Entrevista a PARRALEÑOS

“Apuntamos a ser masivos”

Son una banda que surgió en 1990 y desde ahí se dedicó a parodiar temas de muchísimos artistas de todo el mundo. En el 2001 explotaron con su hit “Megadeth” y hoy, con varios temas propios, están parados frente a un futuro de grandes expectativas.

En su sala de ensayo bien escondida al fondo de una tintorería de Belgrano, Mariano Takara (voz) y Leonel Pulleiro (batería), dos de los ocho integrantes, hablaron sobre la banda, el país, los anhelos y el disco que se viene.


(El Acople) ¿Cómo surgió la idea de fusionar temas completamente distintos, cambiarle en algunos casos el ritmo y agregarle su toque personal?
(Mariano) Lo principal es que nosotros queremos divertirnos, venimos a ensayar y queremos pasarla bien. Y cada vez que nos ponemos a hacer un tema o algo, todo surge de casualidad. No decimos vamos a agarrar el tema de Leo García y lo hacemos mierda. Esas cosas a nosotros nos salen de casualidad porque a alguien se le ocurre y entonces todos los demás nos prendemos en esa primera idea y ahí empieza a surgir todo. Esta banda tiene muchísimos años y ese tipo de cosas siempre se dio naturalmente. Si nos gusta el tema, lo vamos tocando y lo incorporamos a nuestro set de canciones; pero esto lo estamos haciendo menos ahora, porque estamos componiendo más cosas nuestras. Por ejemplo el próximo disco, que va a ser el primero oficial, va a tener sobre todo creaciones propias tratando de no agregar covers.

(El Acople) ¿Cómo era la época en que algunos de ustedes tenían otras agrupaciones además de Parraleños?
(Mariano) Lo que pasa es que PARRALEÑOS era una banda para hinchar las pelotas, porque cada uno tenía otros proyectos personales. Tocábamos mucho en fiestas y casamientos, entonces nos juntábamos ese mismo día, ensayábamos siempre los mismos temas y salíamos; así fue más o menos durante ocho años, en donde tocábamos dos o tres veces por año. Y después en un momento nos dimos cuenta que a la gente le iba gustando la idea y nos pusimos a ensayar bien, cosa que nunca hacíamos.

(El Acople) ¿Qué significa para ustedes hoy, tocar con bandas grandes?
(Leonel) Es grosso tocar con bandas conocidas, te ayuda porque vas sumando mucha experiencia. Aparte te vas haciendo conocido frente a públicos más rockeros, como pasó en Divididos (fueron soporte de su recital al aire libre en Obras el 29-03-2003). Eso fue muy lindo, porque nosotros si bien todos escuchamos rock, hacemos una mezcla que a los rockeros no les cae tan bien, pero es bueno medirse con ese público.

(El Acople) ¿Es importante para una banda transitar por el under?
(Mariano) Es como un escalón que es conveniente pisarlo sí o sí. Igual nosotros seguimos sintiendo que no salimos totalmente del under todavía. Por ejemplo fuimos a tocar a Mendoza y la gente ni nos conocía, eso nos pasa también en Capital en donde la mayoría se piensa que lo único que hacemos es “Megadeth”. Es duro, pero tenemos que mechar nuestro repertorio con algunos covers para que el público se acuerde de nosotros. Y de a poquito vamos juntando gente, pero igualmente sabemos que aunque hagamos buena música, necesitamos marketing, que es lo que ayuda a toda banda que quiera ser masiva; necesitas a alguien que ponga la guita y que haga publicidad.

(El Acople) ¿Y a qué apuntan?
(Mariano) Nosotros apuntamos a ser masivos. Es difícil porque es una época muy mala para los músicos argentinos pero nosotros queremos la masividad. En la banda, cada uno sigue laburando con sus cosas, nadie vive de la música todavía. Podríamos decir medio en joda que el rock es una mentira, porque por más que parezca que triunfas, la guita no aparece.

(El Acople) ¿A qué atribuyen el notable crecimiento de la banda en estos últimos años?
(Mariano) Trabajamos más y tuvimos un poquito de suerte. Creo que estuvimos en el momento justo. Nosotros realmente explotamos con el Mundial de fútbol; Alfredo Casero empezó a cantar un tema en japonés, todo el mundo comía sushi, nosotros aparecimos cantando cumbia, y entonces cerró todo. Era como que había un tren que iba todo a Japón, y ahí nos subimos nosotros (risas). Además pegamos el tema justo, porque ni pensamos que “Megadeth” iba a resultar como semejante fenómeno. Es que hay que reconocerlo: nosotros estamos acá gracias a ese hit.

