora se complica.
(Ariel) Gracias a otras personas que están abajo del escenario mejoramos grandes detalles que están fuera de nuestro alcance cuando tocamos. Inclusive después de los shows nos juntamos todos y hacemos un balance de lo que salió bien y mal, aunque eso lo implementamos hace poco. Antes el único feedback que teníamos era lo que nos decía el público.
(Generación Músicos) Además de hacer un tributo, ¿intentan dar algún tipo de mensaje al público?
(Ariel) No sé si queremos dar un mensaje específico. Si interpretamos a PINK FLOYD lo más fielmente que podamos, cada uno que nos escuche va a sentir cosas diferentes. En ese sentido les estamos transmitiendo algo. Pero sí queremos transmitir distintos mensajes a través de temas propios, que los estamos haciendo a través de otra banda.
EPISODIO II (LAS CREACIONES PROPIAS)
(Generación Músicos) ¿Cómo es esta banda paralela?
(Valeria) Hay un proyecto que se llama FAFNER, pero hoy está congelado por una cuestión de diferencias entre los gustos musicales de cada integrante. Algunos tenemos el mismo gusto y apuntamos hacia lo mismo aunque también hay gente que no está muy entusiasmada. Esa situación hace que comencemos a pensar en hacer temas propios pero no necesariamente con todos los integrantes de UMMAGUMMA.
(Ariel) Lo que deseamos es que cada uno participe si quiere. Si algún integrante decide hacer un proyecto con otra gente sabe que cuenta con el apoyo de todos.
(Generación Músicos) ¿Sigue siendo una meta consolidar a "Fafner"?
(Valeria) El tema se está charlando. Algunos queremos seguir con este proyecto y llegar a consolidarlo aunque igual estamos sobre todo en un proceso de formación.
(Generación Músicos) ¿Fue una necesidad tener otra banda aparte?
(Ariel) Creo que la idea siempre estuvo. De todas formas un poco de necesidad hay, porque todo bien con UMMAGUMMA, pero no deja de ser un tributo, no deja de ser música de otras personas.
(Generación Músicos) Por lo que siento no piensan mezclar sus composiciones con lo que hacen en UmmagummA...
(Ariel) No, justamente porque nos parece que en un tributo no se pueden intercalar cosas propias. Un par de veces presentamos temas nuestros, pero fue al final del show y antes le preguntamos a la gente presente si lo podíamos hacer.
EPISODIO III (QUÉ BELLA ES LA MÚSICA)
(Generación Músicos) ¿Se plantearon alguna vez vivir de la música?
(Ariel) Todavía casi ninguno de los integrantes logra subsistir sólo gracias a la música. Sin embargo son cosas que de a poco algunos nos estamos planteando.
(Valeria) Yo por ejemplo trabajé muchos años en oficinas haciendo trabajos administrativos, y ahora ya hace un mes que dejé de trabajar para dedicarme a dar clases de canto. No sé, son pequeños pasos.
(Ariel) Es muy complicado porque cuando uno está acostumbrado a un sueldo fijo le cuesta largar todo de golpe. Además sabemos que en Argentina el tema musical es bastante inestable y ser un músico es como ser un "bohemio". En Europa ser un músico es lo mismo que ser abogado, periodista o médico, pero acá no, y eso jode.
(Generación Músicos) ¿Porqué creen que muchas bandas de todo el mundo están retomando aspectos de la música de los años 60´ o 70´?
(Valeria) En general lo que se escucha ahora es mierda. Yo escucho cosas de los setenta porque eso era música.
(Ariel) En la actualidad hay canciones copadas, pero no te terminan de dejar nada. No hay bandas o discos que hagan un quiebre o que te rompan la cabeza. Ahora es, generalizando, como si fuera "compro y tiro", se crea música como si fuera un producto nada más.
(Generación Músicos) ¿Les gustaría volver a esa etapa tan importante de la música?
(Ariel) Yo no volvería porque pienso que tenemos que aprender de ese tiempo pero desde nuestra realidad actual. No creo que haya que imitar, sino aprender...
Entrevista: Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
"A veces termina el show y vemos que muchos están como transportados", sentencia con cara de sorprendido en su propia casa Ariel Moscatelli, encargado de voz y teclados. "Hay gente que viene después de escucharme en THE GREAT GIG IN THE SKY y me dice `me hiciste llorar´... es increíble que pasen esas cosas... todavía no lo puedo creer", agrega Valeria García, una de las coristas.
El trasfondo de sentimientos tan profundos es nada más y nada menos que la legendaria agrupación británica PINK FLOYD, que deslumbra a todo aquel que los haya oído o visto, gracias a su genialidad, potencia, complejidad musical y psicodelia. UMMAGUMMA, es una banda argentina que desde 1998 les hace un excelente tributo, no sólo por la brillantez de sus once integrantes, sino también por la lograda puesta en escena, la precisión de su sonido y la calidad que demuestran en cada sala llena de manos aplaudiendo. Frente a esta difícil tarea, los obstáculos son infinitos y los caminos por recorrer, muchos. Por eso, sin titubeos demostraron tener las ideas claras y un futuro muy promisorio por delante...
EPISODIO I (PRESENTE Y FUTURO)
(Generación Músicos) Cuando nació la idea de hacer UmmagummA, ¿no pensaron que era una meta demasiado arriesgada?
(Ariel) La idea fue mía y del ex baterista (Ernesto Mariotti), pero no fue algo muy premeditado. Yo venía de varias bandas y estaba harto de tocar muy cada tanto en pubs donde iban solamente mis amigos. Encima había muchas diferencias musicales con los integrantes, no había un idea en común. Entonces como con Ernesto somos fanáticos de PINK FLOYD, decidimos empezar a juntar músicos que también les gustara lo mismo y estuvieran en esa sintonía. El primer paso fue hacer una lista con los temas que podríamos llegar a interpretar, y también empezar a armar la banda como aparece en P.U.L.S.E. De a poco juntamos la gente y nos sorprendió que en menos de dos meses teníamos toda la formación y ya hacíamos THE DARK SIDE OF THE MOON completo y algunos temas sueltos. Así nomás decidimos salir a tocar, y en agosto de 1998 hicimos el primer show en la Sala Cátulo Castillo. En ese recital metimos 170 personas, una cifra que no nos esperábamos para nada y que nos sirvió económicamente para empezar a bancarnos. Pero lo loco es que todo nació más que nada para poder hacer temas propios, aunque con el tiempo las cosas fueron cambiando. También algo muy importante fue que la idea desde el principio nunca fue repartirse la guita entre nosotros, sino empezar a invertir para ir aumentando el nivel de los shows.
(Valeria) En el segundo recital, que fue en Acatraz, era la primera vez que estábamos sobre un escenario grande y nos sentíamos bastante distantes, demasiado frío el ambiente. Pero esas experiencias fueron sirviendo para madurar como banda.
(Generación Músicos) Me imagino que fue difícil la búsqueda de los músicos...
(Ariel) Lo que hicimos fue poner avisos en los clasificados de Segundamano y así empezamos a conocer gente. Al final, la mayor parte de los integrantes cayeron por ese lado. Era simple, nos juntábamos en mi casa, probábamos a ver qué onda el músico, y si andaba le dábamos para adelante. Fue todo medio increíble.
(Valeria) Tampoco fue un casting. Si más o menos tocaba, le gustaba FLOYD y tenía buena onda: listo.
(Ariel) Como decía antes, al principio la idea no era llegar a ser lo que es hoy UMMAGUMMA, la cosa era largarse a hacer temas propios. Lo que pasa que crecimos tanto show tras show que lo otro siempre quedó relegado.
(Generación Músicos) ¿A qué atribuyen la gran respuesta del público a pesar de la poca difusión que le dan a sus shows?
