En su búnker de Parque Leloir, hacen un balance sobre un año intenso y sobre un futuro que, aseguran, los verá unidos.
Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín


Lo que antes fue un compact grabado y rotulado a mano ahora se transformó en la primera copia cien por ciento terminada de ?, el nuevo e innombrable disco de Bersuit. Después de tres meses de trabajo en Del Cielito bajo la supervisión del dúo Guyot/Toth (más Pepe Céspedes y Oscar Righi), el resultado va de mano en mano en medio de una escena descontracturada y festiva: todos en cuero, malla y sandalias. "¿Quedaron buenas, no?", pregunta Cordera, sobre las doce canciones. Mientras todavía bajan los decibeles de un agitado período de tres años que incluyó cuatro grabaciones, seguidillas en el Luna Park y la llegada a River, el décimo disco del grupo tiene dosis parejas de rock y baladas, cuidado y vulgaridad. De un comienzo a todo trapo (Laten bolas) a la paz de Ansiando libertad, de las bases electrónicas de El Guerrero a las megaputeadas de Siempre el mismo . Y de una joyita murguera (De ahí soy yo), estrenada en River, que habla de Buenos Aires, Montevideo y papeleras, en una letra que dice 19 veces la palabra "mierda". "En Argentina, debe ser la que más acepciones tiene. Bersuit se identifica con todas; tiene variedad de mierda. La letra va sobre que hay que mirar un poco para adentro y ver qué estamos haciendo de malo acá".

-En el Pilsen Rock el público uruguayo los abucheó cuando el Pelado mandó saludos a Fray Bentos y Gualeguaychú. ¿Cómo terminó ese incidente?
Pepe: -En nada grave. Nosotros no escuchamos silbidos ni nada. Ni nos dimos cuenta. ¡Y la gente terminó saltando por el aire!

-¿Decir eso no fue una provocación?
Pepe: -¡Para nada! Ya te digo, la gente alentó como siempre.

Por primera vez en mucho tiempo, la mayoría de los integrantes se juntó especialmente a escuchar el resultado final: "No es puramente verborrágico. Nuestra naturaleza como organismo vivo está toda metida en este disco. Transmitimos lo más auténtico que podemos dar. Es una forma que ya es conocida pero que trae algunas novedades. Indagamos en cosas que hasta ahora no habíamos indagado y estamos muy contentos", comenta Cordera. No será la única referencia a "la renovación" durante la entrevista: reiterarán siempre que puedan que están comenzando una "nueva historia".

-Cordera, dijiste que no querías hacer más discos "bersuiteros". ¿Este lo es?
Cordera: -Ya no tanto.
Pepe: -Ja, ja, ¿qué es un disco "bersuitero", Pelado?
Subirá: -Tiene que ver con el código entre nosotros y el que escucha. Creo que lo que Gustavo quería decir era que teníamos que tratar de romper el código interno, lo cual siempre es riesgoso.
Cordera: -La propia historia de una banda la puede terminar esclavizando. Es interesante tener cintura y moverse de eso, porque si no terminás matando al grupo. Reiterarse y dejar de hacer cosas que te movilizan es suicidarse.

-¿En algún punto quedaron presos de su propia música?
Cordera: -No sé si presos, pero sí detenidos en alguna comisaría. A lo largo del tiempo, uno empieza a generar códigos hacia nosotros mismos y hacia la gente. Y eso genera un vínculo. Esa relación te puede llevar al estancamiento, muy posiblemente.
Céspedes: -Pero luchamos contra ese estancamiento. Cuando hay alguna canción que nos parece medio repetida, somos autocríticos y lo decimos. En otros casos la repetición puede ser adrede& Pero siempre que hacemos música nos tomamos libertad porque creemos en la libertad de la gente que nos escucha.

-¿El signo de interrogación de la tapa tiene algo que ver con el futuro de la banda?
Cordera: -Lo del signo de interrogación no salió por una ausencia de nombre, sino por una abundancia de preguntas sobre la vida. Que quede claro: no nos vamos a separar y no pensamos morirnos. Aunque las separaciones y las muertes son muy redituables. Estaría bueno que nuestros detractores pongan dinero, y si llegamos a una suma importante, dejamos de hacer música.

-Antes de River hubo algunos rumores. ¿Desgaste natural?
Cordera: -Sí, mucho desgaste. Hubo un punto en que seguíamos por inercia. No te puede pasar que te fastidie hacer canciones. Y nos empezamos a dar cuenta de que eso estaba empezando a suceder. No viajar tanto, tocar menos, que me haya ido a vivir a La Paloma, hizo que se relaje la situación y que se volviera a cultivar el deseo en la banda. En esa época chocamos contra varias paredes, todas construidas perfectamente por nosotros mismos. Inclusive Juan siempre hablaba de tener un año sabático. Al final no lo hicimos, pero desde Testosterona sacamos el pie del acelerador: encaramos River y nos pusimos a grabar.

-¿Y les rindió ese plan de concentrar todo en River?
Cordera: -Mucho. Pero como es mucha energía concentrada, después de dos horas de show no podés creer todo lo que laburaste para eso. Es apostar todo a una sola ficha. Creo que en ese sentido nos gusta más organizar fechas más chicas, es muy distinto.
Subirá: -Sí, creo que disfrutábamos más los Luna Park.
Cordera: -Ojo, gozamos mucho River: tocamos para setenta mil, y ese número contiene a tus seres queridos, tu historia...

El Monumental aparece como la bisagra que divide en dos la historia de Bersuit. Después de organizarse ("tuvimos que poner mucho profesionalismo, somos una banda muy caótica"), dicen que les está llegando la renovación. "El orgullo de que la gente te haya llevado al podio de las seis bandas que llenaron River es muy grande. Es un bálsamo para el ego y el espíritu competitivo que llevás adentro. Después tenés que saber qué hacer con todo eso, porque si no& te hacés mierda. Llegar ahí no te hace más grosso". ¿Y ahora? Cordera se concentra y lo repite una vez más: "Ahora que bajamos, nos propusimos comenzar una nueva historia. Y en muchos sentidos ya la estamos empezando".


CALAMARO
"El pájaro cantor, ya curado y sanado, volvió a su hábitat. Estábamos enojados porque se puso de novio y el hijo de puta nos dejó por ella. Se me fue la mano en decir que era un pollerudo y un maricón. Sigue estando todo más que bien. Lo queremos con locura" (Cordera)
SANTAOLALLA
"¡Claro que tuvimos angustia de Santaolalla! ¡Lo queremos y lo extrañamos, sobre todo cuando empezamos a grabar! Es Maradona y lo demuestra permanentemente. Entendimos el mensaje: háganse grandes. Tuvimos que trabajar muchísimo más y la experiencia estuvo buenísima".


CON LA CAMISETA BIEN PUESTA
En marzo del 96 ni Bersuit ni Lanús (el equipo) venían muy bien. Uno, tratando de levantar cabeza de su período más oscuro con Don Leopardo y el otro, confiando en un puñado de promesas de las divisiones inferiores (Ibagaza, Coyette, el Chupa López) para conseguir algún logro. El Sí! se jugó unas fichas y en el marco de una producción sobre el naciente "rock y fútbol" (para la que participó el propio Maradona), lo convocó a Cordera para hablar de su otra pasión: el granate. El fin de semana, el Pelado anticipó su vuelta de una gira promocional por México para estar presente en la Bombonera, tras una maratón de aviones. Y el lunes se hizo tiempo para llamar y gozar a Pergolini.
En un encuentro propiciado por el Si!, María Kodama y Abril Sosa hablaron de su gran pasión: Jorge Luis Borges.
Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín



"Acá te traje unos cedés, es rock, no sé si es la música que te gusta". "¡Me encanta, como le encantaba a Borges!". "¡Entonces vamos bien!". En el caserón donde funciona la Fundación Internacional que lleva el nombre de Jorge Luis Borges, su viuda y un rockero se saludan por primera vez. Ella, María Kodama, profesora de literatura y heredera intelectual de uno de los autores decisivos del siglo XX: traje gris, combinando con su pelo, y zapatitos brillantes. El, Abril Sosa, músico, ex batero de Catupecu Machu y líder de una banda exitosa llamada Cuentos Borgeanos: pantalón de corderoy ajustado, remera y pelo con gel. "Para Borges, las palabras tenían un ritmo y una música propia. Por eso me interesaba que tu banda no musicalizara directamente sus textos. ¿Qué tipo de homenaje le hacés?", dispara Kodama, divertida.
A: -En realidad no hay algo muy intencional. Uno nunca se da cuenta qué es lo que lo inspira a escribir letras, pero para mi sorpresa varias veces me di cuenta que hay toda una visión borgeana en eso que sale. ¿Sabés que a nosotros a veces nos catalogan de "rock literario"? Y no nos gusta.
K: -Je, je. A Borges también lo clasificaban. No puedo creer cuando dicen que él era de tal o cual manera. Era, como todos nosotros, complejo. Decían que era infeliz. ¡No! ¡Era feliz e infeliz como cualquier persona! La gente a veces es muy cerrada...
A: -...y limitada. Me dicen "rock literario" y me imagino unos flacos que juegan al ajedrez en el camarín. Pero nuestra música tiene mucho de literatura. Al principio nos llamábamos "El jardín de los senderos que se bifurcan".
K: -De senderos...
A: -Sí, de senderos que se bifurcan. Era muy muy largo para una banda, entonces quedó Cuentos Borgeanos. Parte de una admiración personal por Borges. Comencé a leerlo a los doce años. Un amigo me regaló una edición vieja de Ficciones (1944). La tengo media rota, de tanto leerla.


-¿Sorprende que en 2007 exista una banda como Cuentos, María?
K: -Me parece fantástico que existan expresiones así. Quiere decir que, a pesar de que lo sentimos un momento lejano, hay gente que va a ser la continuidad, que va a seguir creando cuando nosotros no estemos. En esas cosas uno puede ver que la obra de Borges se abre a diversas disciplinas.
A: -A nosotros nos pasa que vienen fans y nos piden autógrafos en un libro de Borges.Nos sentimos justificados, por lograr que lleguen a él. ¡Ahora falta que vos firmes discos nuestros!