(El Acople) ¿Se necesita suerte?
(Leonel) Si, eso ayuda mucho. Vos te vas al interior y hay gente re grossa, pero no tienen la suerte de encontrar un tipo que los ubique en un buen lugar, y entonces se la pasan trabajando sin conseguir éxito.
(Mariano) Pero lo copado de nuestra banda, es que por más que nos vaya bien o mal, que ganemos o perdamos plata, somos como una familia y nos mantenemos siempre unidos.

(El Acople) Hablando justamente de “Megadeth”, ¿fue el cierre de una etapa y el comienzo de otra?
(Mariano) Para mí recién es el comienzo. “Megadeth” nos abrió las puertas a un montón de cosas y estamos tratando de buscar el camino para lograr establecernos bien. Queremos vivir de la música; si podemos mejor, y sino seguiremos laburando con más fuerza para conseguir ese objetivo.

(El Acople) Piensan que su música festiva, ¿puede ayudar en algo en este momento tan difícil del país?
(Mariano) Nosotros no sabemos hablar de política. Preferimos no hablar tanto y a través de nuestra música lograr que la gente se distienda un poco. Por ejemplo tratar de hablar de cosas positivas puede ayudar.

(El Acople) ¿Qué papel juega la “risa” en Parraleños?
(Leonel) Cien por ciento. La risa para nosotros es todo. Es muy importante eso, porque hasta nos divertimos con nuestros propios errores. Y la gente eso lo percibe y se prende.

(El Acople) ¿Alguna vez tuvieron problemas con los autores de las canciones que parodian?
(Mariano) No, nunca. Inclusive Leo García estaba copadísimo con nuestro tema, fuimos a pedirle permiso personalmente y encantado firmó todo lo que tenía que firmar. Con él todo bien, si hasta lo fuimos a ver tocar y estaba re feliz. Te abraza un poco por demás pero... (risas).

(El Acople) ¿Qué están preparando?
(Mariano) Ya estamos cerrando lo que va a ser el primer álbum oficial, porque lo que hicimos antes fue un EP de cuatro temas nada más. Nuestra compañía, UNIVERSAL, ya autorizó las canciones que van a salir y venimos desde hace unos cuatro meses preparando temas nuevos y algunos covers. Va a ser el primer disco grande, con invitados y un presupuesto bien hecho. Esperemos que sea un despegue. Y ojo: puede haber un mega-hit que es una canción que se llama “Ponele onda”, que es un flor de tema. También es muy posible que incluyamos un cover parodiado de TWISTER SISTER, “No los votaremos”, que nos viene bárbaro por las elecciones acá en Argentina. Y sobre todo, vamos a darle prioridad a nuestros propios temas, que son muy fluidos, positivos y pegadizos. Para mí va a ser un disco muy divertido, y va a dar que hablar. Falta poco, estaremos grabando a partir de mayo o junio, y la idea es que salga más o menos en agosto.

(El Acople) ¿Y cómo es esto de trabajar con una compañía como Universal?
(Mariano) Nada, igual. Por ahora seguimos trabajando igual que siempre, pero obviamente con algunas exigencias que nos hacen esforzarnos más. Por ejemplo nosotros ensayábamos una vez por semana, y ahora estamos ensayando dos o tres. También estamos tratando de ser mucho más prolijos y profesionales.
(Leonel) Si, la tendencia es hacernos más profesionales, sobre todo si pensamos en abarcar también todo el mercado Latino.

(El Acople) ¿Qué expectativas tienen para después del disco?
(Leonel) Seguir para adelante, laburar mucho, tocar por todos lados, y crecer.
(Mariano) Como ya dijimos, el despegue total sería vivir realmente de la música. Y si no se da, bueno, seguiremos para adelante. Todo depende de muchísimas cosas. Para nosotros los temas que tenemos para este disco van a andar, y tenemos fe en eso.

Entrevista: Nacho Girón (Redacción de El Acople)

KAPANGA en El Teatro

La banda de Quilmes presentó oficialmente BOTANIKA, su último trabajo discográfico. Una noche de pura fiesta que representa el exitoso lugar que ocupa la agrupación hoy en día, que se fue construyendo de a poco y que está actualmente en su máximo esplendor.
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Ahí se acerca la “monada kapanguera”, totalmente descontrolada, a la esquina de Federico Lacroze y Alvarez Thomas. También están llegando los pibes que vienen por primera vez; pero como si se conocieran desde siempre, los dos bandos se fusionan en una misma masa entre cantitos y expectativas.