(Ariel) UMMAGUMMA creció gracias al "boca en boca". El principal factor fue ése, porque hasta hace un tiempo veníamos con el mismo estilo de publicidad, que nunca fueron grandes cosas. Hacíamos algunos avisos en el Si! de Clarín, y después pegábamos algunos carteles blanco y negro en la calle. De a poco fuimos tomando mails y teléfonos de la gente que nos venía a ver, cosa que en ese momento no muchos hacían.
(Valeria) Al principio íbamos a un locutorio y llamábamos como a 300 personas, una por una, para invitarlas al show.
(Ariel) Todas esas cosas les gustaron a la gente, es como que tenían contacto directo con la banda. Así quebramos una barrera importante, porque es muy loco que el grupo que fuiste a ver te llame para invitarte a sus recitales. Ahora, el "boca en boca" continúa porque nos siguen llegando mails de personas que vienen por primera vez y quedan fascinadas, y poco a poco van trayendo más gente.
(Generación Músicos) ¿Cómo es la preparación de un recital de UmmagummA?
(Ariel) Es un laburo grande que ya lo venimos mecanizando. Lo primero que hacemos es plantearnos una fecha para tocar, lo cual siempre es un quilombo. Después, definimos qué tipo de show queremos dar, si hacemos un disco completo o no, si hacemos temas de todas las épocas o si tocamos una época específica, por ejemplo. Pero igualmente hay una base de canciones que generalmente están.
(Generación Músicos) ¿La pantalla, el sonido cuadrafónico y los láser cuándo aparecieron?
(Ariel) Se fueron dando de a poco. Por ejemplo el tema de la pantalla surgió en los primeros shows en The Cavern, pero era cuadrada. Con el tiempo fuimos comprando cosas, gracias a la suerte de que un poco antes de la devaluación cambiamos a dólares todo el dinero que habíamos juntado. Entonces mandamos a hacer la pantalla redonda, y nos gustó mucho porque quedó re Floyd. Creo que ese cambio fue uno de los aspectos que más impactó. Así fueron naciendo nuevas cosas, porque nosotros todo el tiempo tiramos ideas sobre lo que hacen ellos, y después vemos cómo logramos llevarlas a cabo. Ahora, más recientemente, nos preguntamos "¿qué nos falta?", y decidimos implementar el tema de los láser, en donde el problema es que son carísimos. Igual le estamos dando para adelante y lo vamos a presentar el 8 de noviembre en el Auditorio Belgrano, en un show que también va a tener sonido cuadrafónico.
(Generación Músicos) O sea, la caracterización "Pink Floyd" se fue dando como un proceso...
(Ariel) Iban saliendo las ocurrencias y nos la fuimos jugando. Es todo un trabajo hacer cosas así porque nunca sabes cómo pueden salir ya que no tenemos posibilidad de probarlas antes de los recitales.
(Valeria) El problema ahora es que todo sale mucha plata, y entra en juego conseguir sponsors para seguir creciendo, ya no rinde el fondo que tenemos.
(Ariel) Los shows muy grandes nos súper estresan porque hay que estar pendientes de todo. Nosotros nos encargamos de armar el sonido, montar las luces, preparar cada detalle, desarmar las cosas cuando terminamos de tocar, subirlas a un flete y trasladar los instrumentos a la sala. Sabemos que podemos crecer mucho todavía, pero con ayuda.
(Generación Músicos) ¿Qué es lo más positivo que rescatan de todas sus experiencias?
(Ariel) Lo que más rescato es el reconocimiento de la gente. Nunca pensamos meter más de mil personas en un teatro y que al final se paren todos a ovacionarnos. Es algo muy lindo.
(Valeria) También rescatamos que mantenemos el espíritu de Floyd. A pesar de muchos cambios en la formación de nuestra banda siempre se mantuvo intacta la idea de ellos.
(Generación Músicos) Frente a una tarea tan difícil, ¿tienen presentes cuáles son sus limitaciones musicales?
(Ariel) Lo que más nos cuesta es la época de THE DIVISIÓN BELL y P.U.L.S.E, porque tienen un sonido muy laburado en estudio, muy limpio, profesional y con muchas computadoras y samplers. Aparte usan un montón de instrumentos y lograr ése sonido es complicado. En realidad se pueden tocar, pero lo difícil es que suenen.
(Valeria) Sin embargo de a poco vamos evolucionando con respecto a eso. Desde el año pasado está Tomás Tyrrel que es el operador de sonido, porque era necesario tener un operador fijo que sepa qué y cómo tocamos. La idea es que Tomás vaya conociendo el detalle de cada tema que hacemos, y cuando eso pase tal vez sí podamos tocar lo que ahora se complica.
(Ariel) Gracias a otras personas que están abajo del escenario mejoramos grandes detalles que están fuera de nuestro alcance cuando tocamos. Inclusive después de los shows nos juntamos todos y hacemos un balance de lo que salió bien y mal, aunque eso lo implementamos hace poco. Antes el único feedback que teníamos era lo que nos decía el público.
(Generación Músicos) Además de hacer un tributo, ¿intentan dar algún tipo de mensaje al público?
(Ariel) No sé si queremos dar un mensaje específico. Si interpretamos a PINK FLOYD lo más fielmente que podamos, cada uno que nos escuche va a sentir cosas diferentes. En ese sentido les estamos transmitiendo algo. Pero sí queremos transmitir distintos mensajes a través de temas propios, que los estamos haciendo a través de otra banda.
EPISODIO II (LAS CREACIONES PROPIAS)
(Generación Músicos) ¿Cómo es esta banda paralela?
(Valeria) Hay un proyecto que se llama FAFNER, pero hoy está congelado por una cuestión de diferencias entre los gustos musicales de cada integrante. Algunos tenemos el mismo gusto y apuntamos hacia lo mismo aunque también hay gente que no está muy entusiasmada. Esa situación hace que comencemos a pensar en hacer temas propios pero no necesariamente con todos los integrantes de UMMAGUMMA.
(Ariel) Lo que deseamos es que cada uno participe si quiere. Si algún integrante decide hacer un proyecto con otra gente sabe que cuenta con el apoyo de todos.
(Generación Músicos) ¿Sigue siendo una meta consolidar a "Fafner"?
(Valeria) El tema se está charlando. Algunos queremos seguir con este proyecto y llegar a consolidarlo aunque igual estamos sobre todo en un proceso de formación.
(Generación Músicos) ¿Fue una necesidad tener otra banda aparte?
(Ariel) Creo que la idea siempre estuvo. De todas formas un poco de necesidad hay, porque todo bien con UMMAGUMMA, pero no deja de ser un tributo, no deja de ser música de otras personas.
(Generación Músicos) Por lo que siento no piensan mezclar sus composiciones con lo que hacen en UmmagummA...
(Ariel) No, justamente porque nos parece que en un tributo no se pueden intercalar cosas propias. Un par de veces presentamos temas nuestros, pero fue al final del show y antes le preguntamos a la gente presente si lo podíamos hacer.
EPISODIO III (QUÉ BELLA ES LA MÚSICA)
(Generación Músicos) ¿Se plantearon alguna vez vivir de la música?
(Ariel) Todavía casi ninguno de los integrantes logra subsistir sólo gracias a la música. Sin embargo son cosas que de a poco algunos nos estamos planteando.
(Valeria) Yo por ejemplo trabajé muchos años en oficinas haciendo trabajos administrativos, y ahora ya hace un mes que dejé de trabajar para dedicarme a dar clases de canto. No sé, son pequeños pasos.
