Producción y Txt. Nacho Girón.
Especial para Clarín
ALFREDO TOTH Y PABLO GUYOT
"Hacer de psicólogos"
Durante una hora, lo que se escuchará de fondo en los estudios Del Cielito serán gritos ahogados. Es el pelado Cordera en plena pre-producción del nuevo disco de Bersuit. Entre los ruidos, las siluetas inseparables de Pablo Guyot y Alfredo Toth, la "G" y la "T" del trío G.I.T, una dupla que grabó todo tipo de artistas. Desde Los Piojos ("faltan mezclar dos temas y terminamos Civilización") a Daniela Herrero, pasando por Ratones, Los Tipitos, Los Auténticos Decadentes e Intoxicados. "Juntos nos potenciamos. Podríamos ganar más guita por separado, pero preferimos dividir el sueldo en partes iguales y aprovechar nuestra onda", se presentan.
"Aunque todas las bandas son distintas, sabemos que sí o sí hacemos un mes de ensayo previo junto al grupo", dice Toth, recién llegado de sus primeros shows por la vuelta de Los Gatos. "Podemos llegar a decir que una parte de la letra es horrible en pos de lograr los mejores resultados", sigue Guyot. Y explica el proceso de selección: "Nos llevamos en un iPod las canciones que nos trae una banda y las vamos escuchando todo el tiempo. Algunas te golpean de una y te parten la cabeza. Eso nos pasó con Todo pasa (los Piojos), Murguita del sur (Bersuit) y Girando (Ratones)".
-¿Piensan mucho en el mercado?
Guyot: -Los músicos están cada vez más preocupados por eso. No quieren que justo el próximo disco sea el declive de su carrera. A veces tenemos que hacer de psicólogos...
-¿Qué pasa cuando hay que producir el sucesor de un disco muy vendido? No debe ser lo mismo grabar "Tercer arco" que "Máquina de sangre"...
Toth: -Todo depende de las canciones. Máquina de sangre no tiene canciones como las de Tercer arco. Ni en pedo. Y aunque los dos estén bárbaros, los productores no podemos hacer magia si no está la materia prima, que son las canciones.
-¿Tienen una lista de bandas con las que no trabajarían más?
Guyot: -Sí, pero no por cuestiones humanas sino por cuestiones... de drogas. Hay tipos tan dados vuelta que no te dan ganas de volver a laburarlos.
-¿Hay un sonido Guyot-Toth en los discos que producen? ¿No se corre el riesgo de "nivelar"?
-La homogeneización del sonido siempre es un riesgo. Intentamos dejar un sello reconocible, pero no un sonido. Porque si no, todas nuestras bandas sonarían igual.
-¿Y no suenan igual?
-Alguien podría reconocer que los productores fuimos nosotros, pero ésa es la menor parte de todos los casos.
"Me habría gustado trabajar con Pappo" (TOTH).
"Siempre me gustó Catupecu Machu" (GUYOT)
"Siempre me gustó Catupecu Machu" (GUYOT)
EZEQUIEL ARAUJO
"Mi motor es el error"
Trabajo para la canción y no para la compañía discográfica o para el músico. Producir es buscarle la personalidad a cada canción, para que se transforme en una obra atemporal". Ezequiel Araujo, fanático del desorden y la obsesión, confiesa que no duerme hace tres días. Ya está acostumbrado: su forma de producir rompe con cualquier pretensión de horarios, formas convencionales o ideas previas. "A veces los artistas me tienen miedo, porque soy muy desordenado. Busco que mis grabaciones sean originales y únicas: que no se puedan repetir, que tengan anomalías".
-¿Los grupos no te piden que les digas adónde querés llevar el sonido?
-Es que primero los convenzo de que no van a dejar de ser ellos mismos. Me pasó con Fidel Nadal: él quería grabar baterías y yo máquinas. Hasta último momento lo engañé, le decía que íbamos a grabar las baterías al final. Y no las grabamos nunca. Pero quedamos todos contentos. Si le hubiera explicado lo que quería hacer, probablemente él me habría dicho que no. El mío es un trabajo muy psicológico.