-¿El rock es tan cultura como la literatura y otras artes?
K: -Sin dudas. Toda la cultura debería reunirse en una forma armoniosa: la música es cultura, la literatura también, y así. Eso Borges lo sabía muy bien. Escribía, pero le daba su merecido espacio a la música.
A: -Yo siento que la música está en el mismo nivel de profundidad de lo que te puede trasmitir un cuadro o un libro. Igual en Argentina hay muchas bandas de rock que están lejos de ser cultura. Los textos de Borges y los jóvenes deberían tener buena relación.
K: -Completamente, porque su obra tiene toda esa cosa de imaginación, que es propia de la gente joven. La gente cuando crece pierde la imaginación y se vuelve más cerrada. Va irritándose. Y eso a Borges nunca le sucedió. Lo que transmitía era tan fuerte y tan vivo que era imposible imaginar que era una persona que estaba grave. Mis amigas, cuando era adolescente, me decían cómo me podía encerrar con un viejo toda la tarde, con los laberintos, los espejos. Y yo les decía que vinieran cuando quisieran. ¡Era divertidísimo!
A: -¿Pero él se llevaba bien con los chicos?
K: -Con los niños no, no le gustaban tanto (risas). Con los adolescentes, bárbaro. Toda la complejidad que tenía en la escritura no la tenía en las relaciones. Siempre estaba pegado a los jóvenes.
A: -¡Guau! ¿Por qué no nací quince años antes? Tal vez hubiera podido charlar con él, igual no sé si le gustaría que una banda de rock lleve su nombre. Igual a veces pienso que Cuentos Borgeanos es un grupo de buen gusto y que por eso, si él lo pudiera escuchar, no se horrorizaría tanto.
K: -¡Para mí se divertiría mucho! Estaría contento de escucharlos.
A: -¿Sí? Menos mal. Me alegra y me emociona escucharte decir eso. ¿Te podemos avisar cuando haya un concierto?
K: -Dale, me encantaría. Avísenme, por favor.
A: -Al menos para que vengas a un lugar agradable. No te voy a llevar a un lugar con toda gente saltando&
K: -¡No hay ningún problema! Si es buenísimo eso& ¡el rock es buenísimo!


BORGES Y LOS ROLLING STONES
¿Te imaginás a Jorge Luis Borges coreando Satisfaction? "Le gustaban mucho los Beatles y los Rolling. Y era especialmente fanático de Pink Floyd", cuenta María Kodama, rockera de alma que asegura haber bailado muy bien sus ritmos. "Lo que más le gustaba era The Wall. Como odiaba el feliz cumpleaños, ¡en sus aniversarios lo poníamos de fondo! Decía que cuando escuchaba cosas así sentía como que se cargaba de fuerzas". Y aunque esa energía lo llenaba de vida, prefería la música del exterior: "Charly García le parecía muy& ¿cómo me decía? Desacomodado. Gustaba más del rock de afuera". En el restaurant de un hotel de Madrid, un flaco alto se arrodilló a su lado. "¡Maestro, yo lo admiro! ¡Leí toda su obra!", le dijo. "¿Quién es usted?", respondió Borges. "Me llamo Mick Jagger". "¡Ahh! ¡Uno de los Rolling Stones!", remató nuestro escritor. "Fue muy divertido: Jagger casi se desmaya cuando lo reconoció. La verdad, esa anécdota no me la olvido más".
En su primera entrevista después de dejar Arbol, explica su alejamiento y anticipa una carrera solista "donde la gente que venga a verme no me elija por inercia".
Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín

Sábado a la noche. Frente a unas cien personas, el cantante y multi-instrumentista arenga a los dispersos. Quiebra la línea que separa a los músicos del público. Busca a los que miran con cara de no se qué. Incita el pogo. Se prende del violín y la trompeta. Y contagia una estrofa punk sobre una guitarra furiosa, la misma frase que tienen las remeras de su banda: "¡Edu puto!". No es el Mocambo, ni siquiera el Cemento pre-Cromañón: es el primer recital del ex Arbol en el Salón Pueyrredón, uno de los reductos que vio todas las etapas de su carrera. "Es todo al revés de lo que me pasó en los últimos años. Antes de salir al escenario escuchaba un montón de gente y me iban a aplaudir aunque me tirara un pedo. Ahora hay muchos menos y tenés que salir a ganártelos", compara contento.

Lunes. Siete de la tarde en una pizzería de Chacarita. El cantante y multi-instrumentista no grita, no salta ni hace la vertical: el Edu Schmidt fuera de contexto musical es calmado y monocorde. Después de una década en la autodenominada "fábrica de canciones", y a un año de su alejamiento, empezó una nueva etapa a la que le cuesta llamar solista (ver recuadro). "Celebro mucho que ellos estén sacando un disco y que yo esté tocando. Algo que podría haber sido una tragedia, terminó bien", acepta. ¿Cómo llegaron a este punto? "Las causas son muchísimas. Cosas personales. Tiempos que necesitaba para mí y la familia. Cosas afectivas muy fuertes. Y un ser coherente como artista: uno no puede fingir que la está pasando bien sobre un escenario. Necesitaba un tiempo que ellos no necesitaban, y no podía tocar más". ¿Problemas de plata? "En mí, no fue un factor. No quería terminar siendo un infeliz con guita. Por suerte, tuve síntomas que me sirvieron de alarma". ¿Problemas de cartel, tal vez? "Siempre respeté la situación de grupo y fui el que más bogó para que se escucharan todas las voces. Y no puse mi imagen sobre la banda".

-Tus ex compañeros destacaron un nuevo "replanteo democrático" y dijeron que ahora la consigna es no imponer nada y trabajar más en equipo. ¿Antes no era así?
-Siento que no había problemas. Evidentemente era un persona que cantaba, que daba la mayoría de las notas, que tenía la mayor cantidad de composiciones& son un montón de espacios. No creo que haya hecho algo en contra de la democracia. Igual, dejar la banda fue una de las decisiones m{as difíciles que tomé como artista, pero no lo veo muy diferente a animarse a hacer una chacarera en los noventa.

-En tus primeros shows estás tocando lo más punk de Arbol. ¿Declaración de principios?
-No sé. Tal vez estaba cansado de la onda Little Dreams y necesitaba rockearla un poco más, aunque hacer canciones como esa también fue una actitud rockera. Igual, el que sabe quién soy sabe que en tres meses la onda de lo que estoy haciendo puede ser muy distinta.


EN LA RED
Ya colgó tres de los diez temas que tiene demeados. El objetivo es llegar a armar un disco para el 2008. "Nadie me corre, así que no voy a apurar a las canciones. Un disco no me va a salvar la vida ni me va a pagar las cuentas de mi casa".
El quinteto surgido de las aulas del carlos pellegrini no detiene su proyeccion: tiene nuevo disco y planea presentarlo en ferro.
Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín

Cuando suena el timbre y las cajas se empiezan a amontonar sobre el pasillo, el clan completo de El Bordo se impacienta y pierde la concentración: acaban de llegar las copias de Yacanto, el cuarto disco de la banda en nueve años. "¡Dame cinco!", se escucha en el medio de la feliz repartija. ¿De qué va el material? Punto uno: a diferencia de los matices estilísticos del anterior, hay once canciones de sonidos crudos, emparejadas por rock hasta el empache y concebidas para tocar en vivo. "Decidimos no hacer nada raro. Nos basamos en grabaciones que no tienen relleno ni baladas: Back in Black (AC/DC) o Appetite For Destruction (Guns n' Roses). Y llegamos a un resultado compacto y uniforme", explica Ale Kurz, cantante y compositor principal. Punto dos: viene encapsulado en un arte que ellos llamarán precolombino, pero que podría asociarse rápidamente a la escuela rocambolística. "No es feo ni hay clichés. El loco que lo dibujó estudió un montón de cultura incaica y nos parece que quedó genial. No pensamos en Rocambole". Punto tres: aparece un cierto clima apocalíptico hacia "el desenfreno de la sociedad" que continúa la línea iniciada por Karmagedon de Attaque, Truenotierra de La Renga o Civilización de Los Piojos. "El nombre salió de una localidad cordobesa a la que vamos siempre y que nos hace sentir lejos del caos en que vivimos". Mientras suben el volumen, coinciden: "Concretamos todo lo que teníamos en la cabeza".

-El tema que abre dice "no pienso dejar de nombrar sanguijuelas que buscan la sangre para hacer negocios con mi corazón y venderte las sobras". Hay otras letras así. ¿De quiénes hablan?
Ale: -Ellos saben quiénes son. Hablamos de las escorias de la industria musical, toda esa gente que está prendida como una garrapata, que en vez de hacer buen arte le interesa fabricar chorizos y venderlos. Se nos acercaron varios de esos. Nos molesta que se quieran aprovechar, las mentiras, los tratos deshonestos, los monopolios.

Hace un año, El Bordo se consagró en un primer Obras autogestionado. "Vino un montón de gente a decir que lo inflemos, que hagamos prensa y publicidad por todos lados. Al final, hicimos nuestros propios volantes para no poner "Pepsi Music", porque no nos gusta tocar en lugares sponsoreados. ¡También nos decían de hacer tres fechas! Pero no queríamos inflar. Nos gusta hacer cosas artísticas y no gestos políticos", dice Miguel, batero. Esta vez, la presentación del disco (24/11) va a ser en el microestadio de Ferro. ¿También autogestionado? "Decidimos tocar en un lugar con un nombre que se pueda decir tranquilamente", se ríen. "Es la primera vez que hacemos un show propio tan grande y al aire libre. Queremos buen sonido, buena puesta en escena y buenas luces". Contratados por la discográfica Warner desde hace un año, admiten que "la relación tiene límites muy marcados". "Nunca dejamos de tener la independencia en la cabeza ni la idea del camino que queremos seguir", destaca Ale. "Hasta ahora, nos dijeron que sí a todo lo que les pedimos. No perdimos nada y, al contrario, nos potenciamos mucho".

-Ale, hace dos meses dijiste: "Pasaron tres años, ya es hora de dejar de hablar de Cromañón". ¿Qué onda?
-No tengo nada que aclarar. Me sacaron de contexto y no hubo buena intención. Obvio que se puede seguir hablando de Cromañón. ¿Cómo vamos a olvidar? Seguimos sufriendo. Que no televisemos nuestro dolor no quiere decir que no lo sintamos.

Mientras ya se puede conseguir una versión "no oficial", Charly García no lo da por terminado.
Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín

"Migue García metió el disco de Charly en Internet. Lo hizo para cagarle la carrera al padre". Sin pelos en la lengua, Pipo Cipolatti da su versión exclusiva de por qué el demoradísimo Kill Gil todavía no llegó oficialmente a las disquerías. Y completa: "Lo que filtró lo robaron de la sala donde yo vivía". El acusado, abocado a su nuevo disco (Bipolar), no coincide y le resta importancia a los dichos del ex Twist: "Pipo era una buena persona, que no superó las desgracias en su vida que lo convirtieron en un racista", dice Migue.

La historia del próximo disco de García empezó hace dos años. A mediados de 2006, el bigotudo convocó a Andrew Oldham, productor de los primeros Stones. Y hasta hace unos meses, el disco se consideraba terminado. ¿Y entonces? Según pudo averiguar el Sí!, Charly no habría quedado conforme con la mezcla final de Oldham. "Varias personas le dijeron que las canciones eran geniales pero que el sonido es patético. Charly no lo reconoció, pero a los pocos días dijo que quería grabarlo de vuelta", relata un productor amigo con el que mantuvo contacto durante la grabación. "No lo creo: a mí me mostró todo orgulloso. Igual, lo va a volver a grabar", contrasta Cipolatti.