(Ariel) Es muy complicado porque cuando uno está acostumbrado a un sueldo fijo le cuesta largar todo de golpe. Además sabemos que en Argentina el tema musical es bastante inestable y ser un músico es como ser un "bohemio". En Europa ser un músico es lo mismo que ser abogado, periodista o médico, pero acá no, y eso jode.
(Generación Músicos) ¿Porqué creen que muchas bandas de todo el mundo están retomando aspectos de la música de los años 60´ o 70´?
(Valeria) En general lo que se escucha ahora es mierda. Yo escucho cosas de los setenta porque eso era música.
(Ariel) En la actualidad hay canciones copadas, pero no te terminan de dejar nada. No hay bandas o discos que hagan un quiebre o que te rompan la cabeza. Ahora es, generalizando, como si fuera "compro y tiro", se crea música como si fuera un producto nada más.
(Generación Músicos) ¿Les gustaría volver a esa etapa tan importante de la música?
(Ariel) Yo no volvería porque pienso que tenemos que aprender de ese tiempo pero desde nuestra realidad actual. No creo que haya que imitar, sino aprender...
Entrevista: Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Si LAS PELOTAS de por sí son una banda electrizante y en vivo se potencian, en ésta oportunidad sobre Obras Sanitarias brillaron con su máximo esplendor. ¡Ojo! La ocasión lo requería, ya que se trató nada más y nada menos que la presentación en sociedad de su flamante octavo disco: Esperando el milagro. La nueva placa nos lleva, desde el play al stop, a un mundo que se destaca por letras cargadas de sentimientos profundos, más una justa cuota de éxtasis que hace marcar sobre la balanza un irrefutable EXCELENTE CD.
A las diez de la noche la expectativa termina de la mano de "Desaparecido", uno de los estrenos que ya tiene videoclip. En el lugar no cabe un alma (¡hasta hay pibes colgados de las vigas de los techos!), pero todos son una misma masa que canta con devoción permanente y hasta reventar, tanto los hits como las canciones del último trabajo discográfico. De hecho, la primera hora del show será destinada casi en su totalidad, a entonar temas nuevos como "Si sentís", "Tomas x", y "Mareada", entre otros.
En esa misma tanda quedó representada a la perfección la heterogeneidad de las canciones: "Será", generaliza el pogo y la festividad; y "Abejas" hace que la piel de gallina diga presente en el Templo del Rock, sobre todo gracias a los celestiales coros de GABRIELA MARTÍNEZ que le dan (al tema y al propio recital) otra dimensión, un vuelo mágico. Con tanta variación de climas, ¿cómo no disfrutar con LAS PELOTAS?
La escenografía, merece sin dudas un capítulo aparte ya que no es muy común ver tanto despliegue en una misma noche. Detrás de los músicos se recreó el arte de tapa de Esperando el milagro, con una especie de pared de ladrillos que tenía incrustadas una pantalla gigante y tres más pequeñas. Las imágenes que se ven por las mismas, varían entre animaciones 3D y lo que va aconteciendo sobre el escenario, logrando que el público y la banda se sientan como una gran familia. Además las incontables luces de colores ayudaron a crear el mejor clima para cada interpretación, y por si fuera poco, el sonido fue un gol de media cancha.
Así, en ese ambiente que demuestra el nivel que pueden tener los show en Argentina, las sorpresas no paraban de florecer. Por eso los integrantes de LAS PELOTAS, sentados en sillas como si Obras hubiera mutado en un bar, arrancaron un mini set acústico. El primer elegido fue "Sombras" (un tema de ATAHUALPA YUPANQUI incluido en Máscaras de sal), con acordeón y trompeta, en el que la gente marcó el ritmo con sus palmas de principio a fin. Luego llegó "Río gris" y por último "Cuando podrás amar", aportando nuevos matices con su versión.
Cualquier silencio era aprovechado por la multitud para aullar todo tipo de cantitos, e inclusive algunos estribillos eran despojados de sus letras y cambiados por gritos como "ohh, las pelotas, es un sentimiento" o "vamo´, vamo´, vamo´ las peló", como fue el caso de "Hawai". Tampoco faltaron merecidas ovaciones, sobre todo cuando ingresó ISMAEL (el hijo de ALEANDRO SOKOL), que se animó a puntear en "Nunca me des la espalda". ¡Esta vez, la baba era del papá!
La clave del éxito
Nadie sabe bien cuál es la clave; tal vez será justamente su posición antistablishment, o por ahí es causa de la energía que baja continuamente del escenario y brota de sus discos, o capaz motivo de las fiestas que saben armar en cada recital. Pero lo cierto es que son una banda de culto que extiende sus raíces día tras día. Y eso quedó muy claro en Obras Sanitarias.
Mientras abajo sigue el ritual de banderas gigantes y bengalas que jamás se apagan, arriba suenan los primeros acordes del tema que da nombre a la nueva placa y que tiene pasta de hit. Pero si de éxitos se habla, no podían faltar "Capitán américa" (con su típico final nacionalista al grito de "¡Argentina!¡Argentina!" ) y la mítica "Shine", ideales para redondear ¿una de las mejores presentaciones de LAS PELOTAS en años?
Así, con la humildad que los caracteriza, ALEJANDRO, GERMÁN, GUSTAVO, GABRIELA, TOMÁS, y SEBASTIÁN después de regalar una pieza de museo como es "No tan distintos (1989)" de SUMO, se retiran felices, hasta el otro día. Claro, la presentación seguirá el sábado y también el 2 de agosto en el mismo lugar.
Ya no hay dudas, el milagro llegó, y llegó para quedarse. No sólo en un simple armario lleno de discos, sino también en el corazón de miles de seguidores...
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
A las diez de la noche la expectativa termina de la mano de "Desaparecido", uno de los estrenos que ya tiene videoclip. En el lugar no cabe un alma (¡hasta hay pibes colgados de las vigas de los techos!), pero todos son una misma masa que canta con devoción permanente y hasta reventar, tanto los hits como las canciones del último trabajo discográfico. De hecho, la primera hora del show será destinada casi en su totalidad, a entonar temas nuevos como "Si sentís", "Tomas x", y "Mareada", entre otros.
En esa misma tanda quedó representada a la perfección la heterogeneidad de las canciones: "Será", generaliza el pogo y la festividad; y "Abejas" hace que la piel de gallina diga presente en el Templo del Rock, sobre todo gracias a los celestiales coros de GABRIELA MARTÍNEZ que le dan (al tema y al propio recital) otra dimensión, un vuelo mágico. Con tanta variación de climas, ¿cómo no disfrutar con LAS PELOTAS?
La escenografía, merece sin dudas un capítulo aparte ya que no es muy común ver tanto despliegue en una misma noche. Detrás de los músicos se recreó el arte de tapa de Esperando el milagro, con una especie de pared de ladrillos que tenía incrustadas una pantalla gigante y tres más pequeñas. Las imágenes que se ven por las mismas, varían entre animaciones 3D y lo que va aconteciendo sobre el escenario, logrando que el público y la banda se sientan como una gran familia. Además las incontables luces de colores ayudaron a crear el mejor clima para cada interpretación, y por si fuera poco, el sonido fue un gol de media cancha.
Así, en ese ambiente que demuestra el nivel que pueden tener los show en Argentina, las sorpresas no paraban de florecer. Por eso los integrantes de LAS PELOTAS, sentados en sillas como si Obras hubiera mutado en un bar, arrancaron un mini set acústico. El primer elegido fue "Sombras" (un tema de ATAHUALPA YUPANQUI incluido en Máscaras de sal), con acordeón y trompeta, en el que la gente marcó el ritmo con sus palmas de principio a fin. Luego llegó "Río gris" y por último "Cuando podrás amar", aportando nuevos matices con su versión.