Ezequiel dejó el estudio en segundo año de la secundaria, cuando le quedó Música como materia previa. Por eso, aún hoy sigue sosteniendo: "No volví porque no me dejaban experimentar. Mi motor es el error". Aunque su vuelco completo a la producción se dio a partir de 2004, cuando se alejó de El Otro Yo ("ahí empecé a producir, pero ellos nunca lo reconocieron"), el ex Avant Press y actual Imperfectos ya trabajó con Intoxicados, Cadena Perpetua, Antonio Birabent y otros. ¿Podría producir a La Renga? "Sí, si tienen ganas de jugar y equivocarse. Lo que pasa es que hay artistas que pueden equivocarse y está todo bien, como Charly y Pity. Pero Divididos no podría, la gente se los condenaría". ¿Qué cosas tendrían que estar dispuestos a hacer? "De todo. Hace poco metí un micrófono en el tacho de basura. Después comentaban qué buen sonido había sacado. ¡El verdadero sonido trash!". Su método, además, incluye diferenciarse del de otros productores: "No necesito sacar un músico y poner otro para hacer un buen disco. Tampoco necesito hacer varios meses de ensayo para preproducción: me cagaría de embole. Por eso, nunca escuché un disco entero de la Bersuit: no me interesaron nunca los discos bien grabados".
"Me gustaría producir a Charly. No lo conocia, pero escuché el último y me voló la cabeza"
MANZA
"Al servicio del concepto"
Desde la B nacional del rock, Mariano Esain (Manza) ya puso su firma a algunos de los artistas con mayor proyección para llegar a primera: Mataplantas, Coiffeur y su propio cuarteto: Valle de muñecas. "Me gusta la metáfora futbolera, porque un productor es como un director técnico: a veces los mismos jugadores necesitan algunas indicaciones tácticas. Y para dar indicaciones, es necesario que alguien vea el partido desde afuera. El productor tiene que unir las ideas propias con las que tiene la banda, organizarlas y ponerlas al servicio del disco con un concepto estético determinado".
Un resumen biográfico dirá que Mariano Esain inició su carrera como productor y sonidista de Pez, que lideró bandas como Revolver y Menos que cero y que consiguió peso propio con el trío Flopa Manza Minimal. Ahora, editó el segundo disco de Valle de Muñecas (Folk) y está trabajando junto a Mimi Maura y los uruguayos de Astroboy. "Soy productor y técnico de grabación, todo al mismo precio", se describe. "Si la banda me deja, me transformo en otro integrante. No me gusta la idea del productor dictador que te dice que esto es así y listo".
-¿Tenés incidencia en el posible fracaso o el éxito de un disco?
-Uno tiene una incidencia real sobre el resultado. De hecho, son muy diferentes los discos que pueden hacer los grupos con y sin productor.
-¿Los grandes productores están estandarizando el trabajo de las bandas?
-Sí, eso hace que muchos discos suenen parecidos. Y eso es muy malo, va en contra de la personalidad de los grupos. Entiendo también que los grandes productores sienten más que ninguno la presión del sonido radial.
-Si se nivela el sonido, ¿es culpa de los productores o de los músicos?
-Más de los músicos. Casi ninguna de las bandas grandes se arriesga. No trabajé con nadie que llene River así que no sé qué cosas se ponen en juego. Me gustaría hacerlo, no por una cuestión comercial sino para ver cómo me termino relacionando.
