“Fito García”, alias SPINETTA

Con ambiente íntimo y La Trastienda arreglada para la ocasión, el FLACO dio un pequeño espectáculo supuestamente acústico para una radio de “puro rock nacional”. Hubo algunos éxitos de siempre, recuerdos al CARPO y mucha zapada.
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En el medio de un show de una hora y monedas, LUIS ALBERTO SPINETTA –más conversador y sonriente que de costumbre-, presentó a su banda completa pero prefirió bromear sobre él mismo y su categoría de ídolo popular. “... Y yo soy Fito García”, dijo, despertando 400 sonrisas en toda La Trastienda.

El FLACO había arrancado la noche con esa compleja composición llamada “La herida de París”, que supo marcar un antes y un después en su etapa SPINETTA JADE (1980-1984). Desde el mismísimo momento en que se escuchó el primer acorde de la Telecaster, el público entendió que este primer “Megacústico 2005” vendría en plan de cuelgue y zapada. Ideal para un local que mutó violentamente a cefecito.

En la mitad del recital, sería el propio “FLACO” quien explicaría la idea con que llegó a La Trastienda: “Queremos entregarnos plenamente a la zapada. Espero que no me abucheen... estamos en un país libre”.

Un nene de no más de cuatro años aniquilaba el silencio con un “¡grande FLACO!”, la risa se generalizaba y ex PESCADO RABIOSO decía que “El mar es de llanto”. Así de rápido. Entonces, una base acelerada de batería le daba lugar a un solo de viola de varios minutos que terminaría con toda la banda al palo. El detalle de siempre, claro: SPINETTA, la bajista NERINA NICOTRA, el baterista CHRISTIAN JUDURCHA y el tecladista CLAUDIO CARDONE se ubicaron todos en la misma línea del escenario.

Más allá de la anécdota de la guitarra que giró por el mundo a pesar de ser un regalo, siempre se supo que LUIS ALBERTO tuvo una gran amistad con NORBERTO “PAPPO” NAPOLITANO. “Esto me hace acordar a un gran violero que ahora está en el cielo”, explicó SPINETTA antes de tocar “Yo miro tu amor”, un blues cuadrado pero con sonido muy personal.

Sobre el final de un show corto pero sólido, y como para variar un poco el clima musical de la noche, la banda interpretó “Durazno sangrando” (de INVISIBLE), en una versión con más dosis de rock que lo habitual. Y a pesar de que no le gusta hacer hits ni nada por el estilo –inclusive una vez se enojó cuando le pidieron que tocara “Muchacha ojos de papel-, el “FLACO” terminó de comprarse a cada uno con el meloso ronroneo de “Seguir viviendo si tu amor”.

A SPINETTA le alcanzaron sólo ocho canciones para repasar distintas épocas de su variada historia. Apenas terminado el show, saludó a unos pocos amigos y salió corriendo en busca de su auto, siempre seguido de cerca por sus admiradores. “Me voy porque ahí adentro había un olor...”, explicó al pasar. Tal vez, tanto “Puro Rock Nacional” le había obnubilado la cabeza.

Nacho Girón (Redacción de El Acople)