Mientras todos seguían coreando cosas como “el que no salta es un Mambrú”, “nunca seré policía de provincia y capital” y “el que no grita Kapanga para qué carajo vino”, se veía sobre el fondo del escenario (adornado con plantas de todo tipo) un video humorístico con los músicos como actores. Sólo unos minutos después, entre el sonido alarmante de unas sirenas, llegaba el momento tan esperado...

Llegó la caravana
Con un sonido muy bien cuidado, “En el camino”, “Fumar” y “Cienhuevos” fueron los temas que hicieron prender las primeras bengalas. “Bienvenidos a Botánika”, grita MARTIN “MONO” FABIO (voz) sin poder creer lo que ven sus ojos; es que tuvieron que pasar más de diez años para que finalmente KAPANGA presentara un disco, llenando un lugar en Capital. La vez anterior había sido en un Cemento a medio llenar.

Empezó así un verdadero ritual, donde se hicieron presentes ritmos tan distintos como rock, reggae, cuarteto, country, heavy metal y candombe. Más allá que el espectáculo se centró en los temas del último cd, no faltaron las canciones viejas, joyitas como “Toda la vida”, “Demasiado”, “Casi” (cantada por MAIKEL) y “Mujeres”, entre otras.

Mejor estar acompañado
La potente actitud escénica de todos los integrantes de KAPANGA hacía delirar al público, pero, como si esto fuera poco, la fiesta se completó con gran cantidad de invitados que redondearon un recital único.

A pocos minutos de empezar, subió a escena EDUARDO SCHMIDTH, de ARBOL. Con su mágico violín (uno de los pocos que provocan pogo), participó en “Claro de Luna” y para el siguiente tema también se acoplaron los chicos de la aclamada banda stone, LA 25.

En “Angus Young” (una metalera canción dedicada al violero de AC/DC), cantó WALTER MEZA, de HORCAS. Uno de los momentos más emocionantes del show fue la presencia de ADRIÁN DARGELOS, de BABASÓNICOS, que hizo a dúo con el MONO “El bailarín asesino”.

También estuvo ALEJANDRO NAGY, un célebre personaje que los vio crecer. Y para promediar el espectáculo, el plato fuerte: los músicos de KARAMELO SANTO, que cantaron “El mono relojero” mezclada con su nuevo hit “Negro”. Emoción, machaque, pogo y mosh pintaban la noche de alegría.

F.I.N
Los distintos integrantes de la banda agradecieron una y otra vez por el impresionante clima que en que se vivieron más de dos horas muy intensas. Uno de los motivos de esa intensidad fueron los inolvidables “Ramón” (con un mítico “gracias totales” al final que parodia a CERATI), “Quiero llenarte de mí”, “Indultados” y una mezcla de los éxitos “Me mata” y “El universal”.

Cuando parecía que todo había terminado, hubo un mítico popurrí de covers, en donde KAPANGA interpreta sólo el principio de los temas; así nació una extraña fusión de temas como “El final es en donde partí” (de LA RENGA), “Un poco de amor francés” (de LOS REDONDOS), “Smells like teen spirit” (de NIRVANA), “Un minuto antes de dejar de quererte” (el nuevo corte de IVAN NOBLE) y “A veces” (de MAMBRÚ, que terminó con insultos varios tanto por parte de la banda como de los fans).

De esta manera, todo iba llegando a su fin, no sin antes concluir su set con “Cecator el borracho”, “La taberna” (por segunda vez) y sus característicos separadores al grito de ¡KA-KA-KAPANGA! También, algunas chicas vestidas de árabes bailaron al compás de “Sahumerio”.

Sin más palabras que “Gracias, buen regreso a sus hogares”, la banda oriunda de Quilmes, mató varios pájaros con un mismo tiro: presentó su disco, repasó su historia, se divirtieron e hicieron divertir, y demostraron rotundamente que son una agrupación que está en su mejor momento. Y que camina a pasos agigantados...

Nacho Girón (Redacción de El Acople)

Una noche de la cabeza

BERSUIT VERGARABAT llegó al histórico Luna Park por primera vez en catorce años de trayectoria y lucha. Un show de características increíbles, con un sonido inmejorable y con todo el aguante de la gente, que comprobó por qué la banda llegó tan alto.
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“Dale, ¡apúrense que llegamos tarde!” le digo a mis amigos mientras agarro las entradas y las cuento para ver si faltaba alguna. A paso rápido llegamos al subte. Unos minutos y el transporte viene, y con él llega también la alegría; adentro la gente estaba cantando acumulada en un solo vagón en donde había una mini-batería, percusión, armónica, guitarra y un par de vocalistas haciendo “Murguita del sur”. Cuando paramos en la estación indicada, los músicos, sin pedir un centavo, juntaron sus cosas al grito de “¡vamo´ la Bersuit carajo!” y se fueron para el recital al igual que nosotros. Fin de la fiesta suburbana. Principio de la fiesta en la luna.