A la supuesta inconformidad se le sumó otro factor clave: en abril de este año apareció colgada en la red una versión de Kill Gil que algunos señalan como "una de las últimas". Lo cierto es que ese material de trece temas hoy se puede encontrar en la calle, copiado, con diseño de portada, código de barra y logo de la discográfica. "Eso es una truchada total; nosotros no lo hicimos porque al día de hoy el disco de Charly sigue siendo un proyecto", argumentan desde EMI Music. "Que se haya filtrado complicó mucho las cosas, aunque igual no podemos confirmar qué tan avanzada era la versión que la gente está escuchando". María Eva Albistur, música y productora que trabajó junto a García y brindó su estudio para todas las grabaciones, pone paños fríos: "No hay tanto misterio. La búsqueda profunda que tiene como artista necesita tiempo y eso hay que respetarlo. Se ve que no llega al lugar que quiere llegar".

A raíz del nuevo atraso, Pipo asegura que antes de Kill Gill podría editarse Dr. Cerebrus, un LP homenaje a Titanes en el Ring que los dos vienen registrando a gotas desde hace siete años y que ya está terminado "en un setenta por ciento". "Cuando lo vi por última vez hace un mes, juntos dijimos que teníamos que darle para adelante y terminarlo ya", dice Pipo. ¿Say no more?



Cuadros de una exposición
No sólo de discos (terminados o no) vive Charly García. El año pasado inició una curiosa muestra músico-pictórica junto al artista Gustavo Masó, un devoto de Say No More. La primera etapa ya se desarrolló en CC Borges, y en 2008 la idea continuará en el MALBA bajo el nombre El que el mundo se olvidó. Ahí se promete una sala oscura en la que las imágenes representarán huecos de luz, música en vivo, exposición de fotografías, videos y presentaciones a cargo de Pipo. "La conexión con Charly es extraña. Todo el tiempo me pasa que pienso o hago cosas y luego él las dice o las hace. Y viceversa", explica Masó. "No todos los oídos pueden estar a la altura de su arte: él escucha el futuro y los demás apenas pueden interpretar el pasado. Su aporte es absoluto, pero trasciende lo musical". Pinta bien.

CAMBIOS EN CABEZONES: Desunión de Santa Fe

Por un desencuentro con el cantante Cesar Andino, dejaron la banda el bajista Gustavo Martínez Y los guitarristas Leandro Aput y Esteban Serniotti.
Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín


"Se rompió un pacto. Nos habíamos tomado un tiempo, pero no era una separación. Si César no hubiera decidido uniteralmente tocar en el Pepsi Music nadie se habría enterado de la situación. Y tal vez hubiéramos vuelto a tocar todos juntos en pocos meses". Esteban Serniotti, ahora ex guitarrista y productor de Cabezones, habla con la mirada puesta en Gustavo Martínez y Leandro Aput, antes encargados del bajo y la segunda viola. Los tres hacen hincapié en su agradecimiento a la gente y a los amigos de siempre. Aunque el escueto comunicado que confirmaba su alejamiento de la banda santafesina se difundió el lunes, lo cierto es que desde principios de 2007 Cabezones se encontraba en un impasse consensuado. ¿El motivo? El accidente que tuvieron César Andino y Gabriel Ruiz Díaz en marzo del año pasado. "Marcó el inicio de un período muy complicado a nivel emocional y laboral. Incluso artísticamente no estábamos llegando a buen puerto y no había tanta química. En vez de hacer las cosas mal, decidimos parar la pelota", explica Gustavo.

-¿Y por qué dejan el grupo ahora?
-Esteban: Hace poco nos convocaron para tocar en el Pepsi Music y nos juntamos a charlar. Algunos creíamos que no era el momento de volver. Cada uno dio su parecer y el tema quedó en la nada. Unos días atrás vimos el aviso del Pepsi en donde decía que tocaba Cabezones. Nadie nos avisó nada. Entonces coincidimos en que de esa manera no queríamos seguir trabajando: la banda nunca se planteó como un proyecto de decisiones personales.

-¿Imaginaron que podía pasar esto?
-E: No, ni en pedo, porque nunca manejamos así la película. No hay que olvidarse que nosotros casi no tocamos en todo 2006 por lo que le había pasado a César. Decidimos esperarlo más allá de que podríamos haber buscado otro cantante. Y lo hicimos porque entre todos teníamos un gran compañerismo. Ahora, César y Alejandro (batería) querían seguir tocando y parece que no les importó mucho con quién. Es entendible, pero no compartimos.

-¿Cabezones seguirá sin ustedes?
-Leandro: Habrá que ver cómo lo asimila la gente, pero no nos gustaría que les vaya mal. Aunque tenemos dolor, la banda la seguimos sintiendo propia.


César Andino: silencio stampa
El cantante César Andino aún no se ha expresado desde que se oficializó, este lunes, la noticia del alejamiento de los dos violeros y el bajista de Cabezones. El Sí! intentó comunicarse con él a través de diferentes vías, pero no hubo respuestas de ningún tipo.

Lo que se pudo confirmar mediante fuentes de primera mano es que el músico está trabajando en un futuro disco solista y que sabía que sus ex compañeros saldrían públicamente a explicar la situación. ¿Qué planes tienen los que se fueron? "En algún momento había surgido la idea de hacer algo juntos, pero son sólo suposiciones. Va a haber nuevos desafíos, porque cada uno ya está componiendo. De todos modos, vamos a ser coherentes con el tiempo que decidimos tomarnos", detalla Esteban Serniotti.

Cabezones nació en 1994 y se afianzó en el interior del país desde la ciudad de Santa Fe. En 1999, sus integrantes se mudaron a Buenos Aires y terminaron apadrinados por Zeta Bosio. "No conocíamos a nadie y muchos nos abrieron las puertas: eso no lo vamos a olvidar nunca", rememoran los tres. Después de ocho discos editados, el futuro de lo que queda de Cabezones es incierto, aún con una fecha confirmada en el próximo Pepsi Music. ¿Qué pasará después?

INFORME SOBRE PRODUCTORES: Jefes de producto

Cada vez menos a la sombra, los productores comienzan a dejar su sello y a presentar sus propias internas. Conocé a las personas por detrás de tus discos favoritos.
Producción y Txt. Nacho Girón.
Especial para Clarín


ALFREDO TOTH Y PABLO GUYOT
"Hacer de psicólogos"

Durante una hora, lo que se escuchará de fondo en los estudios Del Cielito serán gritos ahogados. Es el pelado Cordera en plena pre-producción del nuevo disco de Bersuit. Entre los ruidos, las siluetas inseparables de Pablo Guyot y Alfredo Toth, la "G" y la "T" del trío G.I.T, una dupla que grabó todo tipo de artistas. Desde Los Piojos ("faltan mezclar dos temas y terminamos Civilización") a Daniela Herrero, pasando por Ratones, Los Tipitos, Los Auténticos Decadentes e Intoxicados. "Juntos nos potenciamos. Podríamos ganar más guita por separado, pero preferimos dividir el sueldo en partes iguales y aprovechar nuestra onda", se presentan.

"Aunque todas las bandas son distintas, sabemos que sí o sí hacemos un mes de ensayo previo junto al grupo", dice Toth, recién llegado de sus primeros shows por la vuelta de Los Gatos. "Podemos llegar a decir que una parte de la letra es horrible en pos de lograr los mejores resultados", sigue Guyot. Y explica el proceso de selección: "Nos llevamos en un iPod las canciones que nos trae una banda y las vamos escuchando todo el tiempo. Algunas te golpean de una y te parten la cabeza. Eso nos pasó con Todo pasa (los Piojos), Murguita del sur (Bersuit) y Girando (Ratones)".

-¿Piensan mucho en el mercado?
Guyot: -Los músicos están cada vez más preocupados por eso. No quieren que justo el próximo disco sea el declive de su carrera. A veces tenemos que hacer de psicólogos...

-¿Qué pasa cuando hay que producir el sucesor de un disco muy vendido? No debe ser lo mismo grabar "Tercer arco" que "Máquina de sangre"...
Toth: -Todo depende de las canciones. Máquina de sangre no tiene canciones como las de Tercer arco. Ni en pedo. Y aunque los dos estén bárbaros, los productores no podemos hacer magia si no está la materia prima, que son las canciones.

-¿Tienen una lista de bandas con las que no trabajarían más?
Guyot: -Sí, pero no por cuestiones humanas sino por cuestiones... de drogas. Hay tipos tan dados vuelta que no te dan ganas de volver a laburarlos.

-¿Hay un sonido Guyot-Toth en los discos que producen? ¿No se corre el riesgo de "nivelar"?
-La homogeneización del sonido siempre es un riesgo. Intentamos dejar un sello reconocible, pero no un sonido. Porque si no, todas nuestras bandas sonarían igual.

-¿Y no suenan igual?
-Alguien podría reconocer que los productores fuimos nosotros, pero ésa es la menor parte de todos los casos.

"Me habría gustado trabajar con Pappo" (TOTH).
"Siempre me gustó Catupecu Machu" (GUYOT)




EZEQUIEL ARAUJO
"Mi motor es el error"

Trabajo para la canción y no para la compañía discográfica o para el músico. Producir es buscarle la personalidad a cada canción, para que se transforme en una obra atemporal". Ezequiel Araujo, fanático del desorden y la obsesión, confiesa que no duerme hace tres días. Ya está acostumbrado: su forma de producir rompe con cualquier pretensión de horarios, formas convencionales o ideas previas. "A veces los artistas me tienen miedo, porque soy muy desordenado. Busco que mis grabaciones sean originales y únicas: que no se puedan repetir, que tengan anomalías".

-¿Los grupos no te piden que les digas adónde querés llevar el sonido?
-Es que primero los convenzo de que no van a dejar de ser ellos mismos. Me pasó con Fidel Nadal: él quería grabar baterías y yo máquinas. Hasta último momento lo engañé, le decía que íbamos a grabar las baterías al final. Y no las grabamos nunca. Pero quedamos todos contentos. Si le hubiera explicado lo que quería hacer, probablemente él me habría dicho que no. El mío es un trabajo muy psicológico.

Ezequiel dejó el estudio en segundo año de la secundaria, cuando le quedó Música como materia previa. Por eso, aún hoy sigue sosteniendo: "No volví porque no me dejaban experimentar. Mi motor es el error". Aunque su vuelco completo a la producción se dio a partir de 2004, cuando se alejó de El Otro Yo ("ahí empecé a producir, pero ellos nunca lo reconocieron"), el ex Avant Press y actual Imperfectos ya trabajó con Intoxicados, Cadena Perpetua, Antonio Birabent y otros. ¿Podría producir a La Renga? "Sí, si tienen ganas de jugar y equivocarse. Lo que pasa es que hay artistas que pueden equivocarse y está todo bien, como Charly y Pity. Pero Divididos no podría, la gente se los condenaría". ¿Qué cosas tendrían que estar dispuestos a hacer? "De todo. Hace poco metí un micrófono en el tacho de basura. Después comentaban qué buen sonido había sacado. ¡El verdadero sonido trash!". Su método, además, incluye diferenciarse del de otros productores: "No necesito sacar un músico y poner otro para hacer un buen disco. Tampoco necesito hacer varios meses de ensayo para preproducción: me cagaría de embole. Por eso, nunca escuché un disco entero de la Bersuit: no me interesaron nunca los discos bien grabados".