Cualquier silencio era aprovechado por la multitud para aullar todo tipo de cantitos, e inclusive algunos estribillos eran despojados de sus letras y cambiados por gritos como "ohh, las pelotas, es un sentimiento" o "vamo´, vamo´, vamo´ las peló", como fue el caso de "Hawai". Tampoco faltaron merecidas ovaciones, sobre todo cuando ingresó ISMAEL (el hijo de ALEANDRO SOKOL), que se animó a puntear en "Nunca me des la espalda". ¡Esta vez, la baba era del papá!
La clave del éxito
Nadie sabe bien cuál es la clave; tal vez será justamente su posición antistablishment, o por ahí es causa de la energía que baja continuamente del escenario y brota de sus discos, o capaz motivo de las fiestas que saben armar en cada recital. Pero lo cierto es que son una banda de culto que extiende sus raíces día tras día. Y eso quedó muy claro en Obras Sanitarias.
Mientras abajo sigue el ritual de banderas gigantes y bengalas que jamás se apagan, arriba suenan los primeros acordes del tema que da nombre a la nueva placa y que tiene pasta de hit. Pero si de éxitos se habla, no podían faltar "Capitán américa" (con su típico final nacionalista al grito de "¡Argentina!¡Argentina!" ) y la mítica "Shine", ideales para redondear ¿una de las mejores presentaciones de LAS PELOTAS en años?
Así, con la humildad que los caracteriza, ALEJANDRO, GERMÁN, GUSTAVO, GABRIELA, TOMÁS, y SEBASTIÁN después de regalar una pieza de museo como es "No tan distintos (1989)" de SUMO, se retiran felices, hasta el otro día. Claro, la presentación seguirá el sábado y también el 2 de agosto en el mismo lugar.
Ya no hay dudas, el milagro llegó, y llegó para quedarse. No sólo en un simple armario lleno de discos, sino también en el corazón de miles de seguidores...
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
La guitarrista, compositora y cantante, con tan sólo 39 años a cuestas, falleció ayer al mediodía (30/06/03) en la puerta del hospital Francés, ubicado en la localidad de San Cristóbal. EPUMER había llegado hace unos días con problemas bronquiales de realizar una serie de conciertos en La Pampa, Tandil y Mar del Plata; según informaciones recientes, la tragedia pudo haberse producido por un edema pulmonar.
Gabriela había comenzado su carrera a los 16 años, cuando ingresó a la banda de MARÍA ROSA YORIO. Luego participó de VIUDA E HIJAS DE ROQUE ENROLL, que fue la primera banda argentina de rock integrada por mujeres, en donde Epumer tocaba la guitarra, componía y cantaba. Una vez disuelto ese grupo, integró otros como ROUGE, MONTECARLO JAZZ ENSAMBLE y MALETA DE LOCA. Durante los últimos diez años, fue la guitarrista de CHARLY GARCÍA, con quien grabó discos tan inolvidables como La hija de la lágrima y Cassandra Lange, entre otros. Últimamente había ocupado gran parte de su tiempo en desarrollar su carrera solista. ¡Sí! Fue querida por todos en el ámbito musical, y afuera también.
El entierro fue esta mañana (1/7/03) en el Cementerio de la Chacarita, donde se pudo ver, aún sin poderlo creer, a personalidades como el "ZORRITO" VON QUINTIERO, SANDRA MIHANOVICH y MIGUEL ZAVALETA. Por otra parte, varios grandes de la música, entre ellos CHARLY GARCÍA, NITO MESTRE, LUIS ALBERTO SPINETTA y JUANSE, estuvieron presentes en el velatorio realizado a la madrugada, junto a el desconsolado hermano LITO EPUMER.
Otra gran figura que se pierde, pero que sin duda, nunca va a desaparecer de los corazones de sus amigos, sus seres queridos y de sus seguidores. ¡Fuerza GABRIELA! Tu música ahora jamás dejará de sonar...
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
Gabriela había comenzado su carrera a los 16 años, cuando ingresó a la banda de MARÍA ROSA YORIO. Luego participó de VIUDA E HIJAS DE ROQUE ENROLL, que fue la primera banda argentina de rock integrada por mujeres, en donde Epumer tocaba la guitarra, componía y cantaba. Una vez disuelto ese grupo, integró otros como ROUGE, MONTECARLO JAZZ ENSAMBLE y MALETA DE LOCA. Durante los últimos diez años, fue la guitarrista de CHARLY GARCÍA, con quien grabó discos tan inolvidables como La hija de la lágrima y Cassandra Lange, entre otros. Últimamente había ocupado gran parte de su tiempo en desarrollar su carrera solista. ¡Sí! Fue querida por todos en el ámbito musical, y afuera también.
El entierro fue esta mañana (1/7/03) en el Cementerio de la Chacarita, donde se pudo ver, aún sin poderlo creer, a personalidades como el "ZORRITO" VON QUINTIERO, SANDRA MIHANOVICH y MIGUEL ZAVALETA. Por otra parte, varios grandes de la música, entre ellos CHARLY GARCÍA, NITO MESTRE, LUIS ALBERTO SPINETTA y JUANSE, estuvieron presentes en el velatorio realizado a la madrugada, junto a el desconsolado hermano LITO EPUMER.
Otra gran figura que se pierde, pero que sin duda, nunca va a desaparecer de los corazones de sus amigos, sus seres queridos y de sus seguidores. ¡Fuerza GABRIELA! Tu música ahora jamás dejará de sonar...
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
En un show muy bien armado, con excelente puesta en escena y un sonido potente, los RATONES PARANOICOS hicieron disfrutar una vez más a su público. De paso, presentaron el nuevo EP Enigma, que incluye entre otras cosas, un cover de los Stones y un remix de "Enlace" hecho por el dj Diego Ro-K.
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Los grupos paranoicos viajan hacia la ratonera. Cualquier bondi que pasa por Obras Sanitarias va colmado de almas que disfrutarán del mejor rock and roll made in Argentina. El chofer deja subir a todos sin abonar el boleto y los pibes se abarrotan en el fondo mientras entonan los típicos cantitos de hinchada, haciendo mover el colectivo de lado a lado como si estuviera borracho. En Libertador al 7300 bajan corriendo con entrada en mano y encaran para la cola con una desesperación indescriptible... ¿qué, acaso tocan los Ratones?
Por detrás de los instrumentos ascienden tres banderas con el logo paranoico al tiempo que suena música clásica, ¿pero qué está pasando acá? Pasadas las diez de la noche y luego de la desconcertante presentación, Juanse, Fabián, Sarcófago y Roy entran en escena, y el lugar se convierte automáticamente en una caldera. Un segundo más tarde suena "Rock del pedazo" que desata el primer pogo y hace levantar las manos de los presentes en señal de felicidad.
Poco a poco se escuchan algunos cohetes en el fondo y las bengalas parecen formar parte del público. Los más jóvenes se estrujan contra las vallas y los veteranos mueven la cabeza mientras escuchan a los Stones argentinos. De esta manera, entre matices y postales de todos los colores, llegan las primeras palabras de agradecimiento para seguir con dos joyitas: "Colocado voy" y "Píntalo de negro" (sí, la versión castellana del incansable "Paint it black" de los Rolling, incluido en el nuevo EP que ya está a la venta).
"Rock and roll y lo demás es una mierda total", sentenció Juanse antes de tocar algunos temas que podrían integrar un futuro disco. ¿Y qué pasó después? Sin dejar de sorprender llegaron interpretaciones viejas que emocionaron a los fanáticos de siempre, como "El hada violada" y "Paren de correr", de la primera época de los RATONES PARANOICOS. Sin embargo, mucha gente se quedó quieta a lo largo del recital y sólo se limitó a cantar los clásicos opacando en parte el descontrol de los de adelante, ¿figurita repetida en los recitales masivos?
