INTOXICADOS y toda su tropa de seguidores llegaron al estadio de la calle Corrientes después de cinco años de laburo y con un nuevo disco bajo el brazo. Desplegaron buen sonido, una lista extensa, unos pocos invitados y mucho buen humor.
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“En este lugar vi muchas peleas y hasta tocó JAMES BROWN. Bueno, hoy toca INTOXICADOS”
La estética, las composiciones, las letras y hasta las frases del doctor PITY ALVAREZ suelen dar que hablar y de hecho devinieron en cientos (tal vez miles) de pibitos estereotipados que imitan al cantante de INTOXICADOS en sus movimientos, su tono de voz inconfundible (¿BOB DYLAN con eterna resaca?) e inclusive el estilo de sus canciones. ¿Es que alguien puede negar que ALVAREZ haya inventado el “rocanrol” así como sobreabunda ahora? Y sin embargo, ¿acaso alguien puede acusarlo de haber hecho siempre lo mismo? No. Es él, así como lo ven: ni un genio ni un limado que no entiende nada. Es PITY, y punto.
Este señor proveniente de algún suburbio oscuro y acompañado por el destacado FELIPE BARROSO en guitarra, JORGE ROSSI en bajo y ABEL MEYER en batería, viene extendiendo las raíces de un proyecto que debutó en el desaparecido Cemento y que este mismísimo fin de semana llegó a un Luna Park colmado. Todo, en cinco años de trayectoria.
“Es nuestro primer Luna Park. Me chupa un huevo. A mí me gustaría tocar en la punta del Cerro Uritorco”
Blanco arriba, blanco abajo y blanco a los costados; así era es escenario que albergó hasta la una de la mañana a la gente intoxicada. Más allá, tres pantallas que sirvieron para pasar algunos videos preparados especialmente para la ocasión. Y desde ahí, en el costado, apareció la banda completa, un tecladista, dos percusionistas y tres jóvenes encargados de los vientos. La entrada fue solemne y de fondo sonaba “Hermano Tolueno”, colgadísimo tema del tercer y último compacto de la agrupación conocido como “Otro Día Más En El Planeta Tierra”.
Son nueve mil, dicen, los que esperaban saltar y cantar: nueve mil jóvenes (y algunos colados de otras décadas) que advirtieron la llegada de los músicos con impecable pañuelo stone, zapatillas de lona y toda la parafernalia atractiva e infaltable en este tipo de rituales rocanroleros. También se advirtió un petardo en el fondo del estadio, pero el “hijo de puta, hijo de puta” desde todos los rincones hizo que no se volviera a repetir nada por el estilo.
“¿La banda más grande del rocanrol dijeron? Pero si nosotros no tocamos rocanrol: tocamos canciones de amor”
Después de “Buen Día” (primer disco de INTOXICADOS), el cuarteto arriesgó, se la jugó, e intentó con éxito sacarse el mote que decía que la nueva banda era una mera continuación de VIEJAS LOCAS. Si bien en aquel debut discográfico ya aparecían perlas como el reggae “Como ganado”, la apertura definitiva llegó con “No Es Sólo Rock ‘n´Roll”, en donde convivieron y fueron aceptados tanto las baladas como el hip hop, el rap y algunas cosas más colgadas.
Por eso, no sorprendió que el Luna Park estallara de alegría con la elección de empezar con “Reggae para los amigos” y seguir con “Mi inteligencia intrapersonal”.
Luego, el grupo regaló una de las letras más bonitas que tiene su repertorio; esa historia “De la guitarra” que habla de la mujer que esperaba en la estación y que devoraba con la mirada al instrumento de las cuerdas. Porque el sueño de muchos puede ser cambiar el auto o tener una casa de fin de semana, pero el sueño de otros puede ser sólo tener una guitarra para tocar una canción como la de INTOXICADOS.
“Cuando debutamos en Obras hacía seis días que no dormía. Yo quiero cada vez ser un humano mejor y por eso hace sólo dos días que no duermo. ¡Soy un capo!”
La gente lo pedía desde antes que hubiera sonido. Es que el “vamos VIEJAS LO´” es un infaltable en cada recital donde se encuentre PITY. Siguiendo esos gritos, o tal vez por simple placer artístico, la banda se fue en busca de un descanso precisamente después de interpretar “Homero”, otro retrato crudo de la realidad de algunos barrios.
Fue allí cuando el recital se puso denso y algo monótono, tanto porque empezó a haber mucho tiempo muerto entre tema y tema como por el hecho de que el doctor ALVAREZ parecía no tener ninguna clase de apuro. En ese clima, aunque siempre con buena predisposición y ráfagas de humor, desfilaron el nuevo hit “Fuego” (“Estamos enfermos. Perdónennos”, una súplica post-Cromañon escrita por VIRUS), “Una señal” y “Espero que la vida” (de la última placa), y hasta “Needles & Pines” (cover de THE RAMONES, con el productor LEO MARTINEZ como invitado). ¡Chupáte esa mandarina!
“No aplaudan porque las drogas me gustan mucho, es una vergüenza. Me voy a ir a vivir a Córdoba; estoy contento porque voy a hacer algo por mí”
Si se habla de drogas, “Felicidad depresión” es un himno que intoxica de sólo escucharlo y que tiene una onda (nada más que onda y algunos arreglos) muy FLOYD. En el Luna la canción se escuchó con el teclado de EZEQUIEL ARAUJO, productor del disco actual y ex integrante de EL OTRO YO. Al terminar, y más allá de los aplausos, el “me dan ganas de alejarme, pero estando lejos quiero volver” quedó bastante tiempo flotando en el ambiente.
Algunos minutos después PITY preguntaba a sus compañeros con cara de perdido: “¿Empezaba en Re?”. Ante la afirmación, las nueve mil personas pudieron escuchar un destartalado tema nuevo que lleva el nombre de “Del mar”.
“¿¿¿Quieren agua dicen??? ¿No quieren cerveza, boludos?”
Pasó una versión enorme de “Departamento deshabitado”, que en unos diez minutos tuvo zapadas, corridas por todo el escenario y excelente nivel de euforia. Pasó también el recitado de dos rappers rosarinos que le hicieron la intro a “Una vela” y que terminaron haciendo de las suyas junto con ALVAREZ y el violero FELIPE. Por último, pasó “Mi Religión” con sus característico estribillo energizante, y luego de algunos temas más la banda desapareció por el mismo costado por el que había entrado.
Probablemente con el objetivo de hacer amena la espera por los bises, el mismo FELIPE BARROSO se animó a puntear canciones de NINO BRAVO y a mostrar su voz angelical para entonar “Bajan” de SPINETTA. Antes de volver a la lista preparada, todo INTOXICADOS despuntó el vicio con una ovacionada interpretación del “Brain damage” de PINK FLOYD.
PITY cazó el charango, lo rasgueó, la banda lo siguió, y “Duérmete niño” se hizo realidad ante miles de prolijos coristas. Ese sí era el final.
“Tengo ganas de ir a dormir chicos. ¿Qué? Si queres vení conmigo, todo bien”
Y así llegó la despedida de un espectáculo que empezó pasadas las nueve de la noche y terminó a la una, que tuvo 27 canciones más algunos agregados de último momento y que permitió escuchar en vivo buena parte de “Otro Día Más En El Planeta Tierra”.
Se va PITY, se va FELIPE, se va JORGE y se va ABEL; ni rápidos ni perezosos, ni ángeles ni demonios, ni genios ni mentes inertes. Son sólo INTOXICADOS que por las calles van. Con eso basta.
Nacho Girón (Redacción de El Acople)