"Me gustaría producir a Charly. No lo conocia, pero escuché el último y me voló la cabeza"


MANZA
"Al servicio del concepto"

Desde la B nacional del rock, Mariano Esain (Manza) ya puso su firma a algunos de los artistas con mayor proyección para llegar a primera: Mataplantas, Coiffeur y su propio cuarteto: Valle de muñecas. "Me gusta la metáfora futbolera, porque un productor es como un director técnico: a veces los mismos jugadores necesitan algunas indicaciones tácticas. Y para dar indicaciones, es necesario que alguien vea el partido desde afuera. El productor tiene que unir las ideas propias con las que tiene la banda, organizarlas y ponerlas al servicio del disco con un concepto estético determinado".

Un resumen biográfico dirá que Mariano Esain inició su carrera como productor y sonidista de Pez, que lideró bandas como Revolver y Menos que cero y que consiguió peso propio con el trío Flopa Manza Minimal. Ahora, editó el segundo disco de Valle de Muñecas (Folk) y está trabajando junto a Mimi Maura y los uruguayos de Astroboy. "Soy productor y técnico de grabación, todo al mismo precio", se describe. "Si la banda me deja, me transformo en otro integrante. No me gusta la idea del productor dictador que te dice que esto es así y listo".

-¿Tenés incidencia en el posible fracaso o el éxito de un disco?
-Uno tiene una incidencia real sobre el resultado. De hecho, son muy diferentes los discos que pueden hacer los grupos con y sin productor.

-¿Los grandes productores están estandarizando el trabajo de las bandas?
-Sí, eso hace que muchos discos suenen parecidos. Y eso es muy malo, va en contra de la personalidad de los grupos. Entiendo también que los grandes productores sienten más que ninguno la presión del sonido radial.

-Si se nivela el sonido, ¿es culpa de los productores o de los músicos?
-Más de los músicos. Casi ninguna de las bandas grandes se arriesga. No trabajé con nadie que llene River así que no sé qué cosas se ponen en juego. Me gustaría hacerlo, no por una cuestión comercial sino para ver cómo me termino relacionando.

"Aunque las bandas que me gustan ya las grabé, me encantaría laburar con Natas y Divididos"


JUANCHI BALEIRON
"Disimular y potenciar"

"La prioridad es siempre cantar y tocar en Los Pericos. No me dedico full time a la producción: lo hago cuando tengo tiempo y cuando me gusta. Entonces el saldo es siempre positivo", avisa Juanchi Baleirón para que no haya dudas sobre sus prioridades. Lo dice porque desde siempre, con o sin el Bahiano a su lado, ocupó sus ratos libres en la producción de discos de amigos: el archiconocido El cielo puede esperar de Attaque 77, el fiestero y exitoso Vísperas de carnaval de La Mosca Tsé Tsé, Mancha registrada y Urgente! de Súper Ratones, Sigue tu camino de Los Auténticos Decadentes, entre otros. Ahora, súmenle el aclamado Sistema Nervioso Central de Estelares ("fue uno de los discos de 2006"), Un mundo de sensaciones de 2 Minutos y un estreno inminente: El Mamut, lo nuevo de Massacre, que promete venir bien experimental.

Dice que la premisa de su labor como productor es un juego constante entre subrayar algunos aspectos de los artistas y esconder otros. Veamos: "No existen músicos cien por ciento completos. Algunos tienen su fuerte en la performance, otros en las letras y otros en su composición, pero es imposible que hagan todo bien. Por eso hay que potenciar lo mejor que tienen y disimular lo que les falta". Más allá de lo que él considera sus errores ("soy un quilombo con el tema agenda y además no sé decir que no") y sus virtudes ("controlo muy bien la parte psicológica de los artistas. Es un tema fundamental para lograr buenos discos: a veces hay que levantar egos y a veces aplacarlos"), Juanchi reniega de los sellos propios. "No busco ningún perfil ni el sonido Baleirón. Respeto a todos los productores, pero no quiero tener una impronta determinada".

-¿Cómo conciliar la libertad artística con la necesidad del mercado?
-Trato de que las cosas vayan fluyendo en la grabación y que los artistas sean libres de hacer lo que quieran. A veces uno termina pensando en el mercado, y otras veces no importa nada.

"En el hipotético caso de que se vuelvan a juntar, me gustaría con los Fabulosos Cadillacs"

LA MOCOSA

Con sangre, eclecticismo y sudor, el rock post Pity elige arco
(Publicado en la revista ROLLING STONE, edición Argentina. Julio 2007)

¿Gambeta y goleada o un doble click? Aunque la historia oficial se cuenta desde aquel partido con equipos improvisados, La Mocosa le debe más a Internet que a la comba con pelota de trapo. Cuando el Pity Alvarez y Abel Meyer dejaron Viejas Locas, la desesperación por saber qué pasaba con la banda de los cien barrios porteños abrían foros que eran máscaras de oxígeno. Mensaje Mensaje va, mensaje viene, ahí se conocieron (en verdad) los integrantes de La Mocosa. “En el foro había poca gente porque cosas como la banda ancha eran una utopía. Nunca hablamos de ese inicio porque, en ese entonces, la banda ancha era una utopía. Así nos conocimos, pero nunca hablamos de eso porque no queremos que se nos siga encasillando con lo que hacía el Pity antes”, concede Juampi, voz y guitarra. ¿Acaso su marcado estilo rocanrolero de pocos acordes, sus letras y su estética no dicen que son hijos del doctor Álvarez? “Éramos hijos, pero nos fuimos de casa”, remarca Juan Caro, primera viola. Y anuncia: “Al principio tocábamos tres notas porque era lo único que podíamos hacer. Pero me parece que fuimos madurando: ahora estamos encontrando nuestro estilo. Por los prejuicios, todavía nos siguen tratando de imitadores de Viejas Locas. Todo bien, es cierto que tenemos esa influencia, pero queremos abrirnos… como se abrió Pity”.

RED DE REDES En el foro, decíamos, nació la invitación para el picadito: “Un pibe dijo que tenía un equipo así que entre todos armamos otro y nos fuimos a jugar, sin conocernos las caras”. Juampi y Juan se vieron por primera vez en la cancha, y juntos conformaron la dupla ofensiva que ese día ganó “como cuarenta a diez”. Ahí mismo quedaron en juntarse a tocar (“en lo de mi abuela, con la nona ahí nomás”, se ríe el cantante). Y menos de seis meses después -en septiembre de 2000- debutaron como quinteto… ¡ante cuarenta personas!

OBRA Si Un viaje al norte (2004), su primer disco, chorreaba rocanrol (“Así todo junto”, como alguna vez indicó Pato Fontanet) en su máxima expresión, en Abrazado al sol (2006) asoma una voluntad de cambio que se plasma en voces no tan gastadas, un reggae y un incipiente costado arrabalero. “Jamás vamos a renegar de nuestras raíces, eh. Si Intoxicados hiciera lo mismo que Viejas Locas, no sé si iría tanto a sus recitales, pero es normal: no te podés quedar siempre en el mismo lugar”, dice Juampi. A siete temporadas de la histórica goleada, La Mocosa suma público y se mantiene independiente: “Nos buscaron dos compañías pero no hubo acuerdo porque los contratos eran re cagadores”. Y tira un centro sobre la hora: “Estamos más profesionales, pero todavía tenemos mucho de amateurs; el tiempo dirá en qué estado nos quedamos”.

NACHO GIRÓN

ESCUCHALOS
Audios, letras, fotos, bio y fechas en lamocosa.com.ar.

LA PETISA

La nueva niña mimada del “Bombardeo del demo”

(Publicado en la revista ROLLING STONE, edición Argentina. Mayo 2007)

Inmediatamente después de escuchar la noticia empezaron los festejos y las cadenas telefónicas de puro griterío. Maxi Palermo, el cantante, sintió que le faltaba la respiración y que el pecho se le ponía completamente duro. El otro Maxi, guitarrista, hizo que lo supiera todo el barrio. “Lo que para los artistas consagrados puede ser una tontería, para un grupo que acaba de grabar su primer disco es una locura de no creer. Es más: ya nos habíamos mentalizado que esta nota era una joda de algún amigo”, se ríen. La alegría inicial se desató cuando se enteraron que La Petisa, su banda, había alcanzado el puesto número uno del “Bombardeo del demo” en la Rock & Pop: el ranking under más importante de la Argentina.
“Siempre creímos en el Bombardeo y en cuanto grabamos nuestro disco (Latido Artista, 2006) prometimos que lo íbamos a llevar. Ese espacio va contra las reglas, loco; que te pasen gratis sólo por llevar un material es muy bueno”, opina el violero.

DEBUTAR EN LA IGLESIA Aunque empezaron a ensayar en 1998, el sexteto tuvo que lidiar con la inestabilidad de sus primeros integrantes (“¡Pasaron como veinte! Algunos duraron horas…”) y con la falta de experiencia musical (“Éramos muy chotos, pero teníamos las ganas”). Por eso, pasar del primer ensayo al estudio les llevó ocho años, y recién ahora empiezan a tocar con continuidad, sobre todo en provincia. Y si bien no tienen nada que ver con el rock cristiano, el primer recital fue en una iglesia: “Teníamos sólo dos temas, porque armar una canción con tan pocos conocimientos era una epopeya”, admite el cantante.

RAMOSTONE Cuando habla y gesticula, Maxi Palermo es un Pato Fontanet en potencia. “Todo el mundo dice lo mismo. ¡Y eso que muchos no lo escucharon cantar”, confirma el resto del equipo. En una escena aún golpeada y dividida, ese parecido… ¿es reivindicación o mala suerte? “Siento admiración, pero a la vez queremos despegarnos de eso. No me quiero parecer ni imitarlo, pero me sale. Así que ahora me estoy cambiando hasta el corte de pelo”, argumenta. Lejos de nombres que ya suenan de otra época (Vagantes Nocturnos, Sexto Sentido), La Petisa prefiere hablar de “una buena escena en Ramos Mejía”, su zona. Y se definen: “La Rock & Pop dijo que somos un sexteto cancionero potente, y eso nos gustó mucho”. ¿Ganarán?
NACHO GIRÓN


ESCUCHALOS
Biografía, audios, fechas y fotos en lapetisarock.com.ar. Contacto: fotolog.com/lapetisarnr

PLAYLIST
“Homo no sapiens” Rocanrol crítico con el estado de las cosas.
El líder de Lizard Sun Band reclama el apellido del cantante de The Doors. Mientras, cuenta su vida y promete venir a casarse con su novia porteña.
Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín



¿De verdad sos el hijo de Jim? El entrevistado escucha la pregunta desde Estados Unidos y la comunicación telefónica se corta misteriosamente. "¡Oh, sí! Aunque se dicen muchas tonterías, soy de su sangre", responde Cliff Morrison un minuto después. El mito llamado James Douglas y apodado Rey Lagarto, desaparecido poeta e histriónico líder de The Doors, ahora vuelve a poner su apellido en las fantasías de la opinión pública gracias a un hijo que no sólo vive y colea, sino que también aspira a ser un barítono. Editó su debut Know Peaking con un grupo que llamó (ejem) Lizard Sun Band y piensa casarse con su novia argentina en este mismo país.