Ceremonia en el hall
"Tomo y obligo" (recientemente se estrenó su video-clip), con Pablo (en el saxo) y Germán (teclados) aportó con su letra y en particular con el relajante sólo de guitarra, unos minutos de tranquilidad ideal para las parejitas. Continuando en la misma sintonía llegó ALEJANDRO LERNER para ayudar con "La nave", en la que la mítica zapada llevó a todos los presentes al verdadero planeta paranoico; las luces de todos los colores incrementaron el producto final y una bandera gigante desplegada por el campo redondeó el mejor momento de la velada.
Con una energía desbordante Juanse grita "¡ahora empieza el baile!"; y junto con su banda demuestra que lo prometido no es deuda. Por eso, una seguidilla de hits alimentan la fiesta y avivan el fuego; primero suenan enganchados "Route 66" y "Ya morí", y después FERNANDO RUIZ DÍAZ llega para hacer "Enlace", otro punto alto del show. El líder de CATUPECU MACHU agita las masas con gritos de guerra, y el líder de los RATONES se sube al decorado y alienta como si fuera un seguidor de su propio grupo. Con este magnífico cierre, los músicos se retiran para dejar que su hinchada les pida a gritos que vuelvan a salir.
En el ínterin una murga ingresa al sector del campo provocando el "ohh los ratones, es un sentimiento..." que se ve interrumpido por un ruidoso, aceitado y potente sólo de Roy. Va llegando el fin y van llegando más éxitos, como "Rock del gato", "Cowboy" y "Para siempre Diego" (la presencia del "10" en la platea fue una verdadera sorpresa para todos, y le dio una sabor distinto a la canción). "Juana de arco" fue el último de una buena selección de treinta temas, con un interminable La la la la la que sirvió para dejar una vez más, sin queso la ratonera.
Ya en la peregrinación del regreso a casa, la gente coreaba la sensación que pasaba por su cabezas, queriendo que las ceremonias rockeras de los RATONES, duren para siempre. Amén.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
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Los grupos paranoicos viajan hacia la ratonera. Cualquier bondi que pasa por Obras Sanitarias va colmado de almas que disfrutarán del mejor rock and roll made in Argentina. El chofer deja subir a todos sin abonar el boleto y los pibes se abarrotan en el fondo mientras entonan los típicos cantitos de hinchada, haciendo mover el colectivo de lado a lado como si estuviera borracho. En Libertador al 7300 bajan corriendo con entrada en mano y encaran para la cola con una desesperación indescriptible... ¿qué, acaso tocan los Ratones?
Por detrás de los instrumentos ascienden tres banderas con el logo paranoico al tiempo que suena música clásica, ¿pero qué está pasando acá? Pasadas las diez de la noche y luego de la desconcertante presentación, Juanse, Fabián, Sarcófago y Roy entran en escena, y el lugar se convierte automáticamente en una caldera. Un segundo más tarde suena "Rock del pedazo" que desata el primer pogo y hace levantar las manos de los presentes en señal de felicidad.
Poco a poco se escuchan algunos cohetes en el fondo y las bengalas parecen formar parte del público. Los más jóvenes se estrujan contra las vallas y los veteranos mueven la cabeza mientras escuchan a los Stones argentinos. De esta manera, entre matices y postales de todos los colores, llegan las primeras palabras de agradecimiento para seguir con dos joyitas: "Colocado voy" y "Píntalo de negro" (sí, la versión castellana del incansable "Paint it black" de los Rolling, incluido en el nuevo EP que ya está a la venta).
"Rock and roll y lo demás es una mierda total", sentenció Juanse antes de tocar algunos temas que podrían integrar un futuro disco. ¿Y qué pasó después? Sin dejar de sorprender llegaron interpretaciones viejas que emocionaron a los fanáticos de siempre, como "El hada violada" y "Paren de correr", de la primera época de los RATONES PARANOICOS. Sin embargo, mucha gente se quedó quieta a lo largo del recital y sólo se limitó a cantar los clásicos opacando en parte el descontrol de los de adelante, ¿figurita repetida en los recitales masivos?
Ceremonia en el hall
"Tomo y obligo" (recientemente se estrenó su video-clip), con Pablo (en el saxo) y Germán (teclados) aportó con su letra y en particular con el relajante sólo de guitarra, unos minutos de tranquilidad ideal para las parejitas. Continuando en la misma sintonía llegó ALEJANDRO LERNER para ayudar con "La nave", en la que la mítica zapada llevó a todos los presentes al verdadero planeta paranoico; las luces de todos los colores incrementaron el producto final y una bandera gigante desplegada por el campo redondeó el mejor momento de la velada.
Con una energía desbordante Juanse grita "¡ahora empieza el baile!"; y junto con su banda demuestra que lo prometido no es deuda. Por eso, una seguidilla de hits alimentan la fiesta y avivan el fuego; primero suenan enganchados "Route 66" y "Ya morí", y después FERNANDO RUIZ DÍAZ llega para hacer "Enlace", otro punto alto del show. El líder de CATUPECU MACHU agita las masas con gritos de guerra, y el líder de los RATONES se sube al decorado y alienta como si fuera un seguidor de su propio grupo. Con este magnífico cierre, los músicos se retiran para dejar que su hinchada les pida a gritos que vuelvan a salir.
En el ínterin una murga ingresa al sector del campo provocando el "ohh los ratones, es un sentimiento..." que se ve interrumpido por un ruidoso, aceitado y potente sólo de Roy. Va llegando el fin y van llegando más éxitos, como "Rock del gato", "Cowboy" y "Para siempre Diego" (la presencia del "10" en la platea fue una verdadera sorpresa para todos, y le dio una sabor distinto a la canción). "Juana de arco" fue el último de una buena selección de treinta temas, con un interminable La la la la la que sirvió para dejar una vez más, sin queso la ratonera.
Ya en la peregrinación del regreso a casa, la gente coreaba la sensación que pasaba por su cabezas, queriendo que las ceremonias rockeras de los RATONES, duren para siempre. Amén.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
UMMAGUMMA, la única banda argentina que hace real tributo a PINK FLOYD, sigue dejando en claro a través de la contundencia de sus once integrantes, que cada vez suenan mejor. Una noche para no olvidar en donde se navegó por un mundo totalmente psicodélico.
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Mientras el humo proveniente del escenario va cubriendo a los casi mil presentes que están sentados en sus butacas en el medio de la oscuridad, los poderosos sonidos del teclado y la guitarra empiezan a coquetear con los primeros acordes de la magnífica "Shine on you crazy diamond". No tardan en acoplarse el bajo y la batería, que sonaron igual de aceitados. Luego es el turno de la inclusión de las incomparables voces de Jorge Marchini y Ariel Moscatelli, realmente muy parecidas a las originales en PINK FLOYD. Con éstas características, se empezó a crear un clima que no permitió por un solo segundo que los cerebros de los espectadores dejaran de volar con la imaginación por los ambientes más extraños.
La esperada cita fue en el teatro que posee el Colegio La Salle, en donde la acústica no falló y la gente se sintió como en su casa. Ellos se hacen llamar UMMAGUMMA y son un verdadero grupo; no sólo porque sus once integrantes le aportan al producto final matices de los más interesantes, sino porque se entienden a la perfección a pesar de la ardua tarea que se propusieron cumplir. Desde 1998, realizan un verdadero tributo a Floyd, recreando su puesta en escena, igualando su sonido e imitando su psicodelia.
