Néstor Ramljak (Nonpalidece) y Luis Alfa (Resistencia Suburbana) comparten más de lo que se puede suponer. Este lunes, encabezan un festival solidario en Ciudad Oculta.
Txt. Nacho Girón

Especial para Clarín

De un lado, Resistencia Suburbana con su denuncia político-social, su defensa a ultranza de la marihuana y letras filosas. Del otro, Nonpalidece y un reggae roots que se anima a incluir scratches, que despliega un sonido más cuidado y metáforas a la hora de escribir. Ellos saben que son distintos y festejan la diferencia, pero también coinciden: "La música es la única arma que nosotros sabemos usar". Bajo el sol de una plaza, es Néstor Ramljak el que empieza la charla: "Nos conocimos en un viejo reducto y pegamos onda enseguida con los Resistencia". "Fue hace ocho años, así que desde ahí jamás paramos de hacer cosas juntos", puntualiza Luis Alfa. Este lunes harán un festival solidario desde las 12 del mediodía en Ciudad Oculta. El viernes 6, además, Resistencia toca en Electric City (Laferrere)

—¿Se complementan de alguna manera?
—Luis: Claro. Lo que pasa es que nuestra poesía es diferente, pero al final se asemeja. Manejamos dos estilos distintos, pero lo que queremos hacer es concentrar la fuerza de convocatoria para difundir un buen mensaje.
—Néstor: Somos el ying y el yang. Si alguien tiene que quedarse hasta tarde haciendo algo, va Luis. Si hay que madrugar, ahí estoy yo. Nos complementamos. Igual no sé si quisiera que Luis fuera el novio de mi hija

—¿Qué ganaron uno del otro?
—L: Lo bueno de juntarnos es que podemos llegar a lugares que tal vez uno u otro no conoce. Por ejemplo, en Ciudad Oculta no tienen la plata como para ver a Nonpalidece en Obras o La Trastienda. Y como estoy convencido de que el mensaje que tienen para darle a esa gente es muy bueno, ahora vamos juntos a la villa. -N: Aparte, ni ellos ni nosotros estamos cerrados a tocar en determinados lugares.

—¿Alguna vez encontraron rechazo en el ambiente del otro?
—N: Jamás, porque apuntamos para el mismo lado. Lo que sí pasa es que si usás metáforas en tu mensaje o tocás en La Trastienda, te desacreditan. No necesariamente el hecho de tener contacto con gente más carenciada me hace mejor persona, ni tocar en tal lugar me hace más careta.

—¿Tienen algo que criticarle al reggae nacional?
—L: A la música no, al negocio. El comercio y la forma en que se está monopolizando el reggae lo está alejando cada vez más de su esencia. Y no es que se "caretizó", pero algo está pasando en toda la música.
—N: Estoy podrido de eso de careta. ¿Qué tiene de malo que te escuche un pibe que está lookeado de determinada manera? ¿Qué tiene de malo sonar en tal radio? Hay que aprovechar la masividad para meterle un virus al sistema.

—¿Piensan que pueden disputarle el trono a Los Cafres como banda más masiva del reggae?
—L: El trono que tienen los Cafres, si es que existe algo así, lo tienen re merecido porque vienen tocando desde hace mucho.

—¿Néstor? ¿Al final hay o no pelea con ellos?
—N: Yo iba a verlos y se merecen todo mi respeto. Los músicos nos cruzamos con muchas bandas y somos bastante diplomáticos. Hay que respetar, saludar y todo eso, pero obviamente no podés hacerte amigo de todos.

—¿Por qué te reís solo, Luis?
-Es que quería agregar que a mí sí me gustaría que Néstor fuera el novio de mi hija.