Cliff tenía casi dos años en julio de 1971, cuando Jim murió. Con Lorraine, su madre, sólo habían mantenido una relación de pocas semanas, así que no existen fotos entre padre e hijo. "En realidad no tuve oportunidad de conocerlo, sobre todo porque él ya estaba preparándose para abandonar América e irse a París", cuenta por primera vez para un medio argentino.

—Se dijo que te negaste a hacer un análisis de ADN, Cliff...
—Hay un tipo que escribió eso en un diario de la Argentina. Lo cierto es que aun antes de entrar en el rock fui con mis abuelos y mi madre a pedir que me hicieran el ADN. El propio Robby Krieger nos pidió que fuéramos a ver al doctor Arnold, que era el médico personal de mi padre en los sesenta. Tomaron nuestra sangre pero después nos dijeron que los archivos de Jim Morrison se habían perdido. Hicimos todos los intentos posibles, pero al final no pudimos...

—¿En algún momento la familia de Jim o los Doors desconfiaron de lo que decís?
—Ni la familia ni la banda dijeron nada en mi contra. Lo que sí sucede es que ninguno de los dos me querían en el mundo de la música, en teoría porque creen que la actividad musical es lo que destruyó a mi padre. Pueden decirme lo que quieran, pero lo cierto es que llevo 16 años haciendo shows en todo el mundo.

—¿Y cómo te llevás con los Doors?
—Es una situación difícil. Con John Densmore (batería) y Robby Krieger (guitarra) todo bien: la primera vez que subí a un escenario fue con Robby. Y ahora su hijo Waylon tocó en mi disco. Con Ray Manzarek (teclados) no tengo relación porque no él quiere la existencia de otro Morrison en la Tierra. Lo que suele molestar es que por este problema del ADN no logran saber concretamente quién soy yo. No importa si están a favor o en contra mío, igualmente los quiero.

—¿Te molesta que la gente pueda comprar tu música o ir a tus shows sólo por el apellido?
—La verdad que no, y a través de buenos conciertos pienso demostrarle al público que estoy preparado para cualquier cosa. Igual, me ayudaría bastante que me aceptaran tal como soy y que amaran mi música sin pensar de dónde vengo. Tengo mucho amor para dar, ¿sabés? Inclusive voy a tratar de encontrar otros artistas que me acompañen a crear una fundación: no sólo para ayudar al cáncer de mama y cosas así, sino también en cuestiones sociales.

La infancia de Cliff se desarrolló entre vinilos de los años cincuenta y sesenta, pero el pequeño lagarto empezó a cantar recién en 1990, sin haber tenido ninguna clase de iniciación. "Me gusta mi voz, pero estoy tratando de apartarme de la tonalidad de mi padre", concede. "Inclusive creo que el disco suena bastante parecido a lo que hacía The Doors, pero es muy difícil evitarlo. La diferencia está en mi estilo sobre el escenario: soy más ampuloso y manierista".

Si Marta Holgado encuentra su horizonte en Perón, Carlos Ezcurrega en Gardel y Leevon Kennedy en el ex presidente yanqui y en Marilyn Monroe (ver recuadro), Cliff Morrison no puede apartarse del legado de Jim. En Pick Up and Go, el primer tema que compuso en su vida, canta "mi padre me tocó con las manos quemadas/ con la dirección y el plan". El confirma: "Quiero seguir las huellas de Jim".

—¡Un minuto! Tu viejo quería matar a su padre en el clásico "The End"...
—Claro que yo no lo haría. Jim quería mucho a mi abuelo, pero como combatía en guerras y estaba en el ejército, mi viejo terminó denunciando a su propia familia y cometió errores.

Después de separarse de su primera esposa, Cliff empezó una época de "muchas drogas y mucho descontrol", que incluso terminó llevándolo a la cárcel. "Las cosas por las que pasé me cambiaron completamente. Ahora la tengo más clara, y en vez de preocuparme por mí, me interesa preocuparme por todos los demás". Y se arriesga: "Quiero dar buenos conciertos y hacerle saber a toda la gente que estoy en condiciones de amar. Ya no quiero más líos. Pero eso sí: nunca voy a alejarme del rock and roll".




SU NOVIA ARGENTINA
Cliff Morrison no conoce la Argentina salvo por Marilina Mascías, el amor que encontró en 1998 en California. "Era mi época descontrolada y ella vino a una fiesta que hice. Ya no pudimos separarnos. Tuve problemas con la ley y ella siguió a mi lado", cuenta él. Pero ella también recibe al Sí!: "Fui a un seminario en Estados Unidos y terminé conociendo al amor de mi vida. Se dio a primera vista". Ahora están terminando los preparativos para el casamiento, que será pronto y en Buenos Aires. "¿Ser la nuera de Jim? No me genera ningún sentimiento de orgullo personal, pero siento que hay una unión con él por todo lo que estamos viviendo con su hijo. Espiritualmente, es como si de alguna u otra forma estuviéramos continuando su misión en la Tierra".


OTROS HIJOS DE MORRISON
IGGY POP
Un show de los Doors en Detroit cambió para siempre la vida del joven Jimmy Osterberg, que se inspiró en Morrison para componer su propio personaje: Iggy Pop.

BONO
El cantante de U2 no sólo le copió los pantalones de cuero y los pies cruzados, sino que también admira a los mismos cantantes que Jimbo: Elvis y Frank Sinatra.

IAN ASTBURY
Tan admirador de las culturas originarias como el propio Jim, el cantante de The Cult fue Morrison en "Los Doors del siglo XXI", con Ray Manzarek y Robby Krieger.

ENRIQUE BUNBURY
Desde los tiempos de los Héroes del Silencio, el Quique viene imitando al Rey Lagarto. Ampuloso y sobreactuado, también le debe créditos a Raphael.

MICHAEL HUTCHENCE
La media melena, el susurro sensual, la mirada fija-extraviada. Antes de estrangularse, el cantante de INXS tenía a Morrison en un altar.


LEEVON KENNEDY: "QUE CLIFF MORRISON LE DE PARA ADELANTE"

Además de asegurar ser la hija de Marilyn Monroe y John Fitzgerald Kennedy, Leevon acredita en su prontuario haber estudiado teatro con Vittorio Gassman, ópera en la Scala de Milán y que de la mano de su madrina artística (Tina Turner) editó dos discos en Europa. Dice ser vidente natural desde la tierna edad de seis años.

"Ser hijo de un mito es un halago muy grande, pero al mismo tiempo es una mochila muy pesada. Cuando hay casos como los nuestros, uno puede no sentirse discriminado, pero igual la gente se las arregla para marginarte y desacreditarte. Muchos creen que los mitos como Kennedy, Monroe o Morrison no hacen el amor y no pueden tener hijos extramatrimoniales. ¡Al contrario! ¡Si se la pasan en la cama! Kennedy fue el hombre más putañero del planeta; una cada media hora. ¿Cómo no va a tener una hija?

¿Saben cómo hice para que me acepten? Tuve que hablar con todo el clan Kennedy completo. Con lo mafiosos que son, sino fuera verdaderamente de la familia, ya me hubieran mandado a matar. O algo así. Ojo, que si no fuera astuta no estaría viviendo como una reina en plena calle Alvear.

Para los hijos discriminados, mi consejo es que hay que aprender a reírse un poco del mundo, a hacer tu propia vida y dejar que la gente piense lo que se le cante de vos. Ellos no son los que sienten tus alegrías y tus tristezas, así que conviene ser muy 'yoísta', porque de otra forma terminás comprándote un arma y matándote. Como somos más fuertes, no le vamos a dar el gusto a la gente. Yo le recomiendo a Cliff que siga para adelante y haga oídos sordos cuando no le crean, porque si no va a terminar deprimido y sumido en la droga y el alcohol. Y no tenemos por qué terminar mal si un par de mediocres no pueden ver más allá de sus propios ojos".
Néstor Ramljak (Nonpalidece) y Luis Alfa (Resistencia Suburbana) comparten más de lo que se puede suponer. Este lunes, encabezan un festival solidario en Ciudad Oculta.
Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín

De un lado, Resistencia Suburbana con su denuncia político-social, su defensa a ultranza de la marihuana y letras filosas. Del otro, Nonpalidece y un reggae roots que se anima a incluir scratches, que despliega un sonido más cuidado y metáforas a la hora de escribir. Ellos saben que son distintos y festejan la diferencia, pero también coinciden: "La música es la única arma que nosotros sabemos usar". Bajo el sol de una plaza, es Néstor Ramljak el que empieza la charla: "Nos conocimos en un viejo reducto y pegamos onda enseguida con los Resistencia". "Fue hace ocho años, así que desde ahí jamás paramos de hacer cosas juntos", puntualiza Luis Alfa. Este lunes harán un festival solidario desde las 12 del mediodía en Ciudad Oculta. El viernes 6, además, Resistencia toca en Electric City (Laferrere)

—¿Se complementan de alguna manera?
—Luis: Claro. Lo que pasa es que nuestra poesía es diferente, pero al final se asemeja. Manejamos dos estilos distintos, pero lo que queremos hacer es concentrar la fuerza de convocatoria para difundir un buen mensaje.
—Néstor: Somos el ying y el yang. Si alguien tiene que quedarse hasta tarde haciendo algo, va Luis. Si hay que madrugar, ahí estoy yo. Nos complementamos. Igual no sé si quisiera que Luis fuera el novio de mi hija

—¿Qué ganaron uno del otro?
—L: Lo bueno de juntarnos es que podemos llegar a lugares que tal vez uno u otro no conoce. Por ejemplo, en Ciudad Oculta no tienen la plata como para ver a Nonpalidece en Obras o La Trastienda. Y como estoy convencido de que el mensaje que tienen para darle a esa gente es muy bueno, ahora vamos juntos a la villa. -N: Aparte, ni ellos ni nosotros estamos cerrados a tocar en determinados lugares.

—¿Alguna vez encontraron rechazo en el ambiente del otro?
—N: Jamás, porque apuntamos para el mismo lado. Lo que sí pasa es que si usás metáforas en tu mensaje o tocás en La Trastienda, te desacreditan. No necesariamente el hecho de tener contacto con gente más carenciada me hace mejor persona, ni tocar en tal lugar me hace más careta.

—¿Tienen algo que criticarle al reggae nacional?
—L: A la música no, al negocio. El comercio y la forma en que se está monopolizando el reggae lo está alejando cada vez más de su esencia. Y no es que se "caretizó", pero algo está pasando en toda la música.
—N: Estoy podrido de eso de careta. ¿Qué tiene de malo que te escuche un pibe que está lookeado de determinada manera? ¿Qué tiene de malo sonar en tal radio? Hay que aprovechar la masividad para meterle un virus al sistema.