Al ser tantos, los músicos suben y bajan permanentemente del escenario, pero la potencia permanece inmutable. En una pantalla redonda desfilan imágenes relacionadas con el grupo británico, y las luces giran todo el tiempo como si estuvieran fuera de órbita. El tema "Hey you" desata una merecida ovación; Moscatelli canta compenetrado al tiempo que extrae la típica melodía de su teclado, dos de las tres coristas acompañan la voz principal, Juan Verta deja escapar un solo penetrante de su guitarra y desde la pantalla salen imágenes desgarradoras sobre peleas, incendios y rebeliones. La mayor parte de los presentes cierra los ojos, aprovechan, y se dejan llevar hacia quién sabe dónde.
Luego de un intervalo el show llega a su máximo esplendor y toma su forma definitiva. Tras diez minutos con "Dogs", llegarían tres incansables éxitos del (para muchos) mejor disco de la historia del rock: The Dark Side Of The Moon. El primero fue "Time", para el que subió por primera vez en la noche el percusionista Lucas Hernández, dándole matices emocionantes a la canción. Casi sin respiro llegó "The great gig in the sky", interpretada con devoción religiosa por la corista Valeria García, quien recibió los aplausos más fuertes y extendidos de la velada. Por último sonó "Money", con saxo incluido, y en la que la banda se animó a mechar una improvisación propia con estilo reggae.
Sin que se noten las casi tres horas que había durado el show, ameno e inolvidable, el final parecía venir de la mano del rompecabezas "Eclipse". Pero después de muchos agradecimientos y de la presentación de cada uno de los integrantes de UMMAGUMMA, llegó el plato fuerte: con una potencia similar a la de cerebros de Pink Floyd como Roger Waters o David Gilmour, la primera y segunda parte de "Another brick in the wall" unidas entre sí por "The happiest days of our lives" produjo piel de gallina a lo largo y a lo ancho del teatro.
Para promediar la actuación, luces destellantes sincronizadas con el lamento de la viola hicieron de introducción para "Comfortably numb". Y cuando los músicos se quisieron acordar, la gente ya estaba de pie aplaudiendo hasta enrojecer sus manos. Culminaba así una noche de mucha carga emocional en donde se navegó por lugares como la ciencia ficción, la locura, el miedo, la alineación y la soledad; todo en un marco de una espléndida reproducción artística.
Otra clara demostración del nivel de la banda que lleva a Pink Floyd en sus venas. El próximo encuentro será recién el 8 de noviembre en el Auditorio Belgrano, con sonido cuadrafónico y rayos láser. Los once se abrazan y se despiden de su correcto público, pero dejando una vez más, otro ladrillo en la pared de su sólido futuro.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
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Mientras el humo proveniente del escenario va cubriendo a los casi mil presentes que están sentados en sus butacas en el medio de la oscuridad, los poderosos sonidos del teclado y la guitarra empiezan a coquetear con los primeros acordes de la magnífica "Shine on you crazy diamond". No tardan en acoplarse el bajo y la batería, que sonaron igual de aceitados. Luego es el turno de la inclusión de las incomparables voces de Jorge Marchini y Ariel Moscatelli, realmente muy parecidas a las originales en PINK FLOYD. Con éstas características, se empezó a crear un clima que no permitió por un solo segundo que los cerebros de los espectadores dejaran de volar con la imaginación por los ambientes más extraños.
La esperada cita fue en el teatro que posee el Colegio La Salle, en donde la acústica no falló y la gente se sintió como en su casa. Ellos se hacen llamar UMMAGUMMA y son un verdadero grupo; no sólo porque sus once integrantes le aportan al producto final matices de los más interesantes, sino porque se entienden a la perfección a pesar de la ardua tarea que se propusieron cumplir. Desde 1998, realizan un verdadero tributo a Floyd, recreando su puesta en escena, igualando su sonido e imitando su psicodelia.
Al ser tantos, los músicos suben y bajan permanentemente del escenario, pero la potencia permanece inmutable. En una pantalla redonda desfilan imágenes relacionadas con el grupo británico, y las luces giran todo el tiempo como si estuvieran fuera de órbita. El tema "Hey you" desata una merecida ovación; Moscatelli canta compenetrado al tiempo que extrae la típica melodía de su teclado, dos de las tres coristas acompañan la voz principal, Juan Verta deja escapar un solo penetrante de su guitarra y desde la pantalla salen imágenes desgarradoras sobre peleas, incendios y rebeliones. La mayor parte de los presentes cierra los ojos, aprovechan, y se dejan llevar hacia quién sabe dónde.
Luego de un intervalo el show llega a su máximo esplendor y toma su forma definitiva. Tras diez minutos con "Dogs", llegarían tres incansables éxitos del (para muchos) mejor disco de la historia del rock: The Dark Side Of The Moon. El primero fue "Time", para el que subió por primera vez en la noche el percusionista Lucas Hernández, dándole matices emocionantes a la canción. Casi sin respiro llegó "The great gig in the sky", interpretada con devoción religiosa por la corista Valeria García, quien recibió los aplausos más fuertes y extendidos de la velada. Por último sonó "Money", con saxo incluido, y en la que la banda se animó a mechar una improvisación propia con estilo reggae.
Sin que se noten las casi tres horas que había durado el show, ameno e inolvidable, el final parecía venir de la mano del rompecabezas "Eclipse". Pero después de muchos agradecimientos y de la presentación de cada uno de los integrantes de UMMAGUMMA, llegó el plato fuerte: con una potencia similar a la de cerebros de Pink Floyd como Roger Waters o David Gilmour, la primera y segunda parte de "Another brick in the wall" unidas entre sí por "The happiest days of our lives" produjo piel de gallina a lo largo y a lo ancho del teatro.
Para promediar la actuación, luces destellantes sincronizadas con el lamento de la viola hicieron de introducción para "Comfortably numb". Y cuando los músicos se quisieron acordar, la gente ya estaba de pie aplaudiendo hasta enrojecer sus manos. Culminaba así una noche de mucha carga emocional en donde se navegó por lugares como la ciencia ficción, la locura, el miedo, la alineación y la soledad; todo en un marco de una espléndida reproducción artística.
Otra clara demostración del nivel de la banda que lleva a Pink Floyd en sus venas. El próximo encuentro será recién el 8 de noviembre en el Auditorio Belgrano, con sonido cuadrafónico y rayos láser. Los once se abrazan y se despiden de su correcto público, pero dejando una vez más, otro ladrillo en la pared de su sólido futuro.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
La banda oriunda de Haedo sigue fortaleciendo sus raíces con recitales contundentes que pintan de todos los colores su importante crecimiento en este último tiempo. Fue la primera vez que llenaron un lugar tan grande en Capital, demostrando que les espera un excitante futuro.
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¿Quién no tiene un árbol en la esquina de su casa? Todo el mundo, pero seguramente nadie posee uno tan especial. Éste nació allá por 1994 en Haedo, sólo con cinco ramas bien fuertes y artísticamente concebidas. Los que lo fueron regando para que se desarrolle sano, los que lo vieron con el típico color verde del verano o el gris más triste del invierno, hoy no pueden creer su notable crecimiento. Es por eso que aquel árbol logró con indescriptible esfuerzo afirmar sus raíces, por primera vez, en El Teatro. Machaque, emoción, humor y alegría, todo, en una misma noche.
Antes de la gran ceremonia, un corto pero contundente show de SMITTEN sirvió para ir agitando las masas y empezar a transpirar las remeras. Se destacaron en el camino “Después del silencio”, “Volverás” y “Sentirme bien” (dedicado a los seguidores de siempre). Los cuatro integrantes, arrinconados en un pequeño lugar de escenario, hicieron gritar a los oyentes con “The fashion”, hit de su último disco Cambia.
Sin más, se retiraron satisfechos con una versión puntita del himno “Hey jude” de THE BEATLES. Merecidos aplausos, y miradas atentas para lo que estaba por venir... esperar / desesperar.