"Aunque las bandas que me gustan ya las grabé, me encantaría laburar con Natas y Divididos"
JUANCHI BALEIRON
"Disimular y potenciar"
"La prioridad es siempre cantar y tocar en Los Pericos. No me dedico full time a la producción: lo hago cuando tengo tiempo y cuando me gusta. Entonces el saldo es siempre positivo", avisa Juanchi Baleirón para que no haya dudas sobre sus prioridades. Lo dice porque desde siempre, con o sin el Bahiano a su lado, ocupó sus ratos libres en la producción de discos de amigos: el archiconocido El cielo puede esperar de Attaque 77, el fiestero y exitoso Vísperas de carnaval de La Mosca Tsé Tsé, Mancha registrada y Urgente! de Súper Ratones, Sigue tu camino de Los Auténticos Decadentes, entre otros. Ahora, súmenle el aclamado Sistema Nervioso Central de Estelares ("fue uno de los discos de 2006"), Un mundo de sensaciones de 2 Minutos y un estreno inminente: El Mamut, lo nuevo de Massacre, que promete venir bien experimental.
Dice que la premisa de su labor como productor es un juego constante entre subrayar algunos aspectos de los artistas y esconder otros. Veamos: "No existen músicos cien por ciento completos. Algunos tienen su fuerte en la performance, otros en las letras y otros en su composición, pero es imposible que hagan todo bien. Por eso hay que potenciar lo mejor que tienen y disimular lo que les falta". Más allá de lo que él considera sus errores ("soy un quilombo con el tema agenda y además no sé decir que no") y sus virtudes ("controlo muy bien la parte psicológica de los artistas. Es un tema fundamental para lograr buenos discos: a veces hay que levantar egos y a veces aplacarlos"), Juanchi reniega de los sellos propios. "No busco ningún perfil ni el sonido Baleirón. Respeto a todos los productores, pero no quiero tener una impronta determinada".
-¿Cómo conciliar la libertad artística con la necesidad del mercado?
-Trato de que las cosas vayan fluyendo en la grabación y que los artistas sean libres de hacer lo que quieran. A veces uno termina pensando en el mercado, y otras veces no importa nada.
JUANCHI BALEIRON
"Disimular y potenciar"
"La prioridad es siempre cantar y tocar en Los Pericos. No me dedico full time a la producción: lo hago cuando tengo tiempo y cuando me gusta. Entonces el saldo es siempre positivo", avisa Juanchi Baleirón para que no haya dudas sobre sus prioridades. Lo dice porque desde siempre, con o sin el Bahiano a su lado, ocupó sus ratos libres en la producción de discos de amigos: el archiconocido El cielo puede esperar de Attaque 77, el fiestero y exitoso Vísperas de carnaval de La Mosca Tsé Tsé, Mancha registrada y Urgente! de Súper Ratones, Sigue tu camino de Los Auténticos Decadentes, entre otros. Ahora, súmenle el aclamado Sistema Nervioso Central de Estelares ("fue uno de los discos de 2006"), Un mundo de sensaciones de 2 Minutos y un estreno inminente: El Mamut, lo nuevo de Massacre, que promete venir bien experimental.
Dice que la premisa de su labor como productor es un juego constante entre subrayar algunos aspectos de los artistas y esconder otros. Veamos: "No existen músicos cien por ciento completos. Algunos tienen su fuerte en la performance, otros en las letras y otros en su composición, pero es imposible que hagan todo bien. Por eso hay que potenciar lo mejor que tienen y disimular lo que les falta". Más allá de lo que él considera sus errores ("soy un quilombo con el tema agenda y además no sé decir que no") y sus virtudes ("controlo muy bien la parte psicológica de los artistas. Es un tema fundamental para lograr buenos discos: a veces hay que levantar egos y a veces aplacarlos"), Juanchi reniega de los sellos propios. "No busco ningún perfil ni el sonido Baleirón. Respeto a todos los productores, pero no quiero tener una impronta determinada".
-¿Cómo conciliar la libertad artística con la necesidad del mercado?
-Trato de que las cosas vayan fluyendo en la grabación y que los artistas sean libres de hacer lo que quieran. A veces uno termina pensando en el mercado, y otras veces no importa nada.
"En el hipotético caso de que se vuelvan a juntar, me gustaría con los Fabulosos Cadillacs"