—¿Piensan que pueden disputarle el trono a Los Cafres como banda más masiva del reggae?
—L: El trono que tienen los Cafres, si es que existe algo así, lo tienen re merecido porque vienen tocando desde hace mucho.

—¿Néstor? ¿Al final hay o no pelea con ellos?
—N: Yo iba a verlos y se merecen todo mi respeto. Los músicos nos cruzamos con muchas bandas y somos bastante diplomáticos. Hay que respetar, saludar y todo eso, pero obviamente no podés hacerte amigo de todos.

—¿Por qué te reís solo, Luis?
-Es que quería agregar que a mí sí me gustaría que Néstor fuera el novio de mi hija.
El productor de Jimi Hendrix y Ramones (y primo de Jon Bon Jovi) vuelve a los estudios con la nueva banda de Derek López: No End.
Txt: Nacho Girón

Especial para Clarín



A los 17, el atento oyente Tony Bongiovi logró descubrir el secreto de la reverberación de los discos del sello Motown. De un día para el otro terminó intercalando la secundaria con un trabajo que le permitió codearse con Stevie Wonder, Frank Zappa y los Temptations. "Mi infancia no tuvo que ver con la música. Fui el primer Bongiovi en la industria", se regodea desde Miami.

Su carrera siguió con saltos de estudio en estudio; grabó y entabló una relación especial con Jimi Hendrix ("teníamos que juntarnos a grabar el día que murió"), produjo dos de los Ramones, a Ozzy Osbourne, Talking Heads, Aerosmith, los inicios de su primo Bon Jovi y a una interminable lista de artistas de calidad variable. Ahora decidió apostar por un brasileño nacido en Bolivia que hizo fama en la Argentina, condujo un programa de radio, presentó videos en la tele y ya te taladró la cabeza en 1997 con un auténtico hit de verano: Derek López. ¿Te acordás de la batida de coco? "Me vino a pedir un autógrafo en Estados Unidos y me contó que tenía cierto reconocimiento en Sudamérica. Escuché lo que hacía y le dije que si lograba aprender inglés tal vez podríamos hacer algo", recuerda Tony. El resultado fue el grupo No End, un proyecto hard rock que acaba de editar su debut As Above so Below. "Los músicos de la banda son iguales o mejores que los de Aerosmith, Ozzy y Bon Jovi", se arriesga.

—¿Hay una fórmula para ser un buen productor de discos?
—Se necesitan tres cosas: primero lograr un buen tema. En segundo lugar, un buen tema. Y tercero, un buen tema. Produje a montones de artistas con montones de éxitos y ni siquiera soy músico. Todo se reduce a mi buen instinto para armonizar al músico con la canción correcta.

—¿Cuánto incide realmente un productor en el sonido de un artista?
—Depende el grupo. Con Talking Heads o los Ramones es la banda la que dicta y la que dice cómo va a ser el disco. Pero cuando grabé a Madonna fui yo el dictador, porque una artista como ella encaja en una grabación que ya fue hecha para la ocasión.

—En la Argentina los Ramones fueron muy grandes. ¿Qué recuerdos tenés?
—Eran únicos porque tenían un sonido propio. Hubo que usar algunas técnicas de grabación inusuales para plasmarlo. Con Joey, por ejemplo, usaba un micrófono especial porque no era un gran cantante, pero era un gran artista. Eso sí: circulaba mucha droga entre ellos y grabar era difícil.

—¿Hiciste algún disco con el que dijiste "con éste ya estoy para retirarme"?
—Estuve en producciones excelentes pero nunca voy a estar listo para retirarme. Todavía sigo buscando cosas nuevas.

—¿Hubieras producido a Bon Jovi si no fuera parte de tu familia?
—¡Nooo! ¡No era muy bueno! Me llevó tiempo encontrar a alguien que quisiera contratarlo. Lo produje porque es mi primo, si no..

—¿Cambió tu opinión con el éxito?
—Digamos que llegó a ser más grande de lo que yo creía.


Info
JIMI HENDRIX "Como músico, permitía que uno fuera muy creativo. Llegaba al estudio después de haber salido, tipo tres o cuatro de la mañana. Eso no era normal y no me ponía de buen humor, pero aprendí muchísimo de él y pude aportar muchos de sus sonidos característicos".

FERNANDO SAMALEA: "No me considero virtuoso"

El baterista todo-terreno ahora se luce en la banda de Gustavo Cerati.
Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín

El flaco que espera en el bar es Fernando Samalea. Pero lo que en otra ocasión puede resultar obvio, aquí toma forma de extraño chiste sin gracia: desde ¡1984!, el actual baterista de Gustavo Cerati tiene un anónimo doble que se auto-adju dica todas las acciones del verdadero Samalea. "El tipo empezó cuando yo era realmente under y ni siquiera había grabado un disco, así que son más de veinte años de perseverancia", concede sobre su bis. "Hizo cosas insólitas como entrar a una fiesta y hacerse anunciar por parlantes. ¡Y yo que soy el más tímido!", se ríe por no llorar.

Si a lo largo de su historia tocó con innumerables artistas (desde Andrés Calamaro hasta Charly García, pasando por Sabina y los Kuryaki), el nuevo año lo encuentra más hiperactivo que nunca: gira por el mundo con el ex Soda Stereo, prepara otro cd-cuento solista (Indique su destino), comparte veladas "fortuitas y no tanto" con Say No More, se codea con Gastón Pauls para un documental sobre el Padre Mujica y afianza relaciones con Rosal y No lo soporto. "El día es largo y la verdad me alcanza. Además, la vida de músico te permite estar siempre de vacaciones. No es que llega el verano y te vas a alguna parte; en realidad te estuviste yendo todo el tiempo. En una oficina, estoy frito".

—Siempre decís que tus proyectos personales no son para trascender a nivel masivo. ¿Resignado?
—Es que me gusta ser consciente de que lo mío es un proyecto muy chiquito y elemental. Mantenerme en plan minimalista es lo que me permite tener muchas actividades y disfrutar de más cosas, porque al fin y al cabo algo que es muy masivo te puede terminar consumiendo.

—¿Te sentís algo así como un virtuoso en todos los grupos por los que pasás?
—Prefiero a los músicos que tienen personalidad antes que a los virtuosos. Si se dan las dos cosas, mejor. En mi caso, no me considero virtuoso , pero me puedo definir como un baterista de canciones y con personalidad propia.

—Venís de otra época, pero tocás con bandas nuevas. ¿Enseñás o aprendés?
—-Siempre trato de estar muy atento a la nueva música. Toco mucho con No lo soporto, por ejemplo, y yo podría ser el papá de esas chicas. ¡Los números dan! Pero es más lo que aprendo que lo que puedo enseñar.

—¿Estás en el mejor grupo que haya formado Cerati?
—No soy la persona para decirlo, pero igual creo que Gustavo siempre supo armar muy buenos grupos para el sonido que buscaba. Ahora hay tanta química que en los ensayos siempre nos colgamos zapando y armando nuevas ideas que ya tiene como para un futuro disco.

—Gustavo despierta tanto fanatismo como rechazo. ¿Cuál es la opinión que más escuchás?
—Lejos de parecer una persona retro, para la juventud Gustavo es un tipo que mira para adelante, hiper futurista y entusiasta. Cerati y su último disco ya entraron en el inconsciente colectivo: sólo hay que fijarse en los fotolog o en los nick de los jóvenes y descubrir que mucha de las frases que se usan son suyas. Es un capo, sin discusión.

Aquellos años sesenta

Se realizó una función privada del rockumental ARGENTINA BEAT, que se estrena en abril. El largometraje de HERNÁN GAFFET posee una excelente recopilación de material de archivo y muestra una profunda aproximación a esa periferia roquera que supo convertirse en el movimiento cultural más fuerte de América Latina.
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Ahí están, frente a la pantalla, un puñado de los músicos que le dieron forma a lo que hoy en día se conoce como rock nacional. Se ríen a carcajadas cuando reviven las publicidades de la época, la condena a los pelos largos, las habituales visitas a las comisarías, la persecución de Illia y Onganía, las noches de gira, los movimientos pélvicos de SANDRO. Los años sesenta y el nacimiento de la música “beat”; una etapa que signó el futuro.

ARGENTINA BEAT, un rockumental de larga duración que se estrena en abril, ahonda en lo mejor y lo peor de esos años. Y lo hace a través de entrevistas a los líderes de aquella movida juvenil y cultural con epicentro en La Cueva, La Perla del Once y el Instituto Di Tella: MORIS, LITTO NEBBIA, JAVIER MARTÍNEZ (MANAL), EMILIO DEL GUERCIO (ALMENDRA) y RICARDO SOULÉ (VOX DEI), entre otros, desfilan por los 130 minutos de cinta. Todos estuvieron presentes en la función privada que se llevó a cabo especialmente en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC).

El largometraje de HERNÁN GAFFET posee una excelente recopilación de material de archivo y muestra una profunda aproximación a esa periferia roquera que supo convertirse en el movimiento cultural más fuerte de América Latina.

Eso sí: se gana los aplausos en el discurso y análisis cultural que logra su profundo guión, pero falla en la articulación general del contenido. Es decir, su edición y compaginación general termina resultando tediosa: hay silencios e intervenciones excesivamente largas, y no se aprovecha la música propia de los sesenta en pos de hacer más llevaderas las más de dos horas de documental.

Año por año, recuerda la trilogía fundamental de LOS GATOS, MANAL y ALMENDRA, rescata anécdotas coloridas, explica las claves musicales de las principales bandas y, mejor aún, contextualiza el movimiento en parámetros políticos y culturales.

Y aunque de pasada, no olvida uno de los puntos clave del rock local: la puja entre la rebeldía juvenil y la censura gubernamental. Allí estaba el tema “Ayer nomás”, que en su letra contenía pasajes algo fuertes para el momento dictatorial que se vivía en Argentina. LITTO NEBBIA y MORIS deciden “ablandarla” porque consideraban que lo importante era grabarla, sea como sea. Así sucedió que la letra romántica que se escuchó por entonces fue muy distinta a la que después sí terminó grabando su autor, MORIS.

¿No habrá sido ése el mismísimo inicio del rock que estamos acostumbrados a escuchar, que empieza cantándole a la rebeldía pero enseguida se adapta al “sistema” y se vacía de contenido? Como alguna vez (me) dijo PABLO ALABARCES, conocido sociólogo local: “Esas cosas son las que vuelven paradójico y contradictorio el mito de comercial versus no comercial. Es un mito muy poderoso y hasta diría que en la actualidad es más poderoso que hace treinta o cuarenta años. El testimonio de LITTO NEBBIA y MORIS diciendo que no importaba que les cambiaran la letra porque lo importante era que los grabaran, por ejemplo, esconde una gran contradicción. Y sobre eso… se funda un movimiento anti-comercial”.

Sea como sea, ARGENTINA BEAT es un hallazgo que ayuda a entender la realidad a la que se enfrentaron los que pusieron la piedra angular roquera. Una película para ver varias veces, por la gran cantidad de ideas y referencias culturales que contiene. Y una apuesta legítima, porque son conocidas las dificultades presupuestarias del cine argentino.