Nueve de la noche pasadas en las puertas del Luna Park. Chicos y chicas jóvenes con remeras negras, cerveza en mano y algún cigarrillo encendido, haciendo cola para entrar. Todo es puro fanatismo, se escuchan cantitos alegres y mucho murmullo. Algunos llegan caminando, otros en bondi, unos pocos en auto... pero nos une un mismo sentimiento. La “monada bersuitera” va poco a poco, eligiendo el mejor lugar en donde se iban a vivir dos horas y media de arte puro. El lugar colmado. “Olé, olá, de la cabeza con Bersuit Vergarabat” se escapa de cada boca presente.

Adentro el calor es casi asfixiante, ¿qué importa?. Gente que ni siquiera conozco me ayuda a colgar “el trapo” en una de las populares...

BERSUIT... y punto
Ya me saqué la remera y la revoleo de lado a lado, como todos. Miro la hora y son las diez; levanto la mirada y se apagan las luces. Gritos, alaridos, euforia y emoción para ver un video con imágenes únicas sobre la historia de la banda. Sin darnos cuenta, van entrando sigilosamente al escenario Juan, Carlitos, Albertito, Oski, Pepe, Cóndor y Dany. Termina el video y el Pelado completa el equipo de los pijamas.

Sin que mis oídos puedan creerlo escucho el primer regalo de BERSUIT, sí, ese tema que no tocan nunca y que tanto nos representa: “Como nada puedo hacer (puteo)”. Un huracán de alegría invadía el legendario Luna Park... y claro, no se llega tan fácil acá. Siguen la psicodélica “Desconexión sideral”, la oscura ironía de “La vida boba” y la hiperkinesis de “El Gordo motoneta”. Aunque mis amigos ya no estaban al lado mío (alguna corriente poguera se los había llevado) alguien me dice: “y pensar que hace un año tocaban frente a 500 personas en Showcenter...”. Cuando intento responderle, él ya no estaba, ¿una mágica aparición, o sólo mi voz interior?.

Suena “El tiempo no para” y también el tema que nos hizo a todos una misma masa, “Negra murguera”. Y de verdad que el tiempo no paró, porque casi sin respiro entre canción y canción, Bersuit nos hizo sentir cada instante de sus 14 años de trayectoria: hubo momentos de fiesta, momentos de melancolía y relax, y momentos totalmente bersuiteros como cuando en “La petisita culona” subieron por lo menos treinta minas con esos atributos.

Mi emoción (y creo que la de la mayoría) hizo estallar el termómetro en la versión acústica de “Al fondo de la red”. ¿Qué, todavía hay más?. Una nueva obra maestra de Juan Subirá, “Convalecencia en Valencia”, y la romántica “Si amanece”. Justamente en este tema, una chica me pregunta, ¿me subís a caballito?. Y no fui el único en esta situación...

Después de un aplauso interminable, los músicos desaparecen algunos minutos; un buen momento para recuperar el aliento. Otra vez en escena, es el mismo Cordera el que nos moja un poco, al compás de los cantos desesperados, “¡Que tiren agua la p... que lo parió!.

Sin que a nadie le importe el cansancio, tanto la Bersuit como los que estábamos abajo saltamos los últimos temas, sobre todo el hit “Se viene” con el Mono (de KAPANGA), los cantantes de ARBOL y Limón García, como invitados al descontrol. Raúl, de 20 años, le dice emocionado a un amigo: “Hay que agradecerle a BERSUIT por este regalo inolvidable, esto fue increíble... tantos años de seguirlos a todas partes y ¡mirá donde están ahora! ¡Se lo merecen!”. Es un agradecimiento que resume el de todos.

A nadie le quedó dudas de por qué la banda es el fenómeno del momento. Unos minutos más tarde, mientras el calor iba desapareciendo, la gente se alejaba sin rumbo definido por Avenida Corrientes. Sin lugar a dudas, todos dejamos en el Luna Park un pedazo de corazón que va a volver a latir con la misma intensidad en las funciones agregadas para el jueves 17 y el sábado 19. Un sentimiento único, irrepetible, que puede durar toda una eternidad si logramos parar el tiempo aunque sea dentro de cada uno, aunque el tiempo no pare. Y eso, lo sabemos mejor que nadie.

Nacho Girón (Redacción de El Acople)