LA MANCHA DE ROLANDO en Cemento

Después de un largo tiempo de no tocar en Capital, dejó bien en claro su notable crecimiento con un sonido envidiable. Ahora, la banda hará una gira por el interior del país y pondrá toda su atención en el nuevo disco que está preparando.
------------------------------------------------------------------

Antes, durante la década del noventa, era muy difícil para ellos llenar un Cemento por más que estuvieran bien posicionados en el circuito under. Pero cambia, todo cambia, y hoy, la MANCHA DE ROLANDO puede darse el merecido gusto de tocar dos noches seguidas en el mítico lugar porteño.

Desde temprano, ECO, LA SIMPÁTICA y AHLMA fueron las bandas encargadas de entretener al público puntual e ir preparando el ambiente para ser manchados por los seis músicos de Avellaneda.

La convención de las tribus
Mientras Negro, Franchie, Tano, Carlitos, Bu y Chiche Corso aparecían por detrás de la gran tela negra que cubría el escenario, la gente ya era un mismo barrio al grito de “vamos la mancha con huevo vaya al frente”; cantito por cierto bien renguero.

El comienzo fue a puro hits, con la metafórica “Lodi”, la enérgica balada “Siempre esperando” (que en la versión estudio cuenta con la participación de CHIZZO), el pegadizo “Mago de la lluvia (ese tren)” y uno de los más coreados, “Animal humano”.

El sonido, algo que LA MANCHA DE ROLANDO supo mejorar notablemente, sobre todo en este último tiempo, fue realmente potente, a la altura de un lugar como Obras.

Pogo, banderas y mucha energía reinaban en Cemento, más todavía con la llegada de temas viejos como “San Ernesto”, “El hambriento” y “Vendedores de fama”. A lo largo de las casi dos horas de show, Manuel Quieto (voz y guitarra) no se cansó de agradecer a sus exaltados seguidores todo el aguante que le brindan siempre.

Después de un momento muy emocionante con “Dónde vamos”, una bengala dio entrada al cover de VOX DEI, “Ritmo y blues con armónica”, que mechado con un contundente solo de batería, desató una merecida ovación. Tampoco faltó “Mi semilla”, de la banda uruguaya LA VELA PUERCA, una fija que con cada recital es más apreciada por todos. Así, con un buen repaso de su extensa discografía, LA MANCHA se despidió satisfecha con una versión interminable de “A vivir” y sus integrantes bajaron para abrasarse sin vergüenza con su fans.

Prueba superada para estos jóvenes de Avellaneda, que ya hace tiempo se subieron a ese tren que los llevó directo al notable crecimiento que hoy experimentan y que, quizá, puede que no pase otra vez.

Nacho Girón (Redacción de El Acople)