Podés palpitarla en: www.argentinabeat.com.ar

Nacho Girón (Redacción de El Acople)

ESTUDIO ABIERTO: Lo que viene 2007

¡Oíd el ruido! Tras años de sequía, el rock local está dispuesto a inundar el mercado con nuevos discos. Enteráte cómo vienen y cuándo salen las obras que darán que hablar durante el 2007.
Producción y Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín



Ataque 77: "Se sale de lo que venimos haciendo"


Primero se mandaron con un epé de tres temas, Pirotecnica autorizada y ahora están por lanzar diecisiete nuevas composiciones, otra vez con Sony-BMG, agrupadas bajo el concepto del "hombre y su camino hacia la decadencia". "La intención del mensaje es proponer alternativas", dice Mariano Martínez, el guitarrista y productor de Karmagedon, pero aún así reconoce que el lado más sorprendente del disco será el musical. "Hay canciones que se salen de lo que veníamos haciendo: me suenan a Madness o al rock inglés tipo Oasis".

Attaque 77 viene del éxito comercial y "espiritual" (sic) de Antihumano (Ciro Pertusi afirmó que después de haber grabado un material así podía "morirse tranquilo"), pero desde mediados del 06 trabajan sobre el disco que estrenarán la primera semana de marzo. "Nunca habíamos preparado un disco con tanta tranquilidad y tiempo", admite Mariano. ¿Balance final? "Vivimos una etapa muy creativa. Tanto que a fin de año probablemente empecemos a grabar otro más".

Aunque faltan definiciones de último momento, una de las composiciones que los dejó más satisfechos es En llamas, con la que no esperan repetir aquel éxito de Arrancacorazones. "No se puede competir con un tema así. Son cosas que pasan una sola vez".


El Otro Yo: "Se cierra el círculo y volvemos al inicio"


Ni bien Cristian Aldana abre la puerta de los estudios Panda, se respira tranquilidad y concentración. Es el momento de nivelar los volúmenes de la batería del último de los dieciocho o diecinueve temas que integrarán el sucesor de Espejismos, aún sin nombre, que saldrá entre marzo y abril. De fondo se repite la frase "no te juntes conmigo, soy lo prohibido", del tema Neutro, más un mid-tempo a cargo de María Fernanda Aldana.

Inclinado sobre la consola, hiper-tatuado y pelo larguísimo, está el yanqui Billy Anderson, productor de discos de Melvins, Sleep, Los Natas y, puede que en el futuro, Babasónicos. "Cuando los conocí me pareció un grupo impresionante. Mi última intención es cambiarles la esencia: quiero encontrar lo mejor de su propio sonido", cuenta y revisa por enésima vez los balances de un hi-hat. En estos días se llevará todo a San Francisco, hará el retoque final y lo mandará por correo a los hermanos Aldana.

"Veníamos grabando en nuestra casa; no estuvo mal, pero a esta altura está bueno tener un gran productor y grabar en un gran lugar", admite Cristian. "Es un disco diferente a los demás, va a salir muy puro, como los primeros discos. Vivimos un proceso de crecimiento y ahora se cierra el círculo y volvemos al inicio".


Las Pelotas: "Llegó la hora de decir basta"


Cuando el 7 de marzo el nuevo disco de Las Pelotas esté en la calle, se podrá comprobar si el guitarrista Germán Daffunchio realmente tiene razones para seguir desparramando toda la felicidad y la confianza que le transmite al Sí! desde su sala de ensayo. "Este disco es mucho mejor que el anterior, sin dudas. Creo que a través de los años fuimos mejorando mucho, y hasta ahora este fue el mayor desafío y el que mejor resolvimos", se entusiasma. Siguiendo la línea que silenciosamente adoptaron los grupos masivos (editar cada tres o cuatro años y exprimir repertorio), Las Pelotas volvieron a grabar después del rendidor Esperando el milagro y del en vivo Show.

Trabajado en Panda y producido por Daffunchio y el tecladista Sebastián Schachtel, Basta (tal el nombre) tendrá doce temas, de los cuales ocho son cantados por el violero y cuatro por el ¿ex cantante principal? Alejandro Sokol. El primer corte ya suena y se llama Como un buey.

"Siempre es una historia elegir títulos e hicimos una gran votación. El que quedó tiene que ver con la actitud cobarde del inconsciente colectivo argentino, de callarse la boca, de permitir que sucedan ciertas cosas. ¡Cortémosla de una vez por todas", explica Daffunchio y amplía: "Después de pasar años esperando el milagro, es tiempo de decir basta".


Miranda!: "Hacer lo que mejor sabemos"


Un doble en vivo, editado en pleno big bang del éxito (En vivo sin restricciones!, 2005 con DVD incluido) y un tributo a las viejas telenovelas con un epé (Quereme 2006), fueron el dulce que Miranda! le dio a sus fans, para que se entretuvieran hasta que las nuevas canciones se materialicen en un nuevo CD.

Sin respiro y entre los shows (hace una semana tocaron gratis, con Pimpinela) y las giras (esta semana volaron a España), el cantante Ale Sergi confirmó al Sí! que su tercer disco de estudio ya se encuentra en estado avanzado: resta aproximadamente un mes de retoques junto al nuevo productor y ex Abuelos de la Nada, Cachorro López. Si bien no hay nombre confirmado ni fecha precisa de edición (se calcula antes de mitad de año), la compañía discográfica seguirá siendo Pelo Music y el primer tema que podría sonar en las radios es Amanece junto a mí (ex Alguien).

A punto de volver a Mondo Mix, el estudio de Cachorro, Ale dice: "Estamos seguros de que el material está súper bien. Nos gusta porque hay ritmos que no habíamos usado antes, hay más clave menor musical". Y compara: "Sin restricciones era mucho más minimalista. En cambio, este es una síntesis de los dos discos anteriores, pero mejor grabado". El grupo está expectante, claro, pero la confianza le gana al qué dirán. "Después de todos estos años ya estamos acostumbrados al bullicio que se arma alrededor de la banda, así que intentamos no pensar en la presión y hacer lo que mejor sabemos".


Divididos: Saliendo del placard de otro
Se tomaron cinco años desde Vengo del placard de otro, pero 2007 marcará el retorno de Divididos hacia el disco de estudio. Killing, su manager, confirmó que el trío está trabajando sobre treinta temas, de los cuales nueve ya están redondeamos, aunque sin las letras. Bajo la producción de Mollo y Arnedo, se promete un surtido de power y canción. Todas las compañías discográficas ya se comunicaron con el grupo, pero el objetivo no es un largo contrato sino licenciar el nuevo material. Y atención, que debido a una lesión en la mano de Catriel Ciavarella, Jorge Araujo vuelve temporalmente a la batería. El regreso fue ayer en el Rock & Pop Beach y será hasta La Trastienda, reprogramada para marzo.


Charly Harcía: Say No More aviva a los giles
Say no more ya tiene terminado su disco, el primero desde Rock and roll yo (2003). Sin embargo, ahora está abocado en arreglar unas cuantas minucias, lo que de seguro retrasará su edición hasta mitad de año...y más allá también. Como se sabe, Kill gil está producido por Andrew Loog Oldham (el manager e ideólogo de los primeros Stones) y grabado en el estudio de Palito Ortega. La placa incluiría Watching the wheels, canción incluida en el último de John Lennon, una nueva versión de Cerca de la revolución, y otros que García ya estrenó en sus últimos shows, como Pagarás con interés, No importa y Corazón de hormigón. Desde su círculo íntimo advierten (y el que avisa no traiciona): será un gran disco.


Catupecu Machu: Un acústico no tan acústico
Se viene el primer acústico de una banda a la que le gusta utilizar diferentes formatos y texturas. Mientras el bajista Gabriel Ruiz Díaz aún sigue internado y seguido de cerca por todo el entorno rockero, Fernando, Macabre y Herrlein buscan una vuelta para que la cosa no quede en un simple "desenchufado" de rigor para dar forma al sucesor de El número imperfecto.

Fausto Lomba, el manager del grupo, adelantó que entre mayo y junio Catupecu Machu editará el acústico registrado en vivo para 100. Se trata de un show que realizaron en la radio, con la presencia de Gabriel. El material posiblemente incluirá un tema nuevo y reversiones de alguna de las canciones compuestas por el bajista, según lo planeó su hermano Fernando.


Otros que se desperezan
LOS PIOJOS: Como ya anticipara el Sí! y bajo la producción de Guyot-Toth, en su quinta de Paso del Rey están preproduciendo el disco que se espera antes de junio.

BERSUIT: "Ya demeamos más de cuarenta temas y estamos viendo cuáles entran", le explicaron al Sí! en diciembre. "El sonido va a ser ciento por ciento bersuitero", dicen sin dar demasiados detalles. Producirá, una vez más, Gustavo Santaolalla.

INTOXICADOS: Ya están grabando. Pity tiene un cuaderno lleno de composiciones que vienen desde la época de Viejas Locas. Aparecerían nuevos ritmos y tonalidades.

LOS PERICOS: Están empezando la previa de un material que saldrá a partir de agosto. "El anterior fue un punto de quiebre, pero este va a tener un poco más de frescura y colores nítidos", adelanta Juanchi Baleirón.

CARAJO: El trío ya tiene terminado su nuevo disco. El productor es nuevamente Alejandro Vázquez, la compañía Universal Music y se podrá escuchar desde mayo.

José Palazzo: "Ricardo Mollo se equivoco"

El productor cordobés José Palazzo (sí, el mismo que la revista Veintitrés sindicó como "El nuevo Chabán") organiza el festival Cosquín Rock desde 2001 y eso hace que hable con cariño de sus pormenores; de lo lindo del actual predio en San Roque, del crecimiento y del esfuerzo que parece requerir: "Año a año decimos que no lo hacemos más". De hecho, se arriesga: "La próxima edición va a existir si logramos diferenciarnos con la grilla, cosa que este año no pudimos". La polémica arrancó cuando se confirmó la presencia de Callejeros y, por eso, Divididos y Catupecu Machu se bajaron de las tablas. Palazzo habló con el Sí! para dar explicaciones. ¿Divididos? "Me habían dado el no antes de lo de Callejeros. Después, Mollo dijo que no tocaban por cuestiones ideológicas. Fue un gesto soberbio, fue una boludez decir eso. Me parece que se equivocó, si Ricardo suele ser un tipo súper ubicado". ¿Y Catupecu? "Me habían planteado que no querían estar por Callejeros. Pero me lo tiraron de una manera formal y frontal. Casi me pidieron que ni les ofertara nada, que no los comprometiera". Aunque de buena manera, Palazzo se niega responder el gran interrogante: ¿se va a arrepentir de apostar por el grupo de Fontanet si la Justicia lo encuentra culpable?

—¿Por qué este año apostaste por Callejeros?
—Los incluyo porque el festival es federal y hay mucha gente que quiere verlos. No sé qué harán ellos en su vida, y capaz que ésta es la última vez que la gente tiene la chance de verlos. Ellos saben que nada va a ser fácil, así que se la tienen que bancar.