De arriba, de abajo…
Se caracterizan por su sentido del humor, por su buena onda, por su feeling con el público. Arrancaron bien abajo, pero ahora están bien arriba. Conocen lo que es luchar por lo que quieren y gracias a sus ganas y a su fresca música están llegando a donde se merecen.
Además, en sus recitales se crea un clima casi mágico, con pogos duros pero familiares, y momentos en donde la piel de gallina se generaliza. Sí, ellos son ARBOL, son de arriba y también de abajo, pero mantienen inmutable su colorido y su forma de hacer las cosas.
“Es lo que hay” fue el tema elegido para empezar a cumplir un sueño: ocho años tuvieron que pasar para que la banda llene un lugar tan grande en Capital. Mientras los músicos se aflojaban un poco, siguieron con el pegadizo punk-rock “La vida” y luego con “Ya se”, en los cuales aparecieron los primeros mosh de la noche.
Fue PABLO quien rompió el hielo y confesó estar bastante “cagado” ante lo que estaba sucediendo.
Vomitando alegría
El sonido fue realmente impecable, lo que ayudó a que los temas se disfrutaran al máximo, como por ejemplo “X”, incluido tanto en el primer disco independiente como en el producido por GUSTAVO SANTAOLALLA, que trajo uno de los momentos más destacables de la noche. Como invitados en el mismo subieron LOS TIPITOS, que, como si profesaran alguna extraña secta, arrodillados sobre el escenario, hacían rechinar vasos llenos de agua, mientras EDUARDO se colgaba tocando de una manera inolvidable su violín.
Después irrumpieron “Enes” y “Vomitando flores”, que reflejan la capacidad de cambio, innovación y experimentación que tiene ARBOL al componer. Y como regalo, sonó “Chicaanorexica”, una canción nueva muy aceptada por todos.
Poco a poco desfilaron canciones de su corta discografía y, como siempre, los climas iban cambiando constantemente, provocando en el joven público un juego entre euforia y emoción. ¿Emoción? Llegó como siempre con “Rosita” y su mítica ronda en donde la gente salta tomada de las manos al grito de “Ohhh motherfucker”. Pero también llegó con “Ya lo sabemos”, cantada por PABLO con devoción religiosa y acompañada por los presentes a una sola voz.
¿Euforia? Piernas en alto, remeras al aire y personas volando por los techos con la llegada de “Cosa cuosa”, con MAIKEL (de KAPANGA) y FACUNDO ESPINOSA (Coco, de la novela Son Amores), como invitados.
Ya me voy
"Si gritan mucho, quizás volvamos", bromeó EDUARDO antes de desaparecer por algunos minutos. Pero como era de esperar, y ante el incesante grito de los seguidores, retornaron para los bises con la misma energía que al principio.
El último iba a ser el tema “Ji ji ji” de LOS REDONDOS (a capella, con matices gay y con excelentes arreglos corales), pero se quedaron para regalar la última perlita: MARTIN cantando un cover de ERASURE. De esa manera, terminó una completísima noche en la esquina de Federico Lacroze y Alvarez Thomas, en la que ARBOL demostró una vez más todo su poderío.
Ahora, la banda se dedicará a hacer una gira por el interior del país en donde seguirá con el trabajo de hormiga que los llevó a donde están. Sin dudas, los espera un futuro que recién están empezando a descubrir.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
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¿Quién no tiene un árbol en la esquina de su casa? Todo el mundo, pero seguramente nadie posee uno tan especial. Éste nació allá por 1994 en Haedo, sólo con cinco ramas bien fuertes y artísticamente concebidas. Los que lo fueron regando para que se desarrolle sano, los que lo vieron con el típico color verde del verano o el gris más triste del invierno, hoy no pueden creer su notable crecimiento. Es por eso que aquel árbol logró con indescriptible esfuerzo afirmar sus raíces, por primera vez, en El Teatro. Machaque, emoción, humor y alegría, todo, en una misma noche.
Antes de la gran ceremonia, un corto pero contundente show de SMITTEN sirvió para ir agitando las masas y empezar a transpirar las remeras. Se destacaron en el camino “Después del silencio”, “Volverás” y “Sentirme bien” (dedicado a los seguidores de siempre). Los cuatro integrantes, arrinconados en un pequeño lugar de escenario, hicieron gritar a los oyentes con “The fashion”, hit de su último disco Cambia.
Sin más, se retiraron satisfechos con una versión puntita del himno “Hey jude” de THE BEATLES. Merecidos aplausos, y miradas atentas para lo que estaba por venir... esperar / desesperar.
De arriba, de abajo…
Se caracterizan por su sentido del humor, por su buena onda, por su feeling con el público. Arrancaron bien abajo, pero ahora están bien arriba. Conocen lo que es luchar por lo que quieren y gracias a sus ganas y a su fresca música están llegando a donde se merecen.
Además, en sus recitales se crea un clima casi mágico, con pogos duros pero familiares, y momentos en donde la piel de gallina se generaliza. Sí, ellos son ARBOL, son de arriba y también de abajo, pero mantienen inmutable su colorido y su forma de hacer las cosas.
“Es lo que hay” fue el tema elegido para empezar a cumplir un sueño: ocho años tuvieron que pasar para que la banda llene un lugar tan grande en Capital. Mientras los músicos se aflojaban un poco, siguieron con el pegadizo punk-rock “La vida” y luego con “Ya se”, en los cuales aparecieron los primeros mosh de la noche.
Fue PABLO quien rompió el hielo y confesó estar bastante “cagado” ante lo que estaba sucediendo.
Vomitando alegría
El sonido fue realmente impecable, lo que ayudó a que los temas se disfrutaran al máximo, como por ejemplo “X”, incluido tanto en el primer disco independiente como en el producido por GUSTAVO SANTAOLALLA, que trajo uno de los momentos más destacables de la noche. Como invitados en el mismo subieron LOS TIPITOS, que, como si profesaran alguna extraña secta, arrodillados sobre el escenario, hacían rechinar vasos llenos de agua, mientras EDUARDO se colgaba tocando de una manera inolvidable su violín.
Después irrumpieron “Enes” y “Vomitando flores”, que reflejan la capacidad de cambio, innovación y experimentación que tiene ARBOL al componer. Y como regalo, sonó “Chicaanorexica”, una canción nueva muy aceptada por todos.
Poco a poco desfilaron canciones de su corta discografía y, como siempre, los climas iban cambiando constantemente, provocando en el joven público un juego entre euforia y emoción. ¿Emoción? Llegó como siempre con “Rosita” y su mítica ronda en donde la gente salta tomada de las manos al grito de “Ohhh motherfucker”. Pero también llegó con “Ya lo sabemos”, cantada por PABLO con devoción religiosa y acompañada por los presentes a una sola voz.
¿Euforia? Piernas en alto, remeras al aire y personas volando por los techos con la llegada de “Cosa cuosa”, con MAIKEL (de KAPANGA) y FACUNDO ESPINOSA (Coco, de la novela Son Amores), como invitados.
Ya me voy
"Si gritan mucho, quizás volvamos", bromeó EDUARDO antes de desaparecer por algunos minutos. Pero como era de esperar, y ante el incesante grito de los seguidores, retornaron para los bises con la misma energía que al principio.
El último iba a ser el tema “Ji ji ji” de LOS REDONDOS (a capella, con matices gay y con excelentes arreglos corales), pero se quedaron para regalar la última perlita: MARTIN cantando un cover de ERASURE. De esa manera, terminó una completísima noche en la esquina de Federico Lacroze y Alvarez Thomas, en la que ARBOL demostró una vez más todo su poderío.
