"Vine a todos los últimos Obras y la única diferencia que encuentro con el resto es que antes tocaron un poco más, pero me parece bárbaro que hagan shows seguido y que hagan distintos temas en cada uno", dice Juan, de Zárate, todavía recuperando la respiración, después de un recital con más de treinta canciones que repasaron las distintas etapas de la banda.

Otra noche, otra fecha; mismos sentimientos eufóricos por parte de los dos lados, músicos y seguidores. Tal vez la piel intuya un poco más de frío, pero la historia, sin importarle ningún factor, marca que LAS PELOTAS están esperando el milagro por cuarta vez en el Templo del Rock. Igual de potente es el sonido e igual de leal es la gente que casi sin parar corea los primeros regalos de la velada: "Desaparecido", "Combate" y "Día feliz". Idéntica también es la deslumbrante escenografía que se asemeja al arte de tapa de su último cd, e incluye cinco pantallas para comodidad de los espectadores.

ALEJANDRO SOKOL aparece inesperadamente vestido de negro, con campera de cuero y lentes para el sol, refutando con todo el humor la afirmación de un periodista de Clarín que creyó estar entrevistando al "músico menos glamoroso de Argentina". ¡Je!

En otro comentario post-show, Carla, de Ramos Mejía, le dice a GENERACIÓN MÚSICOS que "me emocioné un montón, hubo partes en las que hasta se me puso la piel de gallina". Y claro, momentos para el llanto no faltaron. Un mini set en versión acústica por donde pasaron temas como "Sombras" y "Río gris" logró sacar lágrimas a unos cuantos, y "Abejas", con coros que hicieron acordar al "The great gig in the sky" de PINK FLOYD, terminó de aflojar hasta los corazones más duros.

"Es la primera vez que vengo a ver a LAS PELOTAS y me sorprendieron mucho, además, todo lo que prometieron lo cumplieron y eso es buenísimo", cuenta Fernando, de Wilde, mientras dobla con pasividad su debutante bandera.

Van más de dos horas de una lista completa y cuidadosamente seleccionada por los fans a través de la página web del grupo. Ya pasaron himnos como "Bombachitas rosas", "Hawai", "Si supieras" y hasta "Esperando el milagro", pogueado hasta reventar y con bengalas de agradecimiento. Cada uno deja sobre el camino sentimientos de esos que no aparecen fácil, y menos en éstos tiempos.

Ahora, SOKOL pide disculpas porque ya no queda tiempo. "Nos están sacando, así que no se pongan mal y sepan disculparnos", aclara. Pero por supuesto, no se iban a ir sin antes brindar las dos últimas perlitas, "Nunca me des las espalda" y el archiconocido "Shine", que bastaron para dejar a todos contentos hacia su camino de regreso.

Tomás, de Liniers, no deja escapar su oportunidad y grita al pasar, "lástima que lo cortaron de golpe, pero igual estuvo excelente desde el principio hasta el final". Y no logra controlar su bestia interior: "aguante LAS PELOTAS, loco".

Sí, aguante. Mucho aguante, no sólo en lo que fue la última fecha en Obras Sanitarias (al menos por algún tiempo), sino también en las presentaciones anteriores, que no dejaron dudas sobre el sano fortalecimiento que está viviendo una de las agrupaciones rockeras más grandes del país.

Nacho Girón (Redacción de Generación Músicos)