¡Extra, extra! Para el cierre, una primicia confirmada por Palazzo: con el visto bueno del intendente Polo Valdés, la localidad cordobesa de San Roque cambiará la tradicional denominación de sus calles por... ¡nombres de bandas rockeras! Palazzo se ríe: "Puede existir Pappo esquina Miranda! ¡O imagínense vivir en Iorio al 1000!".

Txt. Nacho Girón
Especial para Clarín
Mientras el rock "oficial" solo se anima a alusiones veladas, las bandas en ascenso le ponen letra y música a la tragedia.
Producción y Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín



En el instante en que aquel lugar quedó sin luz, buena parte de una generación dejó de ser la misma. Familiares, sobrevivientes, amigos, los que miraban por la tele, los fanáticos de la música, de alguna u otra forma, quedaron atravesados por una noche inolvidable. ¿Se puede hablar de una generación post Cromañón? Ahí está, empapada por el 30-D, y plasmada en canciones (de grupos en ascenso; el rock comercial parece no animarse), homenajes, santuarios, un barrio cargado de recuerdos, cantitos de hinchada que recuerdan lo que pasó, pintadas, remeras, obras de teatro (La fábrica de ángeles) y guiños mainstream no reconocidos (¿Pirotecnia autorizada? ¿"Miren lo que han hecho con el duende del rock"?). Están ahí, acá, acusan y defienden a uno u otro, algunos con el golpe bajo, otros casi en silencio, o con lo que pueden. Pero eso sí: todos coinciden en entrenar la memoria.


LOS QUE NUNCA CALLARAN
"Nos devolvió la libertad"

"Aquella noche de canción sin estribillo/ tuvieron miedo las voces sin oído/ pero hoy trepan las gargantas su pedido/ y gritan esas almas un eterno ¡no al olvido!".
(Aquella noche)
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"Después de Cromañón, no salíamos o sentíamos que no teníamos derecho a nada. La oscuridad del incendio nos hizo tapar la luz de la vida". Ana, una sobreviviente de 19 años, habla rodeada de sus casi treinta compañeros, que la miran y asienten con la cabeza. Con el preámbulo de la rabia y el dolor, cuenta los frutos de Los que nunca callarán, la primera y única murga formada en su mayoría por jóvenes que esa noche habían decidido ver a Callejeros: "Gracias a la murga fuimos recuperando la alegría y las ganas de divertirnos. Nos devolvió la libertad y nos hizo entender que volver a ser feliz no significa olvidar".

Unidos por las marchas, terminaron juntándose sin más intenciones que hablar y compartir experiencias. "La idea era generar un espacio para sobrevivientes, pero no teníamos en claro qué hacer concretamente", detalla Pablo (28). De a poco aparecieron algunos amigos murgueros, las rondas devinieron en saltos al ritmo de la percusión, y el debut oficial llegó poco antes del primer aniversario, en noviembre de 2005. Desde el comienzo, la "madrina" es Delia Fucci, mamá de Pablo, otro de los que ya no están. Florencia (21), que también pudo salir del recital pero que perdió a su novio y a una amiga, cuenta: "La primera vez que sonreí después de Cromañón fue en los ensayos de la murga. Antes no podía". Ahora dicen haberle encontrado el gustito a la gira barrial y destacan las visitas a Jujuy y Santa Fe, donde presentaron un repertorio breve pero rebalsado de referencias directas: "Aprendimos a pintar de colores aquella oscuridad", "ninguna coima puede callarnos", "somos murga porque la Justicia sólo se logra en la calle" o "aquella noche de rocanroles sin destino", cantan entre bombos y vestidos de colores. ¿Qué onda con Callejeros? "No todos pensamos lo mismo, pero hay tolerancia", admiten. "En la Argentina puede haber cromañones en todas partes", explica Ana. Y Florencia completa: "Tuvimos que renovar las bases, porque definitivamente hay un antes y un después de lo que nos pasó. Y éste es sólo el inicio, porque estamos en un camino que no tiene fin".


CABEZA DE GORRION
"Una canción tiene poder"

"La vida golpeó a nuestra juventud/ a los que recién empezaban a andar/ son 193 sonrisas/ las que no ríen más".
(Demasiada la tristeza para olvidar)
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Hubo un tiempo en el que en las marchas por Cromañón era imposible escuchar cualquier cosa que pareciera una nota musical. Pasó casi un año hasta que algunos familiares, en una Plaza de Mayo cargada de carteles con rostros, insistieron para que alguien subiera al escenario y rasgueara una canción. El, un pelado de 26 años al que todos conocen como Pichi y que es el cantante de Cabeza de Gorrión, fue el que abrió un camino de reconciliación entre las marchas y el rock. "Una canción puede cambiar las cosas, tiene poder. Si ahora la escuchan doscientas personas, el día de mañana la pueden escuchar mil. De hecho, vi remeras con la letra y hasta un chabón se la tatuó en la espalda", dice, pero enseguida aclara: "La canté de corazón y a los familiares les encantó. Pero como alguna gente pensó que lo habíamos hecho para sacar rédito, dejamos de tocarla por mucho tiempo".

Cabeza de Gorrión es una banda de El Palomar que nació en el 2001 y de sus siete miembros, sólo Nacho, el bajista, estuvo esa noche en Cromañón. "Salió perfecto, caminando, y hasta lo vimos bien en Año Nuevo. Pero al otro día se empezó a asfixiar y quedó internado", recuerda Pichi. "Nos costó un huevo volver a un escenario, más que nada porque los lugares son un antro. Pero cuando nos reencontramos con la música nos sentimos mejor. Seguimos porque el rock no puede dejar de sonar". Demasiada la tristeza para olvidar, aquel primer tema que invadió una marcha, nació de un tirón. Conmovido hasta las lágrimas, el cantante recuerda el encuentro con fotos del santuario: "Fue la canción que más rápido escribí en mi vida". Después, se seca la cara: "Cromañón marcó una etapa de nuestra vida, y no puede pasarnos delante de los ojos".


LA VIZCA
"Somos una generación"

"Bache sin calle, esta soledad/ enmudeciendo lo que nos queda/ sin vos no hay sombra para pisar/ y el corazón a mí me quema".
(Lo que nos queda)
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Gerardo, 24 años y bajista, había quedado como integrante de La Vizca una semana antes del 30-D. Esa noche calurosa casi toda la banda de rocanrol había ensayado en San Martín, pero él ya tenía entrada y se fue para Cromañón. "Cuando cayó la lona incendiada, estaba a un costado del escenario. En ese instante pensé que no podía estar pasando eso y lo inconscientes que éramos", cuenta hoy, sano pero con secuelas. Intentó luchar contra el humo, hasta que cayó al piso y terminó afuera, en la calle, ayudado por un par de héroes anónimos. Los otros cuatro integrantes de la banda que empezó a tocar en el 2002 también se vuelcan a explicaciones de nueva conciencia instantánea. Nicolás (22), el cantante, se sincera: "Después de Cromañón nos dimos cuenta de las barbaridades que hacíamos y que hacían casi todas las bandas. Sólo queríamos tocar. Estuvimos en lugares más feos que el de Once". Y ahí, la de siempre: "Le podría haber pasado a cualquiera". El grupo convirtió Lo que nos queda, una vieja canción que incluye "una crítica profunda a la sociedad", en himno de marchas y recitales. Pero no sólo eso: también le escribió una letra a Mariana Márquez, la madre fallecida que le gritó a Ibarra: "¡Sos un cadáver político!". La Vizca dice defender el lugar de la música ("a mucha gente le molesta que La Renga haya salido de abajo y ahora llene estadios") pero aclara el tema Callejeros ("tienen una culpa inconsciente; pudo haberlos matado la ambición de querer ser cada vez más grandes"), toma con pinzas los cambios ("las cosas malas están empezando a volver. Pasó el furor de la conciencia") y, sin dudar, se hermanan en una denominación común: "Somos parte de la generación Cromañón".


MARCELO SANTILLAN
"Fue empezar de cero..."

"Basta ya de tanta injusticia y dolor/ basta ya, que el fuego aún no se apagó/ basta ya de mortificar mi mente incendiada/ que el día después de mañana puede ser peor".
(Basta ya)
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Una vez más la Plaza de Mayo, lugar de pedidos interminables. El pibe lo ve a Eduardo Vázquez, el baterista de Callejeros, y se acerca para preguntarle "cómo mierda podía seguir tocando", "de dónde sacaba las fuerzas". Desde aquella noche no se había animado a reencontrarse con la viola. Sin embargo, el cruce con Vázquez le movió la estantería y apenas llegó a su casa vomitó una canción sobre Cromañón. "Era como si nunca hubiera tocado la guitarra en mi vida, empezar de cero", dice él, Marcelo Santillán (28), delante de fotos de las víctimas y de una frase que reza: "Si no hubiera sido por la capacidad de seguir adelante cuando se estaba en lo peor, nunca se habrían hecho los caminos". Basta ya se estrenó en vivo cuando se cumplió el aniversario de la tragedia. Ante unas cuarenta mil personas que miraban para el lado opuesto al de la Casa Rosada ("la consigna era darle la espalda al Gobierno"), Marcelo se despachó con un tema que desde entonces encontró difusión constante. Aunque le habría gustado crecer como artista con temas más felices, no reniega de su conexión con Cromañón y promete un disco con su banda (Mr. Santy y la rezaka) cargado de referencias directas e indirectas. ¿El título? No me puedo olvidar. "Me da miedo, pero voy a tener que pensar sí o sí en volver a tocar en locales cerrados". Hoy, Marcelo Santillán es parte en la ONG Familias por la Vida, sigue la causa de cerca y cree férreamente en la culpabilidad de Ibarra, Chabán, Callejeros, algunos bomberos, funcionarios y varios más. "La autocrítica tiene que ser el único motor de cambio de esta generación. Confío en los jóvenes de ahora pero también en que haya políticos que sepan hacer las cosas bien...", se interrumpe sólo: "Bah, en realidad es difícil que pase algo así".


OTRAS VOCES, OTROS TEMAS
"Por ellos te quiero ver/ por eso quiero cuidarte/ por eso quiero sacarte ya/ ¡de esa noche de humo que hace mal!". (No la vas a creer más, Ojos locos, la banda soporte de Callejeros en el 30-D).

"Fiesta, luces y el amor, todo eso muy rápido se transformó/ en el escenario del horror/ doscientos rocanroles son los que hoy y siempre/ vivirán en nuestra memoria y sonarán en nuestros corazones". (200 rocanroles, Cenizas Rock).

"Un sueño así/ donde el fuego y el agua puedan convivir/ un fuego que no queme/ que dé calor y luz". (Agua y perdón, Gastón Nievas).

"Feliz Navidad, Año Nuevo feliz nunca más/ la lluvia de colores no me hipnotiza igual/ no volveremos a reír igual... y entiendo por qué/ No volveremos a amanecer igual... y entiendo por qué". (Vacío, Invencibles).