Te parte la cabeza en dos

SANCAMALEON volvió a los escenarios después de la exitosa presentación de “Cancionero Para Niños Sin Fe”, su tan esperado primer disco. Esta vez, en Cemento, demostró la justeza de los temas nuevos y hasta se animó con un homenaje a KURT COBAIN.
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SANCAMALEON lo hizo de vuelta y ya no le sorprende a nadie. Pagó derecho de piso durante mucho tiempo y ahora transita una etapa a la que no es fácil llegar, pero que una vez ahí, supone nuevos esfuerzos y es altamente disfrutable. Lo dice el mismo Federico, cantante de la banda que, desde que nació, parece estar destinada al ascenso: “Ahora que por fin está el disco dando vueltas, que la gente canta todos los temas y se prende con nosotros, hay que mantener vivas esas canciones y tocar lo más seguido que se pueda”.

Son una agrupación que en un momento puede destrozarte los oídos y al instante hacerte llorar con alguna cancioncita de esas para tararear todo el día, aunque seas de los que desafina como nadie. Y además, una agrupación que sorprende, porque un día se pueden levantar más locos que de costumbre y, sin dar demasiadas explicaciones, regalarte un homenaje a KURT COBAIN.

Justamente eso pasó en Cemento –un lugar donde obviamente SANCA ya es habitué-; “pintó el recuerdo”, explicará FEDERICO, mientras “In bloom”, la primera de la lista, todavía seguía haciendo eco en la cabeza del numeroso público que disfrutó el show. Claro que luego sonarían “Heart shaped box” y “About a girl”.

En realidad no te sorprenden una vez y después siguen con un recital más o menos previsible. Todo lo contrario. Ellos te desarman con la energía incontenible de “Arriba!” y te hacen levantar las manos hasta lo más alto con “Un día de estos”, pero enseguida vuelven a bofetearte con la presencia de un grupo de mariachis entonando la casi mítica “Isabelita”.

Es como cuando aprendés a andar en bicicleta; una vez que te subís ¿quién te baja? Así también es SANCAMALEON. Una vez que los escuchaste, ya está, es difícil que no quieras seguir viéndolos más seguido. Porque con su equilibrio entre machaque –“La Patada”, el corte de difusión que en Cemento empezó a capella y terminó moviendo los cimientos del lugar-, baile –representado con honor por “El norte”- y hasta momentos para la emoción –“Mi chica peruana”, una canción musicalmente simple pero con la capacidad de partirte el bocho-, tiene las características suficientes para atraparte entre sus raíces y no dejarte volver.

Como si todo esto fuera poco, verlos en vivo o poner en tu casa el nuevísimo “Cancionero Para Niños Sin Fe”, es a nivel sonoro, exactamente lo mismo. Saben reflejar en los shows lo que plasmaron en los estudios Circo Beat y ese también es otro punto que los seis músicos tienen a favor.

Después de provocar algunos mosh con “La venganza de la Pachamama” y de concluir una gran fiesta con la infaltable “Sambódromo”, la gente pide más, corea, aplaude, reclama. El ”quiero quedarme toda la noche bailando samba con vos” no se apaga y la banda mira hacia abajo como hipnotizada. “Los abrazaría a cada uno” les grita FEDERICO, y concluye así uno de los momento más mágicos de la noche.

Ya más relajado, es él mismo quien delinea el futuro de SANCAMALEON: “Ahora hay que laburar el disco, esforzarse para que crezca todo y no olvidarse nunca de pasarla bien... porque si no la pasás bien, todo esto no tiene sentido”. Son los objetivos precisos, las ideas claras y las expectativas enormes que tiene una banda a la que muchos ya le pusieron la ficha, el ojo, el oído y hasta el corazón.

Nacho Girón (Redacción de El Acople)