Ahora, la banda se dedicará a hacer una gira por el interior del país en donde seguirá con el trabajo de hormiga que los llevó a donde están. Sin dudas, los espera un futuro que recién están empezando a descubrir.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)
En una jugosa clínica junto a invitados especiales, el batero Jorge Araujo dio cátedra sobre lo que más sabe y presentó un modelo de palillos que lleva su nombre, confeccionado junto a la importante empresa argentina Dr. Drum Sticks. De paso, aprovechó la oportunidad para juntar alimentos no perecederos que serán enviados a la inundada provincia de Santa Fe. Emoción, calidad y solidaridad en un mismo lugar.
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(TAMBIÉN PUBLICADA EN EL SITIO OFICIAL DE "DR. DRUM STICKS": http://www.drdrum.com.ar/clinicas-show/araujo_ba.htm)
Jorge llega lentamente al escenario del prestigioso "Club del vino". Para algunos es Mr. Magoo, para otros, sólo el baterista de Divididos, pero para todos es una de las figuras más representativas de la música nacional. Con la humildad que lo caracteriza, levanta las manos en señal de agradecimiento al afortunado público, y sin pronunciar palabra se acomoda frente a uno de sus amores.
Araujo mató varios pájaros de un tiro: dio una completísima clínica de batería que se venía programando hace tiempo, presentó su propio modelo de palillos Signature hecho junto a Dr. Drum sticks, y ayudó a los inundados de Santa Fe con los dos alimentos que se canjeaban por cada entrada.
Junto con Tito Fargo en guitarra y Gustavo Luciani en el bajo, como invitados, se logró un sonido realmente potente en donde no hubo margen para el error y con el que demostraron desde el primer tema que juntos se entienden. Araujo arranca tranquilo y termina moviéndose como si estuviera endiablado, el ex Redonditos de Ricota juega como un niño con su wah-wah y Luciani hace retumbar sus acordes en el pecho de cada presente. Pero hay momentos para la electroacústica, para elaborados solos de bajo y para la magia en la bata y en el cajón, que formaron un cóctel que llevó al público hacia lugares totalmente variados.
Oscuro excepto por las tenues luces del escenario y de las pequeñas velas ubicadas en las mesas, el "Club del vino" acompañó y fortaleció una especie de mística en el ambiente durante la primera parte del evento. El actual Divididos parece tener un tic, cierra sus ojos y se deja llevar mientras navega sin rumbo fijo por gran cantidad de ritmos y estilos, dejando en claro lo versátil que es sin perder su esencia (un rato más tarde afirmará que no obstante, "sigo pensando como baterista").
El ambiente se pone caluroso y familiar, sobre todo cuando Jorge dice sus primeras frases después de casi una hora de show. Se va soltando y entonces propone responder preguntas, que rondan entre técnicas para tocar mejor, sus influencias, cómo relajarse antes de un espectáculo, la afinación y armado del instrumento y otras dudas que pintan de todos los colores el gran nivel de los oyentes. Pero más allá de esos aspectos formales, continuó demostrando su sencillez cuando se refirió a sus alumnos: "son como un cable a tierra que me conectan con lo que se necesita".
De nuevo frente a la batería y con un micrófono que le permitió dar algunas instrucciones, Araujo enseña a interpretar fragmentos de algunos temas de Divididos, como "Zombie", "La gente se divierte" y "Basta fuerte" que redondeó una actuación con categoría. Por último, Héctor Marsur (dueño de Dr. Drum sticks), luego de especiales agradecimientos para los "cerebros" de todo lo vivido, presentó oficialmente los nuevos palillos ante la gente que rondaba entre fanáticos veinteañeros y experimentados cuarentones. De esta manera, Jorge Araujo se convirtió en el primer baterista argentino con un modelo propio de palillos hecho por una empresa nacional. Un ejemplo digno de imitar.
Calidad y calidez por sobre todas las cosas fue lo que se sintió a lo largo de la inolvidable clínica. Sin más, los músicos se estrujan en un abrazo colmado de amistad mirando conformes, hacia un punto infinito. Aplausos y más aplausos los despiden. Así, uno de los mejores bateros del país se retira por donde había entrado, tímido como al principio y dispuesto a seguir trabajando para hacer lo que mejor sabe.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
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(TAMBIÉN PUBLICADA EN EL SITIO OFICIAL DE "DR. DRUM STICKS": http://www.drdrum.com.ar/clinicas-show/araujo_ba.htm)
Jorge llega lentamente al escenario del prestigioso "Club del vino". Para algunos es Mr. Magoo, para otros, sólo el baterista de Divididos, pero para todos es una de las figuras más representativas de la música nacional. Con la humildad que lo caracteriza, levanta las manos en señal de agradecimiento al afortunado público, y sin pronunciar palabra se acomoda frente a uno de sus amores.
Araujo mató varios pájaros de un tiro: dio una completísima clínica de batería que se venía programando hace tiempo, presentó su propio modelo de palillos Signature hecho junto a Dr. Drum sticks, y ayudó a los inundados de Santa Fe con los dos alimentos que se canjeaban por cada entrada.
Junto con Tito Fargo en guitarra y Gustavo Luciani en el bajo, como invitados, se logró un sonido realmente potente en donde no hubo margen para el error y con el que demostraron desde el primer tema que juntos se entienden. Araujo arranca tranquilo y termina moviéndose como si estuviera endiablado, el ex Redonditos de Ricota juega como un niño con su wah-wah y Luciani hace retumbar sus acordes en el pecho de cada presente. Pero hay momentos para la electroacústica, para elaborados solos de bajo y para la magia en la bata y en el cajón, que formaron un cóctel que llevó al público hacia lugares totalmente variados.
Oscuro excepto por las tenues luces del escenario y de las pequeñas velas ubicadas en las mesas, el "Club del vino" acompañó y fortaleció una especie de mística en el ambiente durante la primera parte del evento. El actual Divididos parece tener un tic, cierra sus ojos y se deja llevar mientras navega sin rumbo fijo por gran cantidad de ritmos y estilos, dejando en claro lo versátil que es sin perder su esencia (un rato más tarde afirmará que no obstante, "sigo pensando como baterista").
El ambiente se pone caluroso y familiar, sobre todo cuando Jorge dice sus primeras frases después de casi una hora de show. Se va soltando y entonces propone responder preguntas, que rondan entre técnicas para tocar mejor, sus influencias, cómo relajarse antes de un espectáculo, la afinación y armado del instrumento y otras dudas que pintan de todos los colores el gran nivel de los oyentes. Pero más allá de esos aspectos formales, continuó demostrando su sencillez cuando se refirió a sus alumnos: "son como un cable a tierra que me conectan con lo que se necesita".
De nuevo frente a la batería y con un micrófono que le permitió dar algunas instrucciones, Araujo enseña a interpretar fragmentos de algunos temas de Divididos, como "Zombie", "La gente se divierte" y "Basta fuerte" que redondeó una actuación con categoría. Por último, Héctor Marsur (dueño de Dr. Drum sticks), luego de especiales agradecimientos para los "cerebros" de todo lo vivido, presentó oficialmente los nuevos palillos ante la gente que rondaba entre fanáticos veinteañeros y experimentados cuarentones. De esta manera, Jorge Araujo se convirtió en el primer baterista argentino con un modelo propio de palillos hecho por una empresa nacional. Un ejemplo digno de imitar.
Calidad y calidez por sobre todas las cosas fue lo que se sintió a lo largo de la inolvidable clínica. Sin más, los músicos se estrujan en un abrazo colmado de amistad mirando conformes, hacia un punto infinito. Aplausos y más aplausos los despiden. Así, uno de los mejores bateros del país se retira por donde había entrado, tímido como al principio y dispuesto a seguir trabajando para hacer lo que mejor sabe.
Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)
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