DISCOS: Indio - "El Tesoro De Los Inocentes"



Habrá que escuchar muchas veces el nuevo disco del INDIO SOLARI (ahora autoproclamado simplemente INDIO) para entender de manera completa un nuevo proyecto que termina convenciendo. “El Tesoro De Los Inocentes (Bingo Fuel)” no sólo rompió la sagrada espera sino que de movida dejó satisfechos, al menos, a los que aseguraban que el pelado se volcaría definitivamente a la electrónica.

Además de una edición como mínimo “original” -un gran libro de negro reluciente que en su interior incluye hasta dibujos propios-, el ex PATRICIO REY brinda un trabajo por momentos minimalista y por momentos grandilocuente. Pero, eso sí, bastante íntimo en todo sentido. “Ni siquiera les di el disco a los músicos, sólo vinieron y les dije: 'Lo que tienen que hacer es esto'. Después les sugerí que improvisaran, trocé lo que me gustó, lo cambié y lo puse en otro lado como un comentario musical”, dijo SOLARI. Su banda, denominada “Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado”, bien supo ajustarse a los pedidos del maestro.

De todas formas, esa intimidad puede jugar para los dos lados. En “La piba de Blockbuster”, por ejemplo, la reclusión intensiva del INDIO le dio al resultado final una cuota de monotonía bastante grave pero que muestra nuevas tonalidades vocales. Pero en cambio, en temas como “Nike es la cultura” o el sublime funk de “El charro chino”, el compositor exprime todo su potencial y plasma ideas musicales inteligentes y efectivas.

Las letras, que siguen rodeadas de ese halo místico que irradia SOLARI, llegan a su máximo esplendor en “Pabellón séptimo (relato de Horacio)”, donde se rememora en carne viva la muerte de un amigo en la cárcel de Devoto en el año 1978. Pero hay más, porque el pelado también se anima a contar proezas y fracasos de su propia vida. Sólo hace falta leer entre líneas en composiciones como “Canción para un Goldfish” o “La muerte y yo”.

Con sus catorce temas, “El Tesoro De Los Inocentes (Bingo Fuel)” ofrece ritmos variados, algo de “punchi” y algunos hit que tarde o temprano corearemos.

